Candidatos

C¨¢ndido en lat¨ªn significa blanco: de ese vocablo se derivan candor y candidato. En la antigua Roma, a los aspirantes a un puesto en el Senado se les llamaba candidatos porque en el periodo electoral se paseaban por el foro ataviados con una toga blanca para mostrar p¨²blicamente que ten¨ªan un pasado limpio y que tambi¨¦n eran limpios sus prop¨®sitos. Hoy, el candor es una virtud poco apreciada en pol¨ªtica. Si ante las pr¨®ximas elecciones generales los pol¨ªticos se presentaran en los m¨ªtines y debates de televisi¨®n vestidos con una t¨²nica blanca para demostrar su honestidad, ser¨ªan tomados por simples fantasmas. En los parques de atracciones suele haber un t¨²nel del infierno donde los ni?os son asaltados por toda clase de momias y fantoches que suelen provocarles una risa nerviosa. En la vida p¨²blica existe tambi¨¦n otro t¨²nel negro que viene directamente de la Edad Media, lleno de espectros esquinados que causan los mismos nervios, no exentos de espanto, a muchos ciudadanos. Estos fantasmas no van enmascarados bajo una s¨¢bana, sino cargados con ornamentos bordados en oro. Lucen en lo alto del cr¨¢neo una mitra, vestigio de las astas de toro que simbolizaban el poder del hechicero de la tribu y que luego se convirti¨® en el bicornio de los faraones. Al verlos adornados con arreos tan terribles se podr¨ªa esperar que hablaran con voz cavernosa desde el m¨¢s all¨¢ con la ambig¨¹edad de los or¨¢culos. Nada de rodeos. Estos espectros hablan desde el altar con frases melifluas y el cuello blando para recordarnos que el infierno no es un parque de atracciones sino un fuego real donde vamos a arder por nuestros pecados aunque podr¨ªamos librarnos de ese castigo si votamos a la derecha. Frente al pistolerismo verbal de otros mensajeros de id¨¦ntica ideolog¨ªa, con una dulzura pastelera que esconde el garfio de acero, el Papa y los obispos alimentan el terror ante la nueva peste del socialismo. Los candidatos de la antigua Roma, al final, paseaban la toga sucia por el foro cubierto de basura. Tambi¨¦n el suelo de la pol¨ªtica y de la Iglesia est¨¢ lleno hoy de excrementos y ladridos. Pasar sobre ellos salvando el candor es toda una haza?a. Hay que votar al que llegue con la s¨¢bana m¨¢s limpia y no sea un fantasma.