El Pent¨¢gono pide la pena de muerte para seis presos de Guant¨¢namo
Los fiscales militares afirman que tienen pruebas para juzgar al cerebro del 11-S
El Pent¨¢gono, actuando como la parte acusadora, pidi¨® ayer la pena de muerte para seis detenidos en la base naval de Guant¨¢namo por su presunta implicaci¨®n en los atentados del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron 3.000 personas. Esta es la primera vez que los fiscales del tribunal militar de Guant¨¢namo presentan cargos contra detenidos relacionados de forma directa con aquellos ataques terroristas y, por tanto, es tambi¨¦n la primera en la que pide la m¨¢xima pena.
La decisi¨®n reaviva el esc¨¢ndalo sobre la irregularidad del centro de detenci¨®n en la isla cubana y presenta un desaf¨ªo m¨¢s al ya de por s¨ª controvertido sistema de comisiones militares que hasta la fecha no ha puesto en marcha ni un solo juicio.
Los seis detenidos afrontan cargos por conspiraci¨®n, asesinato, terrorismo, prestar apoyo material, secuestro, atentar contra civiles y violar las leyes de guerra, entre otros. Los fiscales militares de Guant¨¢namo tienen pruebas suficientes, en su opini¨®n, para pedir la pena capital para Jalid Sheij Mohamed, considerado el cerebro de los atentados y presunto responsable del asesinato del periodista David Pearl; Mohamed al Qahtani, bautizado como el secuestrador n¨²mero 20, que nunca lleg¨® a subirse en los aviones usados en los ataques; Ramzi Bin al Shibh, principal intermediario entre los secuestradores y los l¨ªderes de Al Qaeda; Al¨ª Abd Al Aziz, sobrino de Mohamed y su lugarteniente en 2001, y Mustafa Ahmed al Hawsawi y Walid Bin Attash, quienes participaron en el entrenamiento de los terroristas del 11-S. "Si existe un caso merecedor de la pena de muerte es ¨¦ste, aplicable a individuos que formaron parte de un crimen de semejante escala", declar¨® un alto cargo del Departamento de Defensa.
La acusaci¨®n tiene un largo camino que recorrer. Fuentes judiciales apuntaban ayer a que si "el sistema de Guant¨¢namo ha sido hasta ahora incapaz de manejar casos mucho m¨¢s sencillos", las probabilidades de que tenga ¨¦xito en esta ocasi¨®n son remotas. Para empezar, una vez presentados los cargos que merecen la pena de muerte, la juez militar Susan Crawford, encargada de supervisar las juntas militares, deber¨¢ aprobar o rechazar la petici¨®n del Pent¨¢gono. Si la petici¨®n es ratificada, se dar¨ªa paso a un juicio, posiblemente despu¨¦s de que George Bush deje la presidencia. Es bastante probable que cualquier otro presidente modificase las reglas en Guant¨¢namo.
Si comenzara un juicio, los fiscales deber¨ªan probar los hechos de los que se acusa a los imputados. Entonces jugar¨¢ en contra de las intenciones del Pent¨¢gono el hecho de que, al menos sobre uno de los acusados, Jalid Sheij Mohamed, el mismo Departamento de Defensa ha reconocido que su confesi¨®n en los delitos que se le imputan fue obtenida a trav¨¦s de la coerci¨®n. Mohamed fue interrogado bajo la conocida t¨¦cnica del waterboarding o asfixia simulada con agua, considerada tortura por los grupos defensores de los derechos humanos. Cualquier imputaci¨®n sobre un crimen que haya sido obtenida a trav¨¦s de la fuerza no es v¨¢lida en un tribunal. Y adem¨¢s, en ¨²ltima instancia, una pena de muerte sobre los seis acusados supondr¨ªa casi la inmediata revisi¨®n de la sentencia por parte de un tribunal de apelaciones civil que en ¨²ltima instancia podr¨ªa acabar en el Tribunal Supremo de la naci¨®n, con lo que el proceso podr¨ªa alargarse a?os.
Incluso si a los detenidos se les sentencia con la pena m¨¢xima, se tardar¨ªan meses, puede que a?os, para que se ejecuten las sentencias. Entre otras razones, por causas de ¨ªndole pr¨¢ctica, ya que, que se sepa, en Guant¨¢namo no existe corredor de la muerte ni sala de ejecuci¨®n. El sistema militar de justicia, que no se aplica en Guant¨¢namo, establece que los condenados mueran por inyecci¨®n letal. Pero el Ej¨¦rcito no ha ejecutado a nadie -seis militares tienen recurridas sus sentencias a muerte en este momento- desde 1961.
Los primeros seis acusados
JALID SHEIJ MOHAMED
- Est¨¢ acusado de ser el arquitecto del 11-S.
- Tambi¨¦n est¨¢ relacionado con grandes atentados terroristas de los ¨²ltimos 20 a?os (la bomba en el World Trade Center en 1993) y el asesinato del periodista estadounidense David Pearl.
- Nacido en Kuwait, de familia paquistan¨ª, ingres¨® en los Hermanos Musulmanes a los 16 a?os, estudi¨® ingenier¨ªa en Estados Unidos y en 1987 se traslad¨® a Afganist¨¢n.
RAMZI BIN AL SHIBH
- Fue el principal intermediario entre los secuestradores de los aviones y los l¨ªderes de Al Qaeda.
- Es yemen¨ª y trabaj¨® en el Banco Internacional de Yemen.
- Intent¨® conseguir un visado para Estados Unidos en 1995, pero se lo negaron y se fue a vivir a Alemania, de donde fue expulsado en 1997. Poco despu¨¦s volvi¨® y conoci¨® a Mohamed Atta, el l¨ªder de los terroristas suicidas del 11-S, con el que vivi¨® dos a?os.
AL? ABDUL AZIZ
- Est¨¢ acusado de ser uno de los encargados de financiar el 11-S. Se cree que es sobrino de Jalid Mohamed y que fue su lugarteniente en 2001.
- En el a?o 2000, supuestamente proporcion¨® ayuda a algunos de los pilotos suicidas del 11-S. En abril de ese mismo a?o envi¨® a trav¨¦s de una transferencia 5.000 d¨®lares (unos 3.500 euros) a uno de los terroristas.
- Fue detenido en Pakist¨¢n en abril de 2003.
WALIH BIN ATTASH
- Alias Jalad, se empez¨® a sospechar que era miembro de Al Qaeda en agosto de 1998, en relaci¨®n con el atentado contra la Embajada de EE UU en Nairobi (Kenia).
- Presuntamente conoci¨® a algunos de los pilotos suicidas del 11-S en una cumbre de Al Qaeda en 2000. ?l dijo que estaba en Malaisia.
- Fue identificado como el cerebro del ataque contra el USS Cole en Yemen en octubre de 2000.
MOHAMED AL QAHTANI
- Ha sido bautizado como el secuestrador n¨²mero 20, que nunca lleg¨® a participar f¨ªsicamente en el 11-S porque las autoridades de inmigraci¨®n le impidieron la entrada (sospechaban que quer¨ªa quedarse de forma ilegal).
- Fuentes militares aseguraron a MSNBC.com en noviembre de 2006 que este saud¨ª no podr¨ªa ser procesado por las duras t¨¦cnicas que se aplicaron durante los interrogatorios en la prisi¨®n de Guant¨¢namo.
MUSTAF? AL HAWSAWI
- Est¨¢ acusado de ayudar a organizador y financiar los atentados del 11 de septiembre de 2001. Se cree que es de nacionalidad saud¨ª.
- El diario The New York Times afirm¨® que este hombre envi¨® 325.000 d¨®lares (225.000 euros) a los secuestradores de los aviones del 11-S. Antes de esa fecha trabaj¨® para Al Qaeda en Kandahar.
- Fue detenido en Pakist¨¢n en marzo de 2003.
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