"Llevo pa?ales. No me los cambiaban"
25 ancianos siguen en la residencia cerrada por falta de personal y aseo
"Llevo pa?ales. Muchas veces no me los han cambiado. Yo solo no puedo". Con l¨¢grimas en los ojos, Alfredo Sanz, de 88 a?os, confirm¨® ayer lo que sospechaba la Comunidad de Madrid, que la residencia privada de ancianos Reyes Cat¨®licos de Alcal¨¢ de Henares no trata adecuadamente a sus internos. Por ello, la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales decidi¨® el pasado fin de semana el cierre cautelar del centro, tras dos inspecciones, el 25 y 31 de enero.
Las deficiencias, seg¨²n una portavoz regional, son tres. Hay poco personal, el que hay es poco cualificado y las condiciones higi¨¦nico sanitarias no son buenas. Desde que se orden¨® el cierre, parte de los 58 ancianos han abandonado la residencia. A ¨²ltima hora de la tarde de ayer s¨®lo quedaban 25. No hay plazo para que salgan. "Haremos inspecciones diarias para garantizar que los mayores est¨¢n bien", asegur¨® la portavoz.
A mediod¨ªa, una de las due?as de la residencia, que no quiso dar su nombre, accedi¨® a que dos periodistas entrasen en el edificio. "Pasad y comprobad que todo es mentira", dijo. En la entrada, el sal¨®n y el comedor era todo normal. No estaba sucio, aunque tampoco reluc¨ªa. La cocina no estaba tan limpia. Cuando Alfredo Sanz, acompa?ado de su mujer, Mauricia Sanz (enferma de alzh¨¦imer), empez¨® a criticar al centro en el que llevan dos a?os, la due?a ech¨® a los informadores. Y orden¨® en¨¦rgicamente al matrimonio que se callara. "No estamos contentos. La atenci¨®n es muy mala. Viene de hace mucho tiempo", se lamentaba Alfredo.
La due?a, ir¨®nica y muy agresiva -trat¨® de arrancar el cuaderno de los periodistas y llam¨® a la polic¨ªa-, dijo: "Est¨¢ todo fatal. Los tratamos fatal. Fuera de aqu¨ª". Antes de salir, dos internos aseguraron estar bien. Una de ellas, Mar¨ªa, de 85 a?os, dijo que lleva "m¨¢s de 20 en la residencia". Sin embargo, la Reyes Cat¨®licos abri¨® en 2003, seg¨²n confirm¨® Asuntos Sociales.
El personal consultado callaba o criticaba. No hubo ni una sola voz a favor de sus jefes. Una empleada confirm¨® que estaban saturadas de trabajo y que desempe?aban tareas para las que no fueron contratadas.
"A mi suegro no le daban su medicaci¨®n. El domingo nos lo encontramos muy sucio y nos lo llevamos a casa", asegur¨® ?ngela P¨¦rez. Otra mujer, Marisa ?lvarez, afirm¨®: "Mi suegro falleci¨® tras dos meses en la residencia. Nunca le tomaron la tensi¨®n. No le hac¨ªan ni caso. No me sorprende que la cierren"
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