Berlusconi extiende la causa antiabortista

La campa?a se llama Pena de aborto, y pide a la ONU que enmiende el art¨ªculo 3 de la Declaraci¨®n de los Derechos Humanos para a?adir a la frase "todo individuo tiene derecho a la vida" la coletilla "desde la concepci¨®n hasta la muerte natural". La idea ha partido del pol¨ªtico y periodista Giuliano Ferrara, un neocon a la italiana que se declara no cat¨®lico y creyente en un dios personal. La pol¨¦mica carta ha sido firmada por religiosos, te¨®logos y profesores universitarios de varios pa¨ªses europeos, y se ha enviado al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. Pide una moratoria del aborto semejante a la aprobada contra la pena de muerte.

Se exige a Ban Ki-moon una respuesta pareja a la que se dio a la pena de muerte

Los firmantes creen que el aborto es hoy instrumento de una nueva eugenesia

La adhesi¨®n del l¨ªder de la derecha, Silvio Berlusconi, ha convertido el asunto en un tema caliente de la campa?a electoral y ha suscitado enorme pol¨¦mica a izquierda y derecha. Aun asumiendo que la regla de su grupo pol¨ªtico es la libertad de conciencia, el l¨ªder del Pueblo de la Libertad cree que "reconocer el derecho a la vida desde la concepci¨®n hasta la muerte es un principio que la ONU podr¨ªa hacer suyo, igual que ha hecho con la moratoria de la pena de muerte despu¨¦s de un largo y no f¨¢cil debate".

Isabella Bertolini, dirigente parlamentaria de Forza Italia, ha apoyado sin reparos la adhesi¨®n de su l¨ªder: "Mil millones de abortos en 30 a?os merecen una respuesta firme. Una moratoria internacional que ponga fin a esa masacre de inocentes".

Ferrara es todo un personaje, un agitador fuera de normas: fue militante del Partido Comunista y del Partido Socialista italianos y trabaj¨® como informador de la CIA; en 1996 fund¨® el diario Il Foglio -que edita la empresa de Veronica Lario, la mujer de Silvio Berlusconi-, y fue ministro en el primer Gobierno de Forza Italia. Ahora ha anunciado que concurrir¨¢ a las elecciones del 13 de abril con una lista provida. A su juicio, se trata de una "batalla cultural". Pero no aspira a derogar la ley 194 que regula el aborto en Italia y tampoco quiere el apoyo de la Iglesia: "Consejo s¨ª, apoyo no", ha dicho. La Conferencia Episcopal italiana se ha mantenido al margen de esta iniciativa.

La campa?a de Ferrara (que se puede leer en italiano, franc¨¦s, alem¨¢n y espa?ol en www.ilfoglio.it) sostiene que en los ¨²ltimos 30 a?os se han hecho 1.000 millones de abortos en el mundo, y que "en Asia peligra el equilibrio demogr¨¢fico debido a un infanticidio masivo de magnitud ¨¦pica".

En un repaso a la situaci¨®n del aborto en algunos pa¨ªses asi¨¢ticos, se dice que en China el aborto es un riesgo que corren "millones de ni?os que est¨¢n por nacer". Y que en la India, "por selecci¨®n sexista, se ha quitado la vida a millones de ni?as antes de nacer". En cuanto a Occidente, afirma, "el aborto se ha convertido en instrumento de una nueva eugenesia que viola los derechos del feto y la igualdad entre los hombres".

Los firmantes piden a la ONU que no apoye "las pol¨ªticas p¨²blicas que fomentan formas de sumisi¨®n injustificada y selectiva del ser humano durante su desarrollo en el vientre de la madre mediante el ejercicio arbitrario de un poder de aniquilamiento". La carta anima adem¨¢s a los Gobiernos a luchar por enmendar el art¨ªculo 3 de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos (1948). Quieren que se a?ada a la frase "todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona", justo tras la primera coma, el texto "desde la concepci¨®n hasta la muerte natural".

Ferrara cree que hay novedades que lo justifican: "Descubrimientos en el ¨¢mbito gen¨¦tico posteriores a la declaraci¨®n documentan de forma irrefutable la existencia de un patrimonio gen¨¦tico humano en el embri¨®n desde su primera etapa de desarrollo".

Entre los firmantes del manifiesto est¨¢n Ren¨¦ Girard, antrop¨®logo y miembro de la Academia Francesa; lord David Alton, miembro de la C¨¢mara de los Lores; George Weigel, te¨®logo y bi¨®grafo de Karol Wojtyla y de Joseph Ratzinger; Robert Spaemann, profesor em¨¦rito de filosof¨ªa en la Universidad de M¨²nich; Roger Scruton, fil¨®sofo en el Bircbeck College; Nirmala Joshi, superiora de las Misioneras de la Madre Teresa de Calcuta; John Neuhaus, te¨®logo; Carlo Casini, presidente del Movimiento por la Vida italiano; Lucetta Scaraffia, docente de historia en La Sapienza de Roma, y Bobby Schindler, hermano de Terri Schiavo.