Soy un in¨²til
La ¨²nica opci¨®n que me queda es reconocer que soy un in¨²til: no soy capaz de hacer un seguimiento de la programaci¨®n de las dos cadenas de la televisi¨®n auton¨®mica que me permita decir algo con sentido acerca de algo. Pondr¨¦ un ejemplo. El martes pasado se hab¨ªa anunciado la presencia del muy medi¨¢tico juez de menores granadino Emilio Calatayud en los Ratones coloraos de Jes¨²s Quintero. Como el Partido Popular hab¨ªa anunciado dos d¨ªas antes un apocalipsis para menores, pens¨¦ que valdr¨ªa la pena esperar a la entrevista de Quintero al juez, aun a sabiendas de que estar¨ªa grabada antes de que los populares dispararan la traca penal que han tomado por bandera. Empez¨® el programa, y lo hizo con la mejor promesa: nada menos que Chiquito de la Calzada. Y ah¨ª sobrevino el desastre: me qued¨¦ dormido en la entrevista que Jes¨²s Quintero le hizo a Chiquito de la Calzada porque nada de ese car¨ªsimo programa merec¨ªa la pena seguir despierto: Quintero estaba de paso en el plat¨® y dej¨® una impresi¨®n de desinter¨¦s may¨²sculo hacia su invitado. Me explico: en vez de preguntarle por su vida, lo que le pidi¨® a Chiquito fue un par de an¨¦cdotas m¨¢s que previsibles que de hecho ya ha contado miles de veces. La verdad es que no entiendo lo que Quintero, que sabe -o supo- hacer las cosas con otra intenci¨®n, busca con esta manera fofa de acercarse a personajes de tanta enjundia. Yo me dorm¨ª.
Y en esa confusi¨®n de la somnolencia me bailan en los ojos cerrados cosas banales que, por ser tan in¨²til, son los restos diurnos que La Nuestra me deja. Un joven del que habitualmente se hablaba en Contraportada (un programa digno de estudio por su equilibrada mezcla de la fascinaci¨®n por la aristocracia andaluza y un indisimulado morbo por la carne canalla) se me aparece como actor, pero ya por la noche, en Planta 25. Es Juli¨¢n Contreras, uno de los hijos de Carmen Ord¨®?ez. ?Bingo! La econom¨ªa de la escasez se resuelve con este modelo de reciclaje del que s¨®lo cabe esperar que el nuevo actor y antes persona perseguida por las productoras, ahora pueda ser rentabilizado en un nuevo escaparate del que a su vez puede ser removido, a poco que la audiencia o la cr¨®nica lo exijan, para ser reutilizado en su condici¨®n original de carnaza.
La verdad es que fue peor la siesta del d¨ªa anterior. Hab¨ªa dedicado la ma?ana a mi trabajo, que me gusta y me hace sentirme ¨²til. Enciendo el televisor al llegar casa y veo que Tele 5 est¨¢ dando el informe diario de Supervivientes. Los famosos tienen que ir de una isla a otra. Y Tele 5 los obliga a trasladarse en un cayuco. Todos ustedes saben lo que se siente en el est¨®mago cuando sobreviene un corte de digesti¨®n.
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