Vuelve el hombre
Desde que, en 1996, fue descabalgado del liderazgo del Partido Popular en Catalu?a de un modo que ¨¦l mismo describir¨ªa m¨¢s adelante como humillante y despectivo, Alejo Vidal-Quadras no ha perdido nunca la esperanza de regresar a la pol¨ªtica catalana por la puerta grande, de verse reivindicado sobre aquellos tacticismos que obligaron a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar a hablar catal¨¢n en la intimidad y entronizaron luego a ese criptocatalanista acomplejado y advenedizo de nombre Josep Piqu¨¦. Exiliado de cinco estrellas entre Madrid y Bruselas, don Alejo ha mantenido aqu¨ª, a lo largo de estos a?os, diversas plataformas propias o afines -la Fundaci¨®n Concordia, Convivencia C¨ªvica Catalana...- capaces de sostener la antorcha del vidalquadrismo. Con esto, y con el potente altavoz que le viene proporcionando la facci¨®n m¨¢s ultra de la derecha medi¨¢tica madrile?a (La Raz¨®n, la Cope, Libertad Digital, el Grupo Intereconom¨ªa...), podr¨ªa decirse que la sombra de Vidal-Quadras no ha dejado de proyectarse ni un solo d¨ªa, durante la ¨²ltima d¨¦cada, sobre el quehacer de los populares catalanes.
El PP se ha lanzado a enconar la convivencia entre los dos idiomas, especialmente en el ¨¢mbito de la ense?anza
Hasta que, por fin, el tiempo de la rehabilitaci¨®n parece haber llegado. Tuvimos de ello una evidencia impactante el pasado d¨ªa 3, cuando el hoy vicepresidente del Parlamento Europeo acudi¨® a Lleida para mitinear a favor de la candidatura del PP en una plaza que los de Rajoy consideran crucial de cara al 9 de marzo. Lo hizo en el estilo recio, viril, contundente que ha labrado su fama: "Debemos salir de este fango, salir de esta mierda", dijo, en alusi¨®n al Gobierno del PSOE. "No es una simple cuesti¨®n pol¨ªtica, sino una necesidad higi¨¦nica y un problema de supervivencia. (...) Nos jugamos la propia existencia de Espa?a como naci¨®n, y la dignidad".
Pero el revival del vidalquadrismo no se circunscribe ni se centra en la reaparici¨®n de su creador como estrella invitada de algunos m¨ªtines del PP. Es todo el discurso preelectoral del partido, en Catalu?a y con relaci¨®n a Catalu?a, el que se muestra abducido por las tesis de quien fuera presidente regional de la formaci¨®n entre 1991 y 1996. Cuando Daniel Sirera -el cual, por cierto, comenz¨® su carrera pol¨ªtica como presidente de las Nuevas Generaciones barcelonesas bajo el mandato y por designaci¨®n de don Alejo- dice querer convertir al PP en "la Casa Com¨²n de los no nacionalistas en Catalu?a", cuando afirma que "el catalanismo es una ficci¨®n, s¨®lo es nacionalismo" y, con ello, reniega de los incontables giros catalanistas intentados por su sigla en el pasado, est¨¢ reproduciendo -con menos ingenio y brillantez, ciertamente- las ideas que Vidal-Quadras sostiene en esta materia desde hace casi 20 a?os. As¨ª las cosas, resulta l¨®gico que el joven Sirera acepte orgulloso las comparaciones con su pol¨¦mico antecesor, y repita de un modo acr¨ªtico el t¨®pico de los grandes resultados electorales que aqu¨¦l obtuvo.
Si hay un terreno donde este retorno al pasado resulta flagrante, es el de la pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica. Recuperando los planteamientos con los que Vidal-Quadras -siempre a las ¨®rdenes de Aznar- aliment¨® entre 1993 y 1996 la llamada "guerra de la lengua", y pese a la incomodidad de los diputados supervivientes de la etapa de Piqu¨¦, el PP de Mariano Rajoy y de Sirera se ha lanzado a enconar de nuevo la convivencia entre los dos idiomas cooficiales, especialmente en el ¨¢mbito de la ense?anza: el v¨ªdeo que denunciaba la falta de escuelas p¨²blicas en castellano, la propuesta de suprimir la inmersi¨®n, la promesa de una ley estatal que garantice la escolarizaci¨®n en castellano en todo el territorio espa?ol y, por tanto, promueva la segregaci¨®n ling¨¹¨ªstica en las zonas biling¨¹es... Tres lustros atr¨¢s, esa pol¨ªtica deb¨ªa servirle a Aznar para castigar a Jordi Pujol por su apoyo al PSOE; ahora, Rajoy espera que le sirva para castigar al PSOE por sus connivencias con el nacionalismo catal¨¢n. Siempre, anta?o y hoga?o, bajo el est¨ªmulo de ese radiofonista episcopal que fue el primer valedor madrile?o de Vidal-Quadras y que, hoy, califica de "desvar¨ªo" e "idiocia" la propuesta de ense?ar catal¨¢n, gallego y euskera en las escuelas de idiomas de Andaluc¨ªa.
El cambio de actitud del PP con respecto a Ciutadans refleja bien este mismo giro. Durante su virreinato en Catalu?a e incluso despu¨¦s, Vidal-Quadras procur¨® mimar y tener controlada a la potencial militancia de este fen¨®meno, entonces en un estadio a¨²n prepartidista. Seg¨²n ¨¦l, fueron las veleidades catalanistas de Piqu¨¦ y sus desdenes hacia ese mundo los que favorecieron que cristalizara en una sigla y que, en 2006, restase a los populares decenas de miles de votos. Pues bien, Sirera y Rajoy se han propuesto que algo as¨ª no vuelva a suceder; de ah¨ª el empe?o con que est¨¢n arrebatando a la formaci¨®n de Albert Rivera el discurso, el programa e incluso a alguna significada dirigente. M¨¢s all¨¢ del PP, en materia de espa?olismo y de reivindicaci¨®n castellanista, no debe haber nada...
Vuelta atr¨¢s en las ideas, pero tambi¨¦n en las personas, como lo prueba el cabeza de lista por Lleida, el amigo de Vidal-Quadras, el se?or Jos¨¦ Ignacio Llorens, quien ya ocupaba id¨¦ntico puesto en 1982, en los apolillados tiempos de la Alianza Popular de Manuel Fraga y Miguel ?ngel Planas. Todo un car¨¢cter, el de Llorens: la noche del 6 de junio de 1993, crey¨¦ndose vencedores de los comicios generales, ¨¦l y numerosos correligionarios se presentaron muy excitados en el Gobierno Civil ilerdense con ¨¢nimo de asumir el poder a la brava, entre vivas a Franco y saludos brazo en alto; el 18 de diciembre de 2004, durante el ¨²ltimo y tumultuoso congreso del PP de Lleida, el mismo Llorens trat¨® de agredir a Josep Piqu¨¦, lo que impidieron diversos militantes...
?Y todav¨ªa hay quien se extra?a de que a la n¨²mero uno por Barcelona, la buena de Dolors Nadal, se le haya puesto cara de susto?
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador.
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