Memoria selectiva
Damos por hecho que la memoria hist¨®rica tambi¨¦n puede ser parcial, y ello nos obliga a mantener un permanente y harto fatigoso (todo sea dicho) estado de alerta. Eso siempre que queramos aproximarnos al conocimiento de los hechos y no nos conformemos con abrir un poco m¨¢s las tragaderas, ya de por s¨ª bastante dilatadas. Pero lo m¨¢s curioso y triste es que a veces la pereza para dudar ante la verdad oficial se apodera tambi¨¦n de quienes m¨¢s deber¨ªan cuestionarla.
Regreso de una peque?a gira por pueblos castellanos, parte que son de una autonom¨ªa capitaneada desde hace mucho por el PSOE. Y he comprobado c¨®mo todav¨ªa muchos muros parroquiales y v¨ªas principales recuerdan a los "ca¨ªdos" por parte de los sublevados y a los jerarcas de la dictadura. Como, aqu¨ª, en N¨¢quera y Los Serranos, igual que en los callejeros de Valencia y Castell¨®n, por poner unos pocos ejemplos.
En uno que aquellos municipios pregunt¨¦ al alcalde socialista por qu¨¦ en la galer¨ªa de retratos del sal¨®n de plenos solo hab¨ªa mandatarios desde 1939, alguno de ellos pertrechado con uniforme falangista. Me dijo que bastante esfuerzo le hab¨ªa costado reunir las fotos, y que por alg¨²n lugar hab¨ªa que cortar. Era fiesta en el pueblo y ya no quise agu¨¢rsela repreguntando si un criterio razonable para recordar a los alcaldes no hubiera sido limitarse a los elegidos democr¨¢ticamente.
En el homenaje p¨®stumo al l¨ªder del PSUC Gregorio L¨®pez Raimundo se le incluy¨® en la clase de personas que hab¨ªa conducido la lucha por la libertad sin que se notase (Pascual Maragall) y afirmaron que gracias a esa acci¨®n Franco hab¨ªa sido derrotado en calles, f¨¢bricas, escuelas y barrios.
No hace mucho un amigo me comentaba que estamos rescatando ya la historia de la guerra civil y la represi¨®n inmediatamente posterior, pero poco la lucha antifranquista de dos d¨¦cadas m¨¢s tarde. Por eso represaliados y represores se nos aparecen todav¨ªa tan desdibujados.
El mes pasado C¨¦sar Llorca Tello y 18 firmas m¨¢s se quejaban en una carta al director de que el obituario del polic¨ªa Manuel Ballesteros le hubiera destacado como "experto antiterrorista y participante en las conversaciones de Argel". Otros peri¨®dicos fueron m¨¢s lejos en la hagiograf¨ªa de quien encubri¨® a los mercenarios que asesinaron a dos personas en el bar Hendayais, de quien tan solidario fue con torturadores y tan ineficaz contra ETA, pese a lo cual queda ahora investido de una maestr¨ªa inmerecida. Llorca y sus compa?eros recuerdan el celo del verdugo en la temida Brigada Pol¨ªtico Social y su ensa?amiento en la persecuci¨®n, detenci¨®n y tortura de sindicalistas, comunistas y dem¨®cratas en general: 38 valencianos ca¨ªdos en el 68 y un grupo de universitarios m¨¢s tarde lo atestiguan (la foto de Antonio Palomares, que perdi¨® varios cent¨ªmetros de estatura en comisar¨ªa, lo dice todo).
Todos los polic¨ªas no fueron buenos, aunque est¨¦n muertos. Las v¨ªctimas no quieren revancha, pero tampoco que la memoria selectiva se constituya en una mentira retroactiva.
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