Un 'africano' en piragua
David Cal, que s¨®lo se ha perdido dos entrenamientos en cinco a?os, explota una frecuencia de paleo superior al resto
David Cal s¨®lo se ha saltado dos sesiones de entrenamiento en el ¨²ltimo lustro: "Una, por un catarro. Otra, por una vacuna. Los buenos no se lesionan", afirma el doble medallista ol¨ªmpico, oro y plata, en los Juegos de Atenas 2004, de 25 a?os. Como casi todas las ma?anas, Cal est¨¢ a las nueve y cuarto en el gimnasio del Club Naval de Pontevedra. S¨®lo le acompa?a su entrenador, Suso Morl¨¢n. Cal escucha a su t¨¦cnico en silencio. Calienta antes de llevar la canoa a las aguas del r¨ªo L¨¦rez. Morl¨¢n arranca la motora para acompa?arle los 80 minutos que va a pasar en el agua. Le tocan siete series de 1.000 metros a un ritmo de algo m¨¢s de cuatro minutos cada una, con tres o cuatro de recuperaci¨®n entre medias.
"Nunca dice 'no puedo'. Est¨¢ prohibido", explica el entrenador, que vigila la embarcaci¨®n para que la estela no le zarandee. "El ataque es su especialidad. David tiene m¨¢s frecuencia de paleo que los dem¨¢s, como los africanos cuando corren", a?ade. En la prueba de 500 metros da unas 79 paladas por minuto al principio y luego se mantiene en 65 o 66. En la de 1.000, la cadencia es algo inferior.
"?En amplio, cogiendo agua!", corrige Morl¨¢n para que la pala permanezca m¨¢s tiempo dentro del agua. Una marca negra pintada con rotulador en la canoa se?ala el punto por donde tiene que clavarse en el agua. La de Cal mide 71 cent¨ªmetros "y pico, pero el pico no lo digo". La empresa lituana Bracsa hizo las ¨²ltimas modificaciones el a?o pasado: "Dos mil¨ªmetros o tres en la pala es un mundo. Hay mucha diferencia". Ir¨¢ a Pek¨ªn armado con dos palas gemelas y una estrecha para trabajar la t¨¦cnica. En el mercado pueden rondar los 400 euros cada una.
Tambi¨¦n han perfeccionado la canoa. La normativa establece unas medidas de 5,20 metros de largo y un peso de 16 kilos. La del gallego, de la firma portuguesa Nero, es un poco m¨¢s ancha para evitar que se cargue de hombros. En los talleres de Oporto ultiman el dise?o de las tres embarcaciones que llevar¨¢ a los Juegos.
A simple vista, da la impresi¨®n de que Cal, de 1,85 metros, no se ha afinado al m¨¢ximo. "Pesa 93 kilos, pero en agosto estar¨¢ en 84", matiza el preparador. Adelgaza sin las pautas de un endocrino: "No hace dieta. Le basta con reducir la ingesta porque es muy disciplinado".
El optimismo contrasta con las ¨²ltimas pol¨¦micas que ha vivido el campe¨®n. "Para eso estoy yo", dice su entrenador. Desde mayo prepara los Juegos de prestado en los contados 50 metros cuadrados del Club Naval: "Nos dejaron un sitio para meter los barcos y un amarre para la motora y estamos muy agradecidos".
El campe¨®n, ¨²nico de su disciplina clasificado para Pek¨ªn, abandon¨® el centro de Pontevedra por diferencias con la direcci¨®n: "Nos pusieron trabas para entrenar. Nos cambiaban los horarios, nos encontr¨¢bamos con la sala de fisioterapia cerrada...". Se traslad¨® a Trasona (Asturias) y logr¨® dos medallas en los Mundiales. Las ¨²nicas de Espa?a.
Tambi¨¦n sufri¨® por las becas. El a?o pasado se olvid¨® de renovar la de la Xunta para deportistas de alto nivel. Dej¨® de percibir 38.000 euros. Por la beca ADO de ol¨ªmpicos ingresa 86.000. Y la Fundaci¨®n R¨ªas Baixas, de la Diputaci¨®n de Pontevedra, ha contribuido con 90.000 por temporada desde los Juegos. Este dinero tiene truco. "Est¨¢n intentando que parezca que somos del PP y no es as¨ª. Si fuese defendiendo a Galicia, no habr¨ªa problemas", denuncia Morl¨¢n. El seleccionador nacional de pirag¨¹ismo es comprensivo: "Cuando est¨¢ de vacaciones, David cierra los bares de Cangas. Durante la temporada, se entrena y descansa". El joven deportista se ha echado moza. Morl¨¢n est¨¢ encantado porque no le ha descentrado. "Es mi mejor aliada", asegura.
La preparaci¨®n no tiene pausa. Dentro de unos d¨ªas se ir¨¢n a Portugal y el 22 de junio se concentrar¨¢n en Asturias. "Nos vamos a cansar de vernos y de ver cabras", bromea el t¨¦cnico al salir del agua. Cal esboza una sonrisa y se va a trotar 35 minutos. Cuando concluye la jornada matutina, se marcha al supermercado en su BMW. A continuaci¨®n, se mete en fogones. "Se me da bien todo excepto los guisos", afirma Cal. Come en su piso, en el que vive solo, y se echa una siesta para afrontar la paliza de la tarde. Cuando llegue a Pek¨ªn, habr¨¢ recorrido 3.700 kil¨®metros de agua. Dos horas antes de que comiencen las eliminatorias de los 1.000 metros de C-1 en el parque Ol¨ªmpico de Shunyi, empezar¨¢ a calentar. No estar¨¢ nervioso: "?Para qu¨¦? Nunca hago nada especial. Caliento, me concentro y despu¨¦s compito". Sin psic¨®logos. Y con un objetivo ambicioso: dos medallas de oro en los 500 y los 1.000 del C-1.
David Cal
- Naci¨® el 10 de octubre de 1982 en H¨ªo (Cangas do Morrazo, Pontevedra).
- Mide 1,85 metros y ahora pesa 93 kilos, pero para Pek¨ªn bajar¨¢ hasta los 84 sin ayuda de ning¨²n endocrino.
- Oro en los Juegos de Atenas 2004 en C-1 1.000 y plata en C-1 500.
- Oro en C-1 500 en los Mundiales de Duisburgo 2007 y bronce en C-1 1.000
- Su gran objetivo es ganar dos oros en Pek¨ªn y convertirse as¨ª, igual que pretende el gimnasta Gervasio Deffer, en el ¨²nico deportista espa?ol con tres victorias en la historia de los Juegos Ol¨ªmpicos.
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