La econom¨ªa, de elecciones

El problema de debatir sobre asuntos econ¨®micos, a diferencia de los ideol¨®gicos, es que se necesita un nivel m¨ªnimo de conocimientos para no decir demasiadas estupideces.

El otro d¨ªa, sin ir m¨¢s lejos, el candidato Esteban Gonz¨¢lez afirmaba en el programa 59 segundos algo as¨ª como que los precios iban por un lado, y la inflaci¨®n, por otro (sic). Imagino que lo que quer¨ªa decir es que los precios de algunos productos han subido m¨¢s que aquellos reflejados en la evoluci¨®n del IPC, que, como cualquier estudiante de primer curso sabe, es un ¨ªndice general que afecta al conjunto de la cesta de la compra (no solo de los alimentos), de manera tal que si el IPC sube el 4,3%, eso es exactamente lo que se ha encarecido aquella por t¨¦rmino medio (suba lo que suba la leche o el pan).

M¨¢s cercano a la verdad hubiera sido afirmar que las familias con menor poder adquisitivo, al destinar una mayor proporci¨®n de su renta a la alimentaci¨®n, pueden verse m¨¢s afectadas respecto de aquellas otras en las que ¨¦sta pesa menos en porcentaje sobre su gasto total. Esto s¨ª tendr¨ªa sentido econ¨®mico. Pero naturalmente, como desde el punto de vista electoral ello no es suficientemente rentable (ellos creen, equivocadamente, que los pobres siempre votan a la izquierda), insisten en referirse a las "amas de casa", as¨ª en general, a ver si en medio de la confusi¨®n cuela tan burda falacia.

Pero no son solo los precios. La propuesta de devoluci¨®n de 400 euros a los contribuyentes (que es discutible, como cualquier otra) se critica porque, atenci¨®n, beneficia a "todos por igual", ignorando que 400 euros, para alguien que ha pagado 2.000 euros de impuestos (debido a su bajo nivel de renta), supone el 20% de "desgravaci¨®n", mientras que para el que ha contribuido con 20.000, tan solo significa un retorno del 2%. O sea que de beneficiar a todos por igual, nada de nada.

Y en fin, est¨¢ esa leyenda urbana que todos repiten a diario de que el PP est¨¢ mejor preparado para manejar la econom¨ªa. Y yo pregunto: ?Por qu¨¦? Si el PIB ha crecido durante cuatro a?os a tasas cercanas al 4%, se ha creado m¨¢s empleo que en la anterior legislatura, la deuda se ha reducido y existe un super¨¢vit m¨¢s que significativo en las cuentas p¨²blicas, ?a qui¨¦n se quiere convencer de tama?a estupidez?

Y digo m¨¢s; ya va siendo hora de que alguien explique a las claras que la "buena gesti¨®n econ¨®mica" realizada por los gobiernos de Aznar cont¨®, entre otras cosas, con la inestimable ayuda de los cuantiosos ingresos extraordinarios obtenidos por la venta masiva de empresas p¨²blicas, lo que permiti¨® reducir de manera significativa (y sin sudar mucho la camiseta) la deuda hist¨®rica acumulada, y, por tanto, la carga de intereses en el presupuesto ordinario.

Por ¨²ltimo, ser¨ªa bueno recordar a esos aguerridos candidatos tan proclives a proclamar el advenimiento de una crisis de proporciones dantescas, que entre 2000 y 2002, con Aznar y Rato en el poder, el PIB redujo su crecimiento, nada menos que a la mitad (desde el 5% al 2,7%), algo muy alejado de lo que ahora ocurre. Y entonces ni siquiera se dieron por aludidos.

Ahora bien, si todo esto es bastante lamentable, no lo es menos constatar que algunos interlocutores del PSOE se muestran argumentalmente inermes ante tama?os desatinos. En mi modesta opini¨®n, dos tardes con Jordi Sevilla antes de empezar la campa?a les hubiera venido de perlas.