La modernidad del rom¨¢nico romano

"Es el Picasso del siglo XII", comenta convencido Manuel Casti?eiras, conservador jefe de rom¨¢nico del Museo Nacional de Arte de Catalu?a, mientras levanta la protecci¨®n que cubre el Fuste de san Giovanni in Sugnana, procedente de Florencia, para mostrar c¨®mo el rostro de uno de los personajes, de una modernidad casi escalofriante a los ojos del siglo XXI, es casi calcado a otro que puede verse en el T¨ªmpano de Cabestany, procedente de la iglesia parroquial de Notre-Dame-des- Anges. Esta ¨²ltima pieza es la que dio nombre al Maestro de Cabestany, un personaje fascinante sobre el que hay m¨²ltiples teor¨ªas respecto a su misma existencia, su origen o su evoluci¨®n.

En todo caso, este maestro (tal vez un monje benedictino originario de Toulouse, o de Prato, que viajaba de abad¨ªa en abad¨ªa decorando t¨ªmpanos y portadas) es uno de los principales protagonistas de la espectacular exposici¨®n dedicada al rom¨¢nico del siglo XII en el ¨¢rea mediterr¨¢nea que el pr¨®ximo viernes abrir¨¢ sus puertas en el MNAC, en donde podr¨¢ verse hasta el 18 de mayo.

Junto al Maestro de Cabestany -autor tambi¨¦n de una maravillosa cabeza procedente del monasterio de Sant Pere de Rodas que refleja de forma meridiana la influencia directa del arte romano tard¨ªo en los artistas rom¨¢nicos de la piedra- sobresalen otros nombres como el de Gilabertus, uno de los grandes del que se exhiben piezas procedentes del claustro de Saint-?tienne de Toulouse. O, en otro ¨¢mbito m¨¢s conceptual, el del erudito jud¨ªo Benjam¨ªn Bar Jon¨¢s, que sali¨® de su Tudela natal hacia 1160 y a lo largo de unos cinco a?os recorri¨® parte del mundo conocido llegando hasta la floreciente y exquisita Bagdad tras pasar por la opulenta Constantinopla o la evocadora Roma.

De la mano de este viajero medieval y en este entorno hist¨®rico de cruzadas, castillos feudales y vergeles orientales -aunque en un marco geogr¨¢fico mucho m¨¢s ajustado centrado en las ¨¢reas de Catalu?a, Toulouse y Pisa, entre las que hubo numerosos intercambios culturales- se ha organizado esta ambiciosa exposici¨®n cuyo presupuesto ronda el mill¨®n y medio de euros.

Est¨¢n justificados por lo caro y complicado que es conseguir la movilidad de estas 120 obras procedentes en su mayor¨ªa de museos europeos y estadounidenses (la historia, la rapi?a y los anticuarios de principios del siglo XX dispersaron muchos conjuntos), por los trabajos de restauraci¨®n realizados en muchas obras y por la investigaci¨®n que ha supuesto la organizaci¨®n de la muestra.

Reconstrucci¨®n de Ripoll

Como gran novedad, destaca la reconstrucci¨®n virtual, en otro espacio, de la portada del monasterio de Ripoll. El trabajo permitir¨¢ ver en tres dimensiones los detalles de este monumental conjunto escult¨®rico al mil¨ªmetro y desde distintos puntos de vista. Un equipo de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a escane¨® la portada a lo largo de una semana trabajando 12 horas al d¨ªa y despu¨¦s se ha elaborado un programa inform¨¢tico que permite la navegaci¨®n interactiva de los datos en tiempo real.

El montaje, escenogr¨¢fico y muy cuidado, incluye piezas romanas y tambi¨¦n permite ver m¨¢rmoles romanos reutilizados para estilizadas esculturas medievales, algo habitual en la ¨¦poca; parte de la catedral rom¨¢nica y su famosa torre de Pisa se construyeron en parte con m¨¢rmoles comprados en el foro de Roma.

"Las ruinas romanas no son un descubrimiento del siglo XVIII", comenta Jordi Camps, comisario junto a Casti?eiras de la exposici¨®n. Los artistas artesanos de la ¨¦poca, explica, se inspiraban en los sarc¨®fagos de la antig¨¹edad a los que ten¨ªan acceso, si bien variaba la iconograf¨ªa, religiosa siempre, pero tambi¨¦n mitol¨®gica y fant¨¢stica. "La exposici¨®n se centra en el rom¨¢nico m¨¢s monumental y cl¨¢sico", a?ade Casti?eiras, quien se incorpor¨® hace s¨®lo tres a?os al MNAC procedente de Santiago de Compostela (la gran catedral rom¨¢nica) lo que ha hecho entrar aire fresco al estudio, a veces en exceso endog¨¢mico, del rom¨¢nico catal¨¢n. De hecho, el foco geogr¨¢fico abarca un ¨¢rea mediterr¨¢nea bastante amplia que, explica el conservador, "ten¨ªa muy cerca los restos romanos y por eso una de sus caracter¨ªsticas es la utilizaci¨®n del m¨¢rmol".