De tal palo tal astilla

La noticia es que Jean Sarkozy, de 21 a?os, el segundo hijo del presidente franc¨¦s, ha vuelto a sus estudios de segundo de Derecho, pero parece haber aparcado su incipiente carrera como actor. No frena, por supuesto, su ambici¨®n pol¨ªtica, que le ha supuesto protagonizar estas semanas uno de los episodios m¨¢s sabrosos de la campa?a electoral para las elecciones municipales. ?mulo de su padre, de quien posee no s¨®lo las facciones, sino -especialmente- su gestualidad, Jean ha realizado una pirueta pol¨ªtica que define en s¨ª misma la cruda esencia de lo que es la lucha por el poder.

Jean formaba parte de la lista de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP) a la alcald¨ªa de Neully-sur-Seine, la ciudad con mayor renta per c¨¢pita de Francia, contigua a Par¨ªs, y el lugar que sirvi¨® de trampol¨ªn pol¨ªtico a su progenitor. La encabezaba el portavoz del El¨ªseo David Martinon, colocado a dedo por el presidente para ocupar el sill¨®n que ¨¦l mismo alcanz¨® con 28 a?os. Pero los habitantes del lugar no apreciaron el desembarco de un forastero. Encuestas de la UMP detectaron que Martinon perder¨ªa ante la lista de un independiente de derechas. R¨¢pidamente, Jean anunci¨® que abandonaba la lista. "Fue un error de casting", le dijo literalmente a su padre. Martinon dimiti¨® al d¨ªa siguiente.

En el partido ya se le apreciaba, y no s¨®lo por ser hijo del patr¨®n; tambi¨¦n por su capacidad de seducci¨®n, su energ¨ªa, su encanto. Ahora a¨²n se le respeta m¨¢s. Sigue en pol¨ªtica, por supuesto. Pero ha vuelto a su vida de estudiante. La prensa rosa le muestra ahora distendido, hablando por el m¨®vil, probablemente con su novia, Jessica, hija de Isabelle Darty, heredera de una de las grandes fortunas de Francia. Jud¨ªa practicante, insiste en que Jean aprenda los ritos y la cultura hebrea, por lo que ¨¦ste sigue un curso sobre la Tor¨¢ y se plantea aprender hebreo.

La religi¨®n, ciertamente, juega un papel primordial en el car¨¢cter del segundo de los Sarkozy. Su madre, la primera esposa del presidente, es una cat¨®lica practicante que imparte catequesis en una iglesia de Neully.

Pero Jean tambi¨¦n tiene su lado oscuro. Hace poco tuvo que acudir a los juzgados por un delito de fuga y degradaci¨®n de bienes, o lo que es lo mismo, con su motocicleta colision¨® con un coche y desapareci¨® sin dejar rastro. La v¨ªctima tom¨® nota de la matr¨ªcula, intent¨® que el seguro cubriera los da?os -no m¨¢s de 250 euros- y descubri¨® qui¨¦n era el culpable por la simple raz¨®n de que su demanda no segu¨ªa delante. Todo un regalo para el abogado que ahora ha conseguido llevarle ante el juez.