Socialdemocracia sin emoci¨®n
La socialdemocracia en Europa est¨¢ en horas bajas. Quiz¨¢s por eso su gran esperanza, si gana el 9 de marzo, es Zapatero, a quien fuera se le ve un poco como un Obama espa?ol, seg¨²n se dijo en un reciente seminario organizado en Londres por Policy Network, una red que se puso en marcha en tiempos de Blair. Aunque lo que m¨¢s gusta de Obama es que ha logrado inyectar en las primarias una carga emocional que los socialdem¨®cratas consideran que, en general, les falta.
En Alemania, no parece que el SPD vuelva a gobernar en coalici¨®n con los democristianos; en Italia, la izquierda est¨¢ en crisis y Veltroni es, adem¨¢s de una inc¨®gnita, otra cosa, m¨¢s a lo dem¨®crata americano; en Francia los socialistas est¨¢n hundidos (aunque se pueden falsamente recuperar en las municipales), y entre los brit¨¢nicos, Brown, que particip¨® en esa reuni¨®n, no despierta pasiones siquiera entre los suyos. La presentaci¨®n por Carlos Clotas del programa socialista espa?ol desde tres ejes -segunda modernizaci¨®n, extensi¨®n de los derechos civiles y sociales, y nuevas respuestas para los problemas globales- despert¨® inter¨¦s. Si gana, y el socialismo espa?ol desarrolla un pensamiento propio -doble condici¨®n-, ZP tiene la ocasi¨®n ¨²nica de convertirse en la referencia de la socialdemocracia en Europa. Se le espera en la cumbre en Londres en abril sobre Gobernanza Progresista, que deber¨ªa lanzar mensajes m¨¢s positivos.
La socialdemocracia ha perdido votos en la clase trabajadora y entre los sindicatos
?Por qu¨¦ esta crisis general de la socialdemocracia? Para empezar, en Europa y en EE UU el debate pol¨ªtico se sit¨²a a¨²n en el terreno marcado por los conservadores desde Reagan y Thatcher. La izquierda no ha logrado salir de ¨¦l, mientras crece el sentimiento antiglobalizaci¨®n y el temor a la inmigraci¨®n, lo que la derecha populista sabe explotar bien. Adem¨¢s, seg¨²n Edgar Grande, catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Comparativa de M¨²nich, el espectro pol¨ªtico se est¨¢ moviendo hacia la derecha en Europa. En el terreno de la pol¨ªtica cultural e identitaria, la derecha populista domina el discurso. No hay una cultura en la socialdemocracia sobre c¨®mo pensar la cuesti¨®n de la identidad, la inmigraci¨®n y otras dimensiones. De hecho, seg¨²n Grande, la globalizaci¨®n ha cambiado las bases de la pol¨ªtica en Europa Occidental, generando nuevas divisorias. Hay nuevos partidos populistas de extrema izquierda y de extrema derecha.
De las divisiones que cruzan a trav¨¦s de la tradicional visi¨®n entre izquierda y derecha, el tambi¨¦n alem¨¢n Gero Neugebauer ve tres dimensiones esenciales en cuanto a conflictos de valores: libertarios frente a autoritarios, justicia social frente a libre mercado, y religi¨®n frente a secularismo. Est¨¢n, as¨ª, surgiendo lo que Neugebauer llam¨® nuevos "milieus pol¨ªticos". El problema para la socialdemocracia es que, si quiere conseguir los votos necesarios para gobernar, debe situarse a la vez en todos ellos.
Otro factor que complica la situaci¨®n para los socialdem¨®cratas es que ¨¦stos han estado sobre todo dirigi¨¦ndose en los ¨²ltimos a?os a los ganadores de la globalizaci¨®n; mientras que su granero potencial de votos est¨¢ tambi¨¦n entre los perdedores. La socialdemocracia ha perdido votos en la clase trabajadora y entre los sindicatos, un terreno que, seg¨²n Roger Liddle, vicepresidente de Policy Network, ha ocupado en parte la extrema derecha. Entre los perdedores ha surgido una nueva categor¨ªa que ya no se llama el proletariado, sino el precariado, formado sobre todo por j¨®venes. Pues la desigualdad que genera no es s¨®lo entre capas sociales, sino entre generaciones. Seg¨²n el franc¨¦s Bernard Spitz, "la generaci¨®n pobre es la generaci¨®n joven".
Si Brown habl¨® de la necesidad de "liberar las potencialidades de todos", la educaci¨®n es una respuesta, siempre que reconozca la p¨¦rdida de valor de los diplomas, y de que la igualdad de oportunidades que genera deba darse a lo largo de toda la vida. Al cabo, la desigualdad mayor es "entre los que tienen control sobre su futuro y los que no".
Los socialdem¨®cratas, seg¨²n Grande, han sufrido adem¨¢s en casi toda Europa "el declive de una oposici¨®n responsable". Y un creciente abstencionismo en lo que se llama la "era del escepticismo", en el que votar o no ya no es una decisi¨®n derivada del sentido del deber. En todo caso, hubo un cierto acuerdo en que la renovaci¨®n desde el Gobierno es m¨¢s dif¨ªcil de llevar a cabo que desde la oposici¨®n.
La gran esperanza para los socialdem¨®cratas es el debate sobre el cambio clim¨¢tico, pero no son ellos los que lo han planteado, aunque lo hayan asumido. De hecho, se dijo, esta izquierda ha perdido capacidad a la hora de "poner temas sobre la mesa". Quiz¨¢s deba volver a mirar m¨¢s hacia los dem¨®cratas en EE UU.
www.elboomeran.com
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.