Israel mata a mujeres y ni?os en la mayor ofensiva contra Gaza desde 2002
M¨¢s de 60 palestinos muertos en un d¨ªa, la mitad civiles ajenos a la lucha
Desde el a?o 2002 no se empleaba el Ej¨¦rcito israel¨ª con semejante sa?a. En la madrugada de ayer, soldados apoyados por blindados, helic¨®pteros y cazabombarderos invadieron el norte de Gaza. A su paso salieron cientos de milicianos palestinos. Al menos 31 perecieron en los combates, como murieron dos uniformados israel¨ªes. Pero, al igual que en los tres d¨ªas anteriores, fueron los civiles de la franja quienes pagaron el precio.
Suelen perder la vida cuando la mala fortuna les sit¨²a en un lugar fatal, junto al veh¨ªculo repleto de milicianos alcanzado por un misil. Sin embargo, desde el jueves, las cifras se han multiplicado: la potent¨ªsima maquinaria militar israel¨ª mat¨® ayer a 30 mujeres, hombres y ni?os. Son 96 las personas fallecidas en cuatro d¨ªas, el 40% de ellas civiles ajenos a las escaramuzas.
Pocas horas despu¨¦s, ya de madrugada, la aviaci¨®n israel¨ª bombarde¨® las oficinas del l¨ªder de Ham¨¢s en Gaza, Ismail Haniya. El edificio qued¨® seriamente da?ado, pero no hab¨ªa nadie en el interior durante el ataque.
Los palestinos no albergan dudas: el alto n¨²mero de civiles muertos responde a una estrategia deliberada. Una estrategia que se ajusta a la mentalidad vengativa imperante en los pa¨ªses ¨¢rabes y en Israel. "Si los civiles en Sderot no pueden llevar una vida normal, tampoco podr¨¢n hacerlo en Gaza". Son palabras del primer ministro israel¨ª Ehud Olmert. La desproporci¨®n de los ataques no es nuevo no es factor a tener en cuenta.
El escenario de batalla fue el campo de refugiados de Yabalia, bautizado hace a?os como la Guarida del Le¨®n. All¨ª brot¨® la primera Intifada, en 1987, cuando era un feudo del marxista Frente Popular para la Liberaci¨®n de Palestina. Hoy, Ham¨¢s disfruta de un respaldo popular arrollador en este abigarrado enjambre de casas de cemento gris, habitadas por decenas de miles de refugiados expulsados por el Ej¨¦rcito israel¨ª en 1948. Desterrados de pueblos que fueron dinamitados sin dejar rastro, en una zona donde se ubica hoy Ashkel¨®n, que s¨®lo hablan de los cohetes Kassam que las milicias palestinas disparan contra la ciudad con frecuencia creciente.
El ministro de Defensa, Ehud Barak, advirti¨® el jueves: "Ham¨¢s pagar¨¢ un precio muy alto por los ataques con cohetes". Es lo que exige la mayor¨ªa de los lugare?os de Sderot, a tres kil¨®metros de Gaza. S¨®lo hay que darse un paseo para comprobar que la gente demanda venganza. Esta ciudad padece el constante lanzamiento de cohetes desde 2001. Matan estos proyectiles con escasa frecuencia (11 personas en siete a?os), pero la vida es insoportable. Ahora, Ashkel¨®n se une al desasosiego. Las milicias lanzaron ayer 50 cohetes.
Aun as¨ª, el sufrimiento es incomparable. Algunas mujeres y ni?os murieron ayer en Yabalia en la cocina o en los dormitorios de sus casas. Otros en las calles. En Gaza, llevan d¨¦cadas padeciendo ataques. Pero ahora la guerra adquiere nuevos tintes. Las milicias palestinas han logrado ("no podemos competir en cuanto a capacidad militar, pero podemos tocarles los test¨ªculos", afirma un dirigente islamista) extender el p¨¢nico en Israel.
Son gente dura. "Claro que sentimos las muertes de nuestros luchadores, pero nos alegran porque sabemos que lo hacen por una causa justa y siguiendo el camino correcto. Por eso no hablamos de funerales, sino de bodas de m¨¢rtires", afirmaba el jueves el diputado de Ham¨¢s Mohamed Shihab, de 52 a?os, 10 de ellos encarcelado en Israel. Un total de 61 bodas f¨²nebres se celebrar¨¢n hoy en Gaza. Entre ellas, la de su hijo Abdul Rahman.
Aseguran los dirigentes pol¨ªticos hebreos que la campa?a militar pretende impedir el lanzamiento de los cada vez m¨¢s potentes cohetes caseros contra las ciudades pr¨®ximas a la franja. Sin embargo, los mandos militares y los miembros del Gobierno admiten que ser¨¢ imposible detener el disparo de cohetes. Ni siquiera con una invasi¨®n permanente de la franja, alternativa de la que huyen como de la peste. M¨¢s bien parece que los ataques del Ej¨¦rcito y el brutal bloqueo econ¨®mico son parte de los esfuerzos por derrocar al Gobierno de Ham¨¢s en Gaza, del intento de forzar que la poblaci¨®n se alce contra los dirigentes islamistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.