Bl¨¢zquez se aferra a su perfil m¨¢s moderado ante el empuje de Rouco
El presidente de la Conferencia Episcopal cierra su mandato con un discurso sin cr¨ªticas al Gobierno - "La Iglesia no quiere imponer la moral cat¨®lica", dijo
"La Iglesia no quiere imponer la fe cristiana ni la moral cat¨®lica. Las ofrece con franqueza y valor a todos". Esta frase del presidente de los obispos, Ricardo Bl¨¢zquez, acapar¨® ayer la atenci¨®n principal apenas terminado su discurso de apertura en la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE). Sin embargo, no figuraba ni en el folleto editado previamente como obsequio a los reunidos, ni en el texto enviado por correo electr¨®nico a los medios de comunicaci¨®n. Salvo esa leve alusi¨®n a la mundanidad del catolicismo, nada dijo el obispo Bl¨¢zquez sobre la situaci¨®n actual de la Iglesia espa?ola y los reiterados enfrentamientos de su jerarqu¨ªa con el Gobierno socialista. Subrayaba as¨ª el perfil moderado que ha exhibido durante todo el mandato.
El l¨ªder de la CEE llama a la unidad de los obispos, cuestionada ahora
Anoche se realizaron varias votaciones de tanteo, sin candidatos alternativos
Bl¨¢zquez sabr¨¢ esta ma?ana, despu¨¦s de celebrar la misa en la Casa de la Iglesia en Madrid, si cuenta con los votos suficientes (40 sobre un censo de 78) para abordar un segundo mandato al frente de la CEE. Su obst¨¢culo principal es el cardenal de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco, que ya lider¨® a los prelados entre 1999 y 2005.
Anoche, los obispos ya realizaron varias votaciones secretas, conocidas estatutariamente como "de tanteo", para conocer las intenciones de la mayor¨ªa, en un sistema electoral en el que todos los prelados diocesanos son candidatos (cinco cardenales, nueve arzobispos y 52 obispos), aunque votan tambi¨¦n los 10 obispos auxiliares.
Las discrepancias con algunas de las leyes aprobadas en la pasada legislatura y las elecciones del pr¨®ximo domingo marcan esta renovaci¨®n de cargos episcopales. La disputa se limita a dos candidatos, salvo sorpresa de ¨²ltima hora: el propio Bl¨¢zquez, y el cardenal Rouco. Es dudoso que pueda surgir una "tercera v¨ªa", o que el cardenal de Madrid promueva a un "obispo tapado".
El nombre del elegido se conocer¨¢ este mediod¨ªa, y tambi¨¦n qui¨¦n ser¨¢ el nuevo vicepresidente. Ahora lo es el primado de Toledo, cardenal Antonio Ca?izares, que tampoco tiene segura la reelecci¨®n. La posterior comparecencia del nuevo l¨ªder episcopal ante la prensa, a las 12,30 horas, no dar¨¢ paso a preguntas, en contra de lo acostumbrado. Lo anunci¨® ayer la oficina de comunicaci¨®n de la CEE.
Pocas veces ha habido unas elecciones episcopales tan abiertas. Y nunca el candidato a la reelecci¨®n lleg¨® a las votaciones como simple obispo, es decir, sin que el Vaticano haya dado, en los tres a?os de mandato, ni una prueba de apoyarle decidiendo su ascenso a una archidi¨®cesis o nombr¨¢ndole arzobispo ab personam (a t¨ªtulo honor¨ªfico).
Bl¨¢zquez sigue siendo obispo de Bilbao, como cuando accedi¨® a la presidencia de la CEE, votado por 40 prelados. Minutos antes, el cardenal Rouco perd¨ªa la reelecci¨®n por no superar los dos tercios requeridos para un tercer mandado consecutivo. Hab¨ªa recibido, sin embargo, 51 votos, once m¨¢s que su sucesor.
En las votaciones de esta ma?ana, en cambio, Rouco sale con ventaja, si realmente aspira a volver a un cargo que ya desempe?¨® entre 1999 y 2005. Ayer lleg¨® tarde a la asamblea plenaria, cuando todos sus compa?eros de presidencia ya estaban sentados, porque su salud se ha vuelto a resentir (fue intervenido quir¨²rgicamente en octubre de 2004 para extirparle el ri?¨®n derecho). Pero despu¨¦s particip¨® en todas las sesiones de trabajo, animado y en buena forma.
Pocos prelados entre sus afines dudaban ayer que el cardenal tiene enormes posibilidades de ganar al obispo Bl¨¢zquez. Desde que abandon¨® el cargo hace tres a?os no ha hecho m¨¢s que acrecentar su poder, en la Iglesia espa?ola y en el Vaticano. All¨ª est¨¢ entre los que decide los nombramientos de obispos, y le ha quitado un voto al prelado de Bilbao apenas dos semanas atr¨¢s aceptando apresuradamente la jubilaci¨®n por edad de su auxiliar, Carmelo Echenagus¨ªa. Roma lo sustituy¨® por Mario Iceta Gavicagogeascoa, un doctor en Medicina y Cirug¨ªa por la Universidad de Navarra que hasta ahora ejerc¨ªa de vicario general en C¨®rdoba. Iceta no era el candidato de la di¨®cesis de Bilbao, y no podr¨¢ votar al no haber sido consagrado para el nuevo cargo.
Quiz¨¢ dolido por ese tipo de maniobras, y porque alg¨²n prelado ha actuado por su cuenta convocando, por ejemplo, masivas manifestaciones de fieles al margen de la Conferencia Episcopal, Bl¨¢zquez dedic¨® la primera parte de su discurso a recalcar la comuni¨®n eclesial y una "colegialidad episcopal que implica", dijo, "el afecto fraternal, la colaboraci¨®n generosa y la obediencia al Obispo de Roma".
"Lo que a todos nos afecta debe ser tratado entre todos", dijo. Tambi¨¦n se?al¨® que "en las asambleas episcopales se cumple la significaci¨®n literal de la palabra conferencia, es decir de reuni¨®n para conferenciar y conferir entre todos". "En el tratamiento y discusi¨®n de los temas cada obispo interviene con respeto y libertad, y con respeto y atenci¨®n es escuchado", concluy¨®.
Sin aristas tambi¨¦n transcurri¨® el discurso del nuncio (embajador) del Papa en Espa?a, el arzobispo portugu¨¦s Manuel Monteiro de Castro. Pero s¨ª lanz¨® un reto a los obispos: que vuelvan a estudiar la Nota doctrinal de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio de la Inquisici¨®n), de 14 de diciembre pasado, pidiendo a prelados y sacerdotes que se impliquen m¨¢s en "la evangelizaci¨®n". Tambi¨¦n les reclam¨® que combatan la "confusi¨®n creciente que induce a muchos a desatender y dejar inoperante el mandato misionero del Se?or: Id por todo el mundo y anunciad el Evangelio".
El poder de un cardenal
- La palabra cardenal, del lat¨ªn cardo, significa bisagra, una figura imponente en la Iglesia cat¨®lica. Son un centenar y ostentan el t¨ªtulo de pr¨ªncipes de la Iglesia. Como tales, entran en los despachos de Roma, incluido el del Papa, como cada obispo en su casa. De ah¨ª su preeminencia en las iglesias locales.- Es el caso de Antonio Mar¨ªa Rouco, gallego de 71 a?os. Pero esa autoridad se acrecienta por la antigua amistad del prelado de Madrid con el papa Benedicto XVI, con el que se comunica en alem¨¢n desde que ambos coincidieron en M¨²nich (Alemania), Rouco para doctorarse en teolog¨ªa y el profesor Joseph Ratzinger ya entonces como uno de los te¨®logos m¨¢s deslumbrantes -incluso m¨¢s progresistas- de la cristiandad.- Rouco naci¨® en Vilalba (Galicia) en 1936, y a la edad en que muchos brillantes eclesi¨¢sticos acceden ahora a una sede episcopal, ya era arzobispo de Santiago de Compostela. Antes hab¨ªa ejercido la docencia en la Universidad Pontificia de Salamanca, de la que fue vicerrector.
El obispo en la periferia
- La elecci¨®n de Bl¨¢zquez, contra todo pron¨®stico, como presidente de la Conferencia Episcopal fue interpretada con una coincidencia poco com¨²n. Desde el nacionalismo vasco, 10 a?os antes muy cr¨ªtico, hasta el Gobierno socialista, pasando incluso por los colectivos gays, todos interpretaron con regocijo y como un gesto muy positivo la sustituci¨®n del cardenal Rouco por Bl¨¢zquez, calificando a ¨¦ste, generosamente, como "dialogante", "moderado" e, incluso, "uno de los nuestros".- Tres a?os m¨¢s tarde, los calificativos se mantienen, pero Bl¨¢zquez no ha podido imponerlos entre sus correligionarios. Es m¨¢s, hay que remontarse a los a?os ochenta para encontrar una legislatura episcopal m¨¢s agitada, con m¨¢s enfrentamientos con el Gobierno, y con m¨¢s pol¨¦micas.- Nacido hace 65 a?os en Villanueva del Campillo (?vila), Ricardo Bl¨¢zquez inici¨® su carrera episcopal como prelado auxiliar del cardenal Rouco en 1988, cuando ¨¦ste era arzobispo en Compostela.
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