El dolor de Messi martiriza al Bar?a
La lesi¨®n del argentino paraliza un partido de claro color azulgrana y resuelto con un gol de Xavi
El llanto desgarrador de Messi convirti¨® un partido de fiesta mayor en un funeral imparable porque el dolor de la hinchada del Barcelona no cura normalmente hasta que sana el futbolista y sus lesiones acostumbran a ser largas. Lloraba tan desconsoladamente La Pulga que nadie, ni el capit¨¢n, le pudo calmar, roto como qued¨® a la salida de una pared con Zambrotta, cuando tiraba hacia la porter¨ªa. La lesi¨®n de siempre y el martirio de costumbre en el momento m¨¢s inoportuno como es norma en la casa. No hace ni tres meses que Messi se quebr¨® en Mestalla en un reprise, en una aceleraci¨®n, en una arrancada, en una jugada aparentemente intrascendente si se compara con la dificultad que tiene su gambeta.
BARCELONA 1 - CELTIC 0
Barcelona: Vald¨¦s; Zambrotta, Puyol, Thuram, Sylvinho; Xavi (Gudjohnsen, m. 81), Tour¨¦ (Edmilson, m. 66), Deco; Messi (Henry, m. 35), Eto'o y Ronaldinho. No utilizados: Pinto, Abidal, Iniesta y Bojan.
Celtic: Boruc; Wilson, Caldwell, McManus, Naylor; Hartley (McDonald, m. 77), Donati (Sno, m. 45); Nakamura, Scott Brown, McGeady; y Vennegoor of Hesselink (Samaras, m. 54). No utilizados: Mark Brown, Caddis, Presley, Robson y Killen.
Gol: 1-0. M. 2. Xavi remata un centro de Sylvinho despu¨¦s de una larga acci¨®n colectiva del equipo azulgrana.
?rbitro: Pieter Vink.
Camp Nou. 75.326 espectadores. Messi tuvo que retirarse por lesi¨®n.
El tanto de la victoria coron¨® una jugada coral estupenda en el mejor momento
?ltimamente Ronaldinho sale ganador en su comparaci¨®n con Henry
El f¨²tbol de Messi es muy arriesgado y su tensi¨®n muscular parece ¨²nica, qui¨¦n sabe si por gen¨¦tica o seguramente por una cuesti¨®n de crecimiento. ?Puff! Le explota la pierna, b¨ªceps femoral de la pierna izquierda generalmente, cuando le somete a un esfuerzo corto e intenso. Ya advirtieron Rijkaard y los m¨¦dicos en el Calder¨®n que el delantero andaba cargado. Jug¨® casi media parte contra el Atl¨¦tico, obligado por el resultado, y revent¨® ayer ante el Celtic.
Retirado Messi, el partido ya no tuvo ninguna historia. Ni el mejor de los goles pod¨ªa competir con el impacto que provoc¨® la lesi¨®n de La Pulga, que form¨® en el equipo titular cuando parec¨ªa un partido de entretiempo, menos relevante que el del s¨¢bado. El marcador de la ida (2-3) le quitaba dramatismo a la vuelta. Al Bar?a, sin embargo, le dio un ataque de responsabilidad, ni que fuera para disimular la derrota en el Calder¨®n, de manera que los directivos y el director t¨¦cnico incidieron desde el domingo en la trascendencia del partido de anoche en el Camp Nou. A la declaraci¨®n institucional de la previa sigui¨® una formaci¨®n seria, o al menos consecuente con las necesidades del equipo, sin mayor comentario que la baja por enfermedad de Milito, la titularidad de Sylvinho en detrimento de Abidal en un intento de alargar el campo con un zaguero ofensivo, y la continuidad de Ronaldinho, que sale ganador ¨²ltimamente de las comparativas con Henry. El debate alrededor de la formaci¨®n se simplifica cuando juega Messi. Aunque la presencia de La Pulga no garantiza la victoria, funciona como declaraci¨®n de intenciones porque es un delantero que marca diferencias. Hasta que se rompe por lesi¨®n.
Los azulgrana se quitaron cualquier miedo al fracaso en un cuarto de hora con una lecci¨®n de f¨²tbol. A los dos minutos ya hab¨ªan cantado el gol de costumbre de Xavi despu¨¦s de una jugada colectiva estupenda -Tour¨¦ fue el ¨²nico que no intervino-, tanto por la elaboraci¨®n como por la definici¨®n, tan precisa como el centro de Sylvinho y el gesto t¨¦cnico de Ronaldinho cuando toc¨® para la llegada del lateral: 46 toques y 20 combinaciones en 55 segundos. El meneo barcelonista dur¨® poco para suerte del Celtic, de nuevo hipnotizado, espectador del despliegue coral de los chicos de Rijkaard. Jug¨® el Barcelona a lo largo y ancho del campo, con tensi¨®n competitiva, y tambi¨¦n velocidad de bal¨®n, hasta que se rompi¨® Messi.
El Celtic es al fin y al cabo un libro abierto, tan intimidador en su cancha como manso en campo ajeno, donde su ¨²ltima victoria data de agosto del a?o 2003 y solamente ha contado un empate en las 17 ¨²ltimas salidas. A Gordon Strachan de nada le sirvi¨® poner un centrocampista m¨¢s y un delantero menos, porque a su muchachada el campo le result¨® demasiado grande y el adversario fue inalcanzable.
Decantado el marcador, el partido perdi¨® muy pronto inter¨¦s y a la que Messi se puso a llorar de dolor se acab¨® la jarana, muy estimable si se tiene en cuenta la noche fr¨ªa y de viento que azotaba el estadio. La noche era desagradable y acab¨® de manera lamentable. El Barcelona se desenchuf¨® y el Celtic pudo aspirar a un marcador decoroso. Los delanteros azulgrana no atinaron en un par de remates francos, sobre todo uno de Ronaldinho y otro de Eto'o, y pr¨¢cticamente en la ¨²ltima acci¨®n del partido dio fe de vida Vald¨¦s.
Nadie reparaba en nada de cuanto ocurr¨ªa en la cancha porque el drama estaba en el vestuario, en la cl¨ªnica, en Messi.
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