Jeff Healey, vibrante m¨²sico de 'blues' y jazz
Ciego desde ni?o, era un virtuoso de la guitarra
Jeff Healey, vibrante m¨²sico de blues y jazz, falleci¨® el domingo 2 de marzo en su Toronto natal, v¨ªctima del c¨¢ncer, enfermedad que le acos¨® durante buena parte de sus 41 a?os de existencia. Hasta hace unas semanas, actuaba en cuanto sal¨ªa del hospital. Le distingu¨ªa su h¨¢bito de tocar sentado, la guitarra sobre las piernas. Ocasionalmente, tambi¨¦n interpretaba la trompeta y el clarinete.
La vida fue alternativamente cruel y generosa con Norman Jeffrey Healey. Nacido el 26 de marzo de 1966, ten¨ªa un a?o cuando tuvieron que extirparle los ojos, debido a un c¨¢ncer en las retinas. Esa minusval¨ªa le hizo concentrarse en la m¨²sica desde cr¨ªo. Demasiado peque?o para manejar una guitarra, aprendi¨® a tocarla coloc¨¢ndosela en el regazo, postura que ya utilizaban los magos de la lap steel. Tambi¨¦n se convirti¨® en un fan¨¢tico del blues y el jazz, amasando una asombrosa colecci¨®n de placas de 78 revoluciones por minuto.
Jeff empez¨® a presentarse en p¨²blico cuando no era ni mayor de edad; su ceguera, sus pirotecnias guitarreras y su fervor como vocalista destacaron en la competitiva escena canadiense. La Jeff Healey Band era uno de los fen¨®menos de Toronto, con algunos singles autoeditados, cuando llam¨® la atenci¨®n de unos cazatalentos de Hollywood, que requirieron sus servicios para De profesi¨®n: duro (1989), una pel¨ªcula donde Patrick Swayze hac¨ªa de encargado de seguridad en uno de esos alborotados locales estadounidenses que vibran al ritmo del blues-rock; el papel de villano correspond¨ªa a Ben Gazzara. All¨ª sonaban sus potentes lecturas de temas de los Doors o Bob Dylan.
Simult¨¢neamente, le fichaba Arista Records y le pon¨ªa en manos de productores como Jimmy Iovine. Su primer ¨¢lbum, See the light (1988), gener¨® un gran ¨¦xito con su versi¨®n de una emotiva balada de John Hiatt, Angel eyes. Para su segundo trabajo, Hell to pay (1990), contaba con apariciones de admiradores brit¨¢nicos como George Harrison o Mark Knopfler. Sin embargo, ya se evidenciaba su problema: su repertorio no estaba a la altura de sus habilidades digitales, una discordancia que intent¨® resolver con una colecci¨®n completa de versiones, Cover to cover (1995).
El grupo funcionaba maravillosamente en directo, pero su l¨ªder se fue desencantando de la f¨®rmula, que le enfrentaba adem¨¢s con la discogr¨¢fica, empe?ada en que obedeciera los par¨¢metros del rock convencional. Casado y con hijos, decidi¨® parar. Mont¨® su propio club en Toronto, Jeff Healey's Roadhouse, y desarroll¨® una carrera de bajo perfil al frente de los Jazz Wizards, tocando dixieland y otras m¨²sicas arcaicas; lanz¨® tres discos en esa onda a trav¨¦s de la independiente Stony Plain. Aprovechando la profundidad de su discoteca, present¨® programas de jazz en la Canadian Broadcasting Corporation y en la emisora local CJRT-FM. En los ¨²ltimos tiempos, preparaba una vuelta a la l¨ªnea primigenia con su noveno ¨¢lbum, Mess of blues. Llevaba a?os batallando con el c¨¢ncer, que le atac¨® diferentes partes de su cuerpo; el domingo, en un hospital de Toronto, perdi¨® la guerra.
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