Elogio del 'best seller'
Hay libros que encantan a mucha gente, y se les llama best sellers, aunque su rasgo esencial quiz¨¢ sea que permiten a muchos hablar de la misma historia durante el mismo tiempo, contar y comentar el mismo cuento. En estos casos, la pareja que forman el autor y el lector se expande, la intimidad de la lectura se ampl¨ªa masiva y prodigiosamente. Son lecturas e historias de alcance universal. Imaginemos, con Ken Follett, el robo de un virus mortal en un laboratorio, y mezcl¨¦moslo en el tubo de ensayo novelesco con una intriga amorosa, entre la Navidad y la nieve, la reuni¨®n familiar y el gansterismo, amenazados por una irreparable contaminaci¨®n colectiva. O sigamos a Antonio Sk¨¢rmeta en su descubrimiento de la amistad entre un muchacho, cartero, y el viejo poeta, Neruda, que conoce el poder de las palabras para conseguir una novia y para combatir el mal.
Lo m¨¢s ¨ªntimo se funde con aventuras de cr¨ªmenes y religiones y ciencias enloquecidas. Hay mundos privados y p¨²blicos en peligro, cat¨¢strofes personales y universales, h¨¦roes de la antig¨¹edad y de la inmediata realidad diaria. Michael Crichton fantasea a prop¨®sito del cambio clim¨¢tico como si se tratara del renacimiento de los dinosaurios, mientras Helen Fielding y Olivia Goldsmith nos identifican con mujeres humor¨ªsticamente irritadas y jam¨¢s rendidas. Isabel Allende prueba que la memoria es emocionante, y sus hero¨ªnas tienen la fortaleza necesaria para cargar con el pasado de los hombres. El esp¨ªa Bourne, de Robert Ludlum, es un caso de amnesia, pero lleva el pasado injerto en el cuerpo bajo forma de microfilme. La actualidad y la antig¨¹edad caben en la misma habitaci¨®n: el ?frica de John Le Carr¨¦ y la China vista con ojos romanos del siglo III de Valerio Massimo Manfredi. Pasado y presente son una sola f¨¢bula, y Julia Navarro cuenta una historia en la que se re¨²nen el b¨ªblico Abraham, los campos de concentraci¨®n nazis, la guerra de Irak, la arqueolog¨ªa y el tr¨¢fico de obras de arte.
Lo fant¨¢stico se supone realidad, y al rev¨¦s. Robert Louis Stevenson dec¨ªa que, cuando en una novela encontraba algo verdaderamente incre¨ªble, lo cre¨ªa inmediatamente real. Pero estamos hablando de amor, lealtad, traici¨®n, venganza y redenci¨®n. Hablamos del destino, en este momento y siempre. Rememoramos un pasado catastr¨®fico que, superado o enterrado, nos encamin¨® hacia un futuro catastr¨®fico que posiblemente tambi¨¦n merezca salvaci¨®n. Las historias de estos libros, compartidas por muchos, se salen de las p¨¢ginas, se transforman en cine, televisi¨®n, m¨²sica, programas tur¨ªsticos, videojuegos, modas, vida.
Una lectora me dec¨ªa que contar juntos el mismo cuento se parece a cantar juntos en un estadio. El premio Nobel de literatura Orham Pamuk se limita a recorrer su ciudad, Estambul, la vieja Constantinopla, hecha intimidad y memoria, para ir separando los estratos de las ruinas hist¨®ricas y del recuerdo personal. Tambi¨¦n en las historias de estos libros multitudinarios encontramos estratos de todas las f¨¢bulas que nos hemos transmitido desde siempre para entendernos con el mundo.
Babelia
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