Gana la confrontaci¨®n
En un debate celebrado hace mucho tiempo en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, Joaqu¨ªn Leguina, por entonces presidente de la Comunidad de Madrid, afirm¨® ante Joan Lerma y Rodr¨ªguez Ibarra que "los recursos de competencia [presentados ante el Tribunal Constitucional] son recursos de incompetencia". Entonces, y ahora, la frase del que fuera dirigente de los socialistas madrile?os se encontraba a caballo entre la boutade y la exageraci¨®n. Pero con el discurrir de los tiempos -han pasado a?os, recu¨¦rdese que por entonces Lerma presid¨ªa la Generalitat- su ocurrencia cobra cada vez m¨¢s sentido.
Hace nada, el viernes de la semana pasada, el Consell anunciaba la presentaci¨®n de otro recurso de inconstitucionalidad, esta vez a cuenta de la ley estatal que regula las empresas de inserci¨®n social. Nada que objetar si no fuera porque estas iniciativas m¨¢s a menudo de lo deseable se convierten en aut¨¦nticas cortinas de humo con las que ocultar las carencias propias. En la referencia del pleno del Consell su vicepresidente, Vicente Rambla, afirm¨® que en el futuro el gobierno valenciano seguir¨ªa reivindicando el trasvase del Ebro, el AVE, la mejora de la financiaci¨®n auton¨®mica y m¨¢s polic¨ªas y guardias civiles para mejorar la seguridad ciudadana.
De la Vega sostiene que el futuro pasa por la cooperaci¨®n con el Gobierno
Rambla ya anunciaba el viernes que el Consell mantendr¨ªa su actual pol¨ªtica de confrontaci¨®n con el Gobierno de Espa?a -tal vez, inconscientemente, daba por perdidas las elecciones- a cuenta de todos los agravios y marginaciones reales o supuestas. El victimismo le ha sido muy rentable electoralmente al PP valenciano y a su presidente, Francisco Camps. ?Para qu¨¦ cambiar?
El resultado electoral de ayer arroja un saldo muy favorable a los partidarios de la confrontaci¨®n, sin embargo, el presidente Camps deber¨ªa revisar su dontancredismo. Lleva cuatro a?os pronosticando que el gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero iba a ser un "par¨¦ntesis" en la historia de Espa?a. El par¨¦ntesis va para ocho a?os y habr¨¢ que ver c¨®mo se mantiene durante tanto tiempo la falacia de que los m¨¦ritos, cuando se producen, son propios y las culpas, ajenas. Al poco de llegar al poder el PP en la Comunidad Valenciana, cuando se produc¨ªa una bajada del paro era como consecuencia del efecto Zaplana, pero si sub¨ªa la responsabilidad era de Felipe Gonz¨¢lez. Camps ha llevado hasta el paroxismo este estilo de irresponsabilidad institucional. Ocurra lo que ocurra en la Comunidad Valenciana, si las cosas van mal son culpa de Zapatero y si van bien es gracias al sabio proceder del presidente. Este simplismo pol¨ªtico ha funcionado muy bien para el PP en estos ¨²ltimos cuatro a?os. La pregunta es si va a funcionar igual de bien en el futuro.
La vicepresidenta De la Vega sostiene de manera firme la conveniencia de pasar de la confrontaci¨®n a la cooperaci¨®n en el Estado de las autonom¨ªas. Es una reflexi¨®n de calado que Camps deber¨ªa tener en cuenta porque si hay que tomarse en serio a la vicepresidenta -y en el PP deber¨ªan tom¨¢rsela-, los compromisos que ha asumido en esta campa?a y su personalidad pol¨ªtica complicar¨¢n el discurso del PP, que es rentable, pero empieza a quedarse antiguo. Insistir en el trasvase, el AVE, la financiaci¨®n y la seguridad es anclarse en el pasado, por mucho que satisfaga a Camps.
El papel de De la Vega ser¨¢ determinante en las relaciones Gobierno-Generalitat, pero no menos en el futuro del PSPV. Tras la victoria, los socialistas encaran el congreso federal con algo m¨¢s que una sonrisa; pero en el ADN del socialismo valenciano est¨¢ el utilizar todos los procesos congresuales para medir sus fuerzas y calibrar la influencia de los diferentes sectores antes de celebrar el suyo. Una vez m¨¢s, como tantas veces en los ¨²ltimos a?os, corren el riesgo de equivocarse. La vicepresidenta ha hablado de renovaci¨®n y todo indica que apuesta por innovar ideas y personas.
El proyecto que ha desarrollado durante la campa?a est¨¢ en las ant¨ªpodas del discurso de notables barones territoriales del PSPV, pero m¨¢s cerca de lo que podr¨ªa parecer del que defend¨ªa el defenestrado Ignasi Pla. S¨®lo que en el caso de la vicepresidenta la partitura suena como si la interpretara una orquesta sinf¨®nica, mientras que en el del ex secretario general no eran pocos los m¨²sicos de la banda que iban a su aire.
El PSPV se equivocar¨¢ si se empe?a en aplicar recetas viejas a tiempos nuevos. Habr¨¢ que estar atentos al mensaje que Zapatero mandar¨¢ en la composici¨®n de la ejecutiva federal. Los datos de la Comunidad Valenciana de estas generales vuelven a poner de relieve la potencia del PP y las dificultades de los socialistas para recuperar terreno. El bloque de la izquierda ha retrocedido respecto de 2004 y ese no es un dato menor a la hora de los an¨¢lisis.
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