"La experiencia africana me ha convertido en un europeo mejor"
El inspector Kurt Wallander, personaje literario creado por el escritor sueco Henning Mankell (Estocolmo, 1948), ha arrastrado a la Suecia menos id¨ªlica que uno puede imaginar a millones de lectores en todo el mundo. Su pr¨®xima obra, Morir¨¦, pero mi memoria sobrevivir¨¢ (Tusquets), se editar¨¢ en Espa?a en abril y es una reflexi¨®n sobre el devastador impacto del sida en ?frica. El escritor lleva al lector a trav¨¦s de sus palabras por algunos poblados de Uganda. Habla del terror de los occidentales a esa enfermedad, pero sobre todo del dolor y la angustia de los africanos. Mankell estuvo ayer en Espa?a para recibir el Premio Reina Cristina de Suecia que le han otorgado por la promoci¨®n cultural que hace de su pa¨ªs en Espa?a, en donde ha vendido un mill¨®n de libros. El escritor reparte su vida entre Suecia y Mozambique, pa¨ªs al que destina importantes ayudas econ¨®micas para la educaci¨®n.
"Los cr¨ªmenes y delitos de mis novelas son espejo de la sociedad"
"En ?frica he aprendido mucho sobre la condici¨®n humana"
"El analfabetismo es una enfermedad m¨¢s. Es triste que est¨¦ sin resolver"
"Dudo que el inspector Wallander y yo fu¨¦ramos buenos amigos"
Pregunta. ?Qu¨¦ ha aprendido de sus a?os en ?frica?
Respuesta. Especialmente sobre la condici¨®n humana. Cuando llegu¨¦ a ?frica estaba buscando las diferencias y lo ¨²nico que he encontrado son similitudes. Hoy s¨¦ que todos estamos relacionados, pero con algunas diferencias destacables. En ?frica uno se topa con mucha pobreza que lleva a diferencias en las formas de vivir. La experiencia africana me ha convertido en un europeo mejor. La democracia en Europa es el mejor sistema pol¨ªtico que existe. Hay todav¨ªa muchos problemas en ?frica por la falta de democracia. En Europa tenemos una importante falta de comprensi¨®n sobre nuestra historia. Las generaciones j¨®venes saben muy poco sobre la historia y eso es muy peligroso porque eso nos podr¨ªa llevar a una repetici¨®n de los errores del pasado. En ?frica, por el contrario, la gente cuida m¨¢s de su historia.
P. ?Su vida en ese continente le ha hecho mejor persona?
R. S¨¦ que s¨¦ m¨¢s de lo que hubiera sabido si tan s¨®lo hubiese vivido en Europa.
P. En abril se edita en Espa?a Morir¨¦, pero mi memoria sobrevivir¨¢, una reflexi¨®n sobre el sida.
R. Uno de los grandes problemas de ?frica es el sida. En Europa hoy no es una enfermedad mortal, pero all¨ª s¨ª y tenemos que considerar que sigue siendo nuestro problema y estar dispuestos a ayudar a esa gente en nombre de la solidaridad y humanidad. Ayudamos, pero podr¨ªamos ayudar mucho m¨¢s. Todo lo que hacemos llega demasiado tarde. Hagamos lo que hagamos, podemos hacer m¨¢s y esto es un desaf¨ªo para nosotros.
P. ?Qu¨¦ piensa cuando contempla las decenas de pateras llegando a Espa?a?
R. Los pa¨ªses europeos tienen que asumir su responsabilidad para poder ayudar a Espa?a. Est¨¢ absolutamente sola y eso es terrible. No es un problema espa?ol sino europeo, y deber¨ªamos ayudar a encontrar las soluciones adecuadas. La soluci¨®n no es dejar que la gente se muera en sus orillas. Es un hecho terrible.
P. ?Su proyecto en el teatro Avenida, de Maputo, es un paso m¨¢s para acabar con el analfabetismo?
R. El analfabetismo es una enfermedad m¨¢s. Cuando la gente no puede leer, y es mucha, no puede conseguir la informaci¨®n necesaria para protegerse, por ejemplo, del sida y eso trae consigo otros importantes problemas. Es triste y terrible que en 2008 no se haya resuelto el hecho de que tantas personas no sepan leer y escribir. El teatro vivo y la radio son las ¨²nicas formas que tiene la gente para ver una exposici¨®n de su vida de forma art¨ªstica. El teatro es tremendamente importante. Ser¨ªa magn¨ªfico presentar Hamlet. Tenemos los recursos, pero hemos optado por no hacerlo porque hay otras obras m¨¢s importantes para ellos como las que hablan de la vida cotidiana. Se ha representado La casa de Bernarda Alba, de Lorca, porque en la forma en que vive la familia y la situaci¨®n de la mujer tiene mucho que comunicar a las mujeres de ese continente. Tenemos que pensar y darnos cuenta de que el 75% de nuestro p¨²blico no sabe leer ni escribir.
P. Tan s¨®lo se ha subido en una ocasi¨®n a un escenario. ?Sentido del rid¨ªculo o miedo?
R. Tengo mucho respeto por los actores porque creo que es una de las profesiones m¨¢s dif¨ªciles y complicadas en la vida. Ser¨ªa una hipocres¨ªa pensar que yo tengo algo que hacer en un escenario. No me atrever¨ªa, y si lo hiciera espero que los actores me echen. Prefiero funcionar como director o como dramaturgo.
P. Con su inspector Wallander ha mostrado una Suecia bastante terrible. ?Le gusta el realismo social?
R. Hay que utilizar los cr¨ªmenes o los delitos como un espejo de la sociedad. Es una tradici¨®n antigua en la literatura. Desde el principio los escritores han entendido que la situaci¨®n dram¨¢tica que conlleva el delito es una manera muy buena de escribir sobre la sociedad. Tengo que decir que Macbeth es una historia de cr¨ªmenes magn¨ªfica. Hay una parte de las historias de ficci¨®n en la que hay cr¨ªmenes y delitos que no me gusta, es puro entretenimiento. Hay otra en que se relatan historias que me resultan m¨¢s apetecibles.
P. Su personaje Wallander no es el m¨¢s simp¨¢tico del mundo. ?Se lo llevar¨ªa de copas?
R. Para nada, menudo aburrimiento. Dudo que el inspector Wallander y yo fu¨¦ramos buenos amigos. Y para escribir no est¨¢ mal porque resulta m¨¢s interesante hablar sobre una persona que no te gusta mucho. Puede resultar m¨¢s divertido. Lo ¨²nico que tenemos en com¨²n ¨¦l y yo es la edad, nuestra pasi¨®n por la ¨®pera italiana y que somos muy trabajadores. En lo dem¨¢s, afortunadamente, no tengo ninguna similitud con ¨¦l. Qu¨¦ aburrido.
P. ?Tiene intenci¨®n de recuperarlo como protagonista? ?Lo llevar¨¢ a ?frica?
R. He dado muchas vueltas a la cabeza sobre ese asunto. Alg¨²n d¨ªa volver¨¦ con ¨¦l y tengo que encontrar una raz¨®n para mandarlo a ?frica. Hay que esperar y ver lo que pasa. Dej¨¦ de escribir sobre ¨¦l por respeto hacia m¨ª y mis lectores. No quer¨ªa escribir algo en poco tiempo y que la gente viera que me estaba cansando un poco o que se hab¨ªa convertido en rutina. Par¨¦ de trabajar mientras estaba contento.
Babelia
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