Pep¨ªn Liria salva la tarde
Ni ruido ni nueces. Ni s¨ª ni no. Sino todo lo contrario. Festejo casi plano y con muy poca historia. La que tuvo se la apunta en el haber Pep¨ªn Liria, que en la rueda de despedida dec¨ªa adi¨®s a la afici¨®n valenciana. A las manos expertas del murciano fue el toro que salv¨® el honor ganadero, el cuarto. Corto de caja ese toro, poco desarrollado en defensas, fue recibido por Liria con una larga cambiada de rodillas. Vistos los antecedentes, Liria lo cuid¨® con esmero en el primer tercio. Dos varas de entrar y salir casi al mismo tiempo. Sin calentamiento previo, Liria se hinc¨® de rodillas en el platillo. Pa?osa por delante y al buen son del toro, un muletazo por alto y dos derechazos genuflexos. Bocanada de aire fresco en la tediosa tarde. Ya de pie, la entrega del torero y la del toro se repartieron a partes iguales. Puso el torero y puso el toro. Atacaron los dos. Af¨¢n por torear y vocaci¨®n de embestir. Buen pulso, adem¨¢s, en el manejo de la muleta. Mu?ecas sueltas. Por momentos buen toreo. Cuando la cosa perd¨ªa intensidad, Liria atac¨® sin reservas. Los rodillazos finales, una concesi¨®n. Una traca final que tuvo merecido premio.
Montalvo / Liria, Bautista, Tejela
Toros de Montalvo, justos los tres primeros y m¨¢s aparentes el resto. Mansotes y nobles, destac¨® el cuarto.
Pep¨ªn Liria: silencio y oreja. Juan Bautista: saludos y saludos. Mat¨ªas Tejela: palmas y silencio.
Plaza de Valencia, 14 de marzo. 7? de
Feria. Casi tres cuartos.
Antes de ese cuarto, Liria sorte¨® con oficio al descastado que abri¨® plaza. Se movi¨® ese toro con cierto genio en banderillas y lanz¨® tarascada al aire al final de cada pase. Liria plante¨® la faena sin cabrear al enemigo. Larga labor. De treguas pactadas. De experto profesional. No lucida, pero s¨ª efectiva. Se trataba de eso. La espada dej¨® en nada faena tan elaborada.
Los dos toros de Juan Bautista fueron un calco en la muleta, descastados y sosos. El segundo, que busc¨® el bulto en banderillas, a¨²n le dej¨® estirarse por el lado derecho. Muchos muletazos. Unos con sentido, otros de simple burocracia. Por el izquierdo, el de Montalvo ni de broma. Unas bernardinas finales intentaron colorear el asunto. Con el manso quinto, m¨¢s de lo mismo. Pero con menos eco.
Mat¨ªas Tejela acab¨® ahogando al vulgarote tercero en un trabajo a destajo, sin orden ni concierto. Con el mansote y descastado sexto no se dio coba. Se desenga?¨® pronto y busc¨® la espada en cuanto tuvo una excusa.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.