Educaci¨®n endurece las sanciones disciplinarias en los institutos

Educaci¨®n present¨® ayer una bater¨ªa de medidas para reforzar la disciplina en las aulas. El decreto de derechos y deberes del alumnado endurece las sanciones a los estudiantes; ampl¨ªa su n¨²mero; reduce los plazos para ejecutarlas; contempla nuevos agravantes (como la difusi¨®n de las infracciones por Internet); extiende el radio de acci¨®n del centro a los actos cometidos fuera del instituto; prev¨¦ el env¨ªo a la Fiscal¨ªa de Menores de aquellos casos en los que los padres no se impliquen, si esa conducta "causa grave da?o al proceso educativo de su hijo"; eleva a los profesores a la categor¨ªa de autoridad p¨²blica (lo que tendr¨¢ consecuencias si son objeto de agresiones); aumenta los requisitos para ir a la huelga, y da carta de naturaleza a lo que padres y sindicatos han bautizado como "aulas ret¨¦n": clases separadas donde podr¨¢n ser confinados temporalmente quienes incumplan las normas de convivencia.

La lista de derechos ignora al alumnado con necesidades especiales

El decreto recoge la posibilidad de que los centros constituyan equipos de mediaci¨®n para solucionar conflictos (algo que ya funcionaba en algunos institutos), y un largo listado de derechos (muchos, reconocidos por la Constituci¨®n), entre los que el consejero Alejandro Font de Mora destac¨® dos: "La formaci¨®n en el esfuerzo y el m¨¦rito", y "la formaci¨®n ¨¦tica o moral que est¨¦ de acuerdo con sus propias creencias y convicciones". Un derecho que el consejero relacion¨® con la objeci¨®n de conciencia y con la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa pero que tendr¨¢, probablemente, un recorrido corto.

Se echa en falta en el exhaustivo cat¨¢logo del decreto (que comprende la "formaci¨®n del ocio y el tiempo libre" o la "formaci¨®n en los buenos h¨¢bitos del consumo") alguna referencia a los derechos de los alumnos con necesidades especiales (aquellos que por ejemplo necesitan de un acompa?ante para comer o ir al ba?o), cuyos padres se han movilizado reiteradamente en los ¨²ltimos a?os.

El decreto, que tambi¨¦n establece derechos y deberes de padres, profesores y personal de administraci¨®n, fue entregado a la prensa por la ma?ana. A media tarde, ni los sindicatos ni el Consell Escolar lo hab¨ªan recibido, lo que llev¨® a Gonzalo Fern¨¢ndez, de UGT, a criticar a Font de Mora por su falta de "cultura democr¨¢tica". El consejero se hab¨ªa curado en salud: al presentar el proyecto, declar¨® que la b¨²squeda de consenso hab¨ªa sido tan amplia que convert¨ªa a la norma en la m¨¢s democr¨¢tica "no ya de la historia valenciana, sino de toda Espa?a".

- Acoso escolar. La figura aparece recogida, seg¨²n Educaci¨®n, por primera vez en una norma, entre las "conductas gravemente perjudiciales para la convivencia en el centro".

- Fuera del instituto. La direcci¨®n podr¨¢ sancionar las agresiones que se realicen fuera del recinto del centro cuando est¨¦n "directamente relacionadas con la vida escolar".

- Agravante tecnol¨®gico. La difusi¨®n de las infracciones a trav¨¦s de Internet o de los tel¨¦fonos m¨®viles conllevar¨¢ un aumento del castigo.

- Padres irresponsables. Cuando las medidas "correctoras" exijan la intervenci¨®n de los padres o tutores y ¨¦stos la rechacen, la Administraci¨®n educativa lo pondr¨¢ en conocimiento de la Fiscal¨ªa de Menores, si considera que la inhibici¨®n paterna causa un da?o grave al proceso educativo del estudiante.

- M¨®viles confiscados. Los tel¨¦fonos y otros aparatos electr¨®nicos ajenos que se empleen en clase ser¨¢n requisados y devueltos, en el caso de los menores, a los padres en presencia del alumno.

- Condiciones de la huelga. Para no ser consideradas faltas injustificadas, deber¨¢n ser convocadas al menos por 20 alumnos con cinco d¨ªas de antelaci¨®n. Los participantes tendr¨¢n que presentar un permiso paterno que exonere al instituto de lo que pueda sucederles.

- Pago de da?os. El decreto hace expresamente responsables a los padres y tutores de la responsabilidad civil de los actos vand¨¢licos que cometan sus hijos.