Gifford hace memoria en Sevilla
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"Cuando Roy ten¨ªa cinco a?os, su madre le llev¨® a casa de la abuela en Chicago para que le cuidara mientras ella se iba de viaje a Acapulco con su nuevo amigo, Rafaelito Faz". Ese ni?o se convirti¨® entonces en uno de los personajes del imaginario infantil de Barry Gifford. El escritor y guionista estadounidense, de 61 a?os, le observaba cuando sal¨ªa a la calle y todav¨ªa hoy lo recuerda se?alando a las ratas durante una huelga de basureros o quej¨¢ndose de su soledad... Tanto es as¨ª que su recuerdo se ha convertido en uno de los 25 relatos de Memories from a sinking ship, un audiolibro que ayer ofreci¨®, en el teatro Lope de Vega de Sevilla, a los asistentes a la segunda velada literaria del Festival Palabra y M¨²sica.
Gifford, precedido en el escenario por el escritor Fernando Mansilla y el colectivo musical sevillano Master y Mister, recit¨® su propia memoria acompa?ado de los sonidos electr¨®nicos del m¨²sico madrile?o Miguel Gil Tertre, alias Strand. Entre latidos y proyecciones de fotograf¨ªas en blanco y negro, se escucharon las historias de los personajes que marcaron su vida, en los Estados Unidos de los a?os cincuenta y sesenta. Un padre g¨¢nster, amigos reales y so?ados, los amantes de sus madres, los viajes, la V¨ªbora, Calavera Dorfman..., vecinos disparatados que, en su conjunto, tejieron un universo divertido y tr¨¢gico al mismo tiempo y transmitieron al p¨²blico la agradable sensaci¨®n de estar viendo una serie de televisi¨®n bien orquestada. El autor, testigo de la generaci¨®n beat, bi¨®grafo de Jack Kerouac y colaborador de cineastas como David Lynch o ?lex de la Iglesia, admite que todo lo que suele evocar no es otra cosa sino una "versi¨®n personal del pasado".
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