"Luchar contra la corrupci¨®n no es un camino f¨¢cil"

Desde 1980, la revista Zeta mantiene una tenaz e infatigable batalla contra la corrupci¨®n y el narcotr¨¢fico en el Estado mexicano de Baja California. "No ha sido un camino f¨¢cil", afirma su directora, Adela Navarro. Zeta naci¨® como consecuencia de una "represi¨®n gubernamental". El Gobierno arrebat¨® al editor Jes¨²s Blacornelas el peri¨®dico Abc y tras dos a?os exiliado en Estados Unidos, regres¨® a Tijuana para alumbrar la revista. Eran tiempos en los que el periodismo mexicano era "de corte oficialista y no hab¨ªa medios libres", recuerda Navarro.

El semanario se especializ¨® desde el principio en el periodismo de investigaci¨®n para destapar las mafias del crimen organizado, la corrupci¨®n y el narcotr¨¢fico. "Es dif¨ªcil, pero ¨¦sa es nuestra l¨ªnea editorial y nuestro compromiso con los lectores", explica Navarro, de 39 a?os, que ha sufrido de cerca el precio de la independencia y de la libertad de expresi¨®n.

Varios periodistas que desvelaron los nombres de los cabecillas del narcotr¨¢fico han sido diana de atentados. El cofundador de la publicaci¨®n H¨¦ctor F¨¦lix Miranda y el editor Francisco Ortiz cayeron asesinados en 1988 y 2004, respectivamente. "Ninguno de los sospechosos de los cr¨ªmenes est¨¢ en prisi¨®n. Las autoridades mexicanas nos est¨¢n dejando solos", dice con amargura Navarro. Pero se mantiene firme en la defensa de la l¨ªnea editorial y del lema que preside Zeta: "M¨¢s vale perder nota que perder credibilidad". Para proteger la vida de los periodistas, el equipo directivo decidi¨® que todas las informaciones llevaran una firma tan global como an¨®nima: Investigaciones Zeta. "Es un nombre sin rostro al p¨²blico, pero no es una irresponsabilidad. Todas las informaciones tienen que tener un m¨ªnimo de tres confirmaciones, dos entrevistas, estad¨ªsticas, testimonios y documentos".

No todos los medios act¨²an as¨ª: "Algunos practican la autocensura. No escriben de la corrupci¨®n o el narcotr¨¢fico por miedo a un atentado", explica la directora de Zeta. "Pero nosotros vivimos de la credibilidad. Y sobreviviremos hasta que el lector quiera, no hasta que la autoridad o el crimen organizado lo decidan".