Pizarra con tizas en la era de Internet
La Red sigue infrautilizada en las aulas espa?olas a pesar de su potencial educativo - M¨¢s del 80% de los alumnos de la ESO no usan nunca o casi nunca los ordenadores de clase
Internet es una herramienta educativa sin precedentes. Nunca antes los estudiantes hab¨ªan contado con semejante volumen de informaci¨®n. Un acceso ilimitado a cientos de recursos, desde bibliotecas, revistas cient¨ªficas y enciclopedias actualizadas al minuto, hasta mapas, archivos, fotograf¨ªas y v¨ªdeos. "Es como un espejo m¨¢gico en el que hacer aparecer lo que se necesita. Es el sue?o de cualquier maestro", resume Pere Marqu¨¨s, profesor del departamento de Pedagog¨ªa aplicada de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.
Informaci¨®n, sin embargo, no equivale a conocimiento, como precisan los especialistas. La Red s¨®lo contribuye a mejorar el rendimiento acad¨¦mico si los profesores saben c¨®mo aprovecharla. Y es dif¨ªcil constatarlo, en parte porque Internet y, en general, las Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n y la Comunicaci¨®n (TIC), son un recurso infrautilizado en Primaria y Secundaria. Su adopci¨®n, sin embargo, puede abrir la puerta a una nueva era del sistema educativo en el que las clases contar¨¢n tambi¨¦n con el potencial creativo de los alumnos. El flujo bidireccional puede enriquecer.
Los ordenadores est¨¢n restringidos al aula de inform¨¢tica
Las escuelas a¨²n no aprovechan la competencia digital de los alumnos
La brecha social y econ¨®mica a¨²n se reproduce en el acceso a Internet
El nuevo panorama educativo emplear¨¢ los conocimientos de los alumnos
En lugar de dar informaci¨®n, el maestro ense?ar¨¢ a buscarla
Los profesores se enfrentan al abuso de webs para fabricar trabajos
Algunos especialistas imaginan un futuro en el que el maestro dar¨¢ clase pulsando sobre una pizarra digital interactiva conectada a Internet. Desde all¨ª encargar¨¢, por ejemplo, un trabajo sobre c¨¦lulas madre. Los alumnos trabajar¨¢n colectivamente comunicados mediante servicios de mensajer¨ªa instant¨¢nea y recabar¨¢n datos en motores de b¨²squeda. Acceder¨¢n a las ¨²ltimas noticias en diarios y revistas especializadas y lo ilustrar¨¢n con fotos de Flickr y v¨ªdeos de YouTube. Colgar¨¢n el resultado en un blog colectivo y lo presentar¨¢n oralmente en clase. Los padres podr¨¢n seguir los progresos de sus hijos consultando el blog desde casa. "Es necesario adecuar los sistemas de educaci¨®n actuales a Internet. Muchos de los efectos positivos de la Red est¨¢n a¨²n por descubrir", observa Jos¨¦ Antonio Mill¨¢n, editor digital especializado en cultura y nuevas tecnolog¨ªas.
Se trata de un panorama ideal, t¨¦cnicamente factible aunque lejano. El problema ya no es el n¨²mero de ordenadores por alumno (uno por cada seis en Secundaria), sino que los centros no se acostumbran a usar Internet y las TIC en las aulas. Cerca del 98,7% de los alumnos de Primaria, ESO, Bachillerato y FP aseguran haber utilizado alguna vez un ordenador en clase. Sin embargo, cuando se les pregunta si han empleado Internet, el porcentaje desciende considerablemente, sobre todo en los cursos inferiores. La tercera parte de los estudiantes de segundo ciclo de Primaria, un 29,9%, responden que no han utilizado la Red nunca. Son cifras del Informe sobre la implantaci¨®n y el uso de las TIC en los centros docentes de educaci¨®n primaria y secundaria (cursos 2005-2006), del Centro Nacional de Informaci¨®n y Comunicaci¨®n Educativa (CNICE) y la empresa educativa Red.es. El objetivo que establece la nueva ley educativa (LOE) es que las TIC est¨¦n presentes en todas las asignaturas y que los alumnos las dominen al acabar la ESO.
El problema es que los terminales siguen estando restringidos a las aulas de inform¨¢tica, a las que los docentes s¨®lo acuden ocasionalmente, seg¨²n afirma Marqu¨¨s, especialista en las aplicaciones educativas de las TIC. "Hay que sacar los ordenadores de esas aulas e instalarlos en todas las clases", a?ade. Su propuesta es colocar una pizarra digital en cada aula. Consiste en un ordenador con Internet conectado a un videoproyector que muestra los contenidos en la pizarra. As¨ª, el profesor puede compartirlos con los alumnos, ya se trate de noticias de actualidad, v¨ªdeos de YouTube o simulaciones sobre el funcionamiento del Sistema Solar. Los profesores que han empezado a utilizarla no dudan de su utilidad. "Con la pizarra digital, se le encarga al alumno que haga una s¨ªntesis de la historia del Imperio Romano de seis diapositivas con 10 l¨ªneas de texto en cada una. Luego la presenta en clase con Powerpoint ante sus compa?eros, que le hacen preguntas". Con este tipo de actividades, sostiene Marqu¨¨s, se consigue que el chico desarrolle la capacidad para sintetizar y argumentar y que mejore su expresi¨®n oral.
Las pizarras digitales interactivas cuestan entre 1.700 y 2.000 euros y son un recurso m¨¢s para mejorar el uso de las TIC e Internet en las escuelas. En el Reino Unido, el pa¨ªs que lidera su difusi¨®n en la Uni¨®n Europea, funciona desde hace m¨¢s de cuatro a?os. Un informe del departamento de infancia, escuelas y familia brit¨¢nico de 2007 constata que su uso ayud¨® a mejorar el rendimiento de los estudiantes de Primaria en materias como ciencia, matem¨¢ticas y lengua. Tambi¨¦n se aplican en Canad¨¢ y en Australia. En M¨¦xico, la Administraci¨®n prepara un plan de difusi¨®n de unas 100.000 pizarras digitales en Primaria junto a un software desarrollado en colaboraci¨®n con la enciclopedia Encarta, seg¨²n enumera Marqu¨¨s. En Espa?a, las pizarras digitales se est¨¢n empezando a instalar desde hace dos a?os en algunas comunidades aut¨®nomas, como Arag¨®n, Valencia y Catalu?a, donde funcionan unas 300, seg¨²n el departamento de Educaci¨®n catal¨¢n. En otras, como Madrid, la Consejer¨ªa de Educaci¨®n ya est¨¢ empezando a estudiar su difusi¨®n en centros educativos.
Es una herramienta que contribuir¨ªa a ampliar el uso de Internet en las clases, que en Secundaria y en el Bachillerato es alarmantemente bajo. Entre el 60% y el 89% del alumnado de ESO y Bachillerato afirma no utilizar nunca o casi nunca los PC de su centro. Y cuando lo hacen, los usan mayoritariamente para trabajar con los procesadores de textos y escribir trabajos. Internet queda siempre en segunda posici¨®n. El trabajo con las TIC s¨®lo vuelve a incrementarse en los ciclos de FP, donde abundan las aplicaciones t¨¦cnicas.
Los especialistas, sin embargo, insisten en advertir de que, evidentemente, un mayor uso de Internet no conlleva autom¨¢ticamente un aumento del rendimiento escolar. "Es una fuente de informaci¨®n, s¨ª, pero otra cuesti¨®n es si los estudiantes adquirir¨¢n el conocimiento para usarlo productivamente. Yo lo llamo la ilusi¨®n de la informaci¨®n: es decir, creer que Internet, por el hecho de proporcionar un acceso inmenso a la informaci¨®n, tambi¨¦n ha de educar necesariamente. Eso es algo que depende", sostiene el profesor Andrea diSessa, del departamento de Psicolog¨ªa Educacional de la Universidad de California, en Berkeley (Estados Unidos). "Considero Internet enormemente positiva. Pero su fuerza depende de c¨®mo profesores y educadores aprovechen su potencial", a?ade DiSessa, a trav¨¦s del correo electr¨®nico.
La soluci¨®n consiste en cambiar el sistema educativo para adecuarlo a las TIC, y no al contrario. "Todav¨ªa no conocemos si el uso de las tecnolog¨ªas mejora el aprendizaje porque el sistema educativo est¨¢ muy vinculado con la forma de evaluaci¨®n tradicional, de manera que a¨²n no sabemos c¨®mo valorar la competencia digital ni si estimula alg¨²n tipo de creatividad", sostiene Mariano Segura, director del CNICE. "Cuando hablamos de alfabetizaci¨®n digital, a¨²n seguimos entendi¨¦ndola asociada a la ofim¨¢tica, con los procesadores de textos y hojas de c¨¢lculo, etc¨¦tera", explica. "El 90% de los profesores tiene ordenador para prepararse las clases, pero s¨®lo el 20% lo aplica en el aula, y lo hace centr¨¢ndose en la ofim¨¢tica, sin aprovechar todas la posibilidades que le ofrecen las TIC". El reto es transformar la metodolog¨ªa educativa para aprovechar todo lo que permite la Red y el resto de TIC. "La cuesti¨®n no es s¨®lo ense?ar a buscar informaci¨®n sobre matem¨¢ticas, sino comprender c¨®mo se puede emplear la tecnolog¨ªa para mejorar la ense?anza de las matem¨¢ticas. Es algo que est¨¢ por desarrollar", a?ade Segura.
Cualquier nuevo programa educativo, sostiene el director del CNICE, ha de basarse en cuatro pilares: la necesidad de contar con mejores equipos, garantizar la conectividad a Internet, la creaci¨®n de contenidos y, finalmente, la formaci¨®n del profesorado, la mayor¨ªa del cual dispone de una alfabetizaci¨®n digital b¨¢sica, seg¨²n Segura.
Para mejorar el rendimiento acad¨¦mico es imprescindible combinar Internet con las buenas pr¨¢cticas de los profesores, seg¨²n vaticina Marqu¨¨s desde Barcelona. "Cuando se da este binomio se producen mejoras tremendas en el aprendizaje y se consigue que el alumno construya conocimiento a partir de la informaci¨®n".
Todos los especialistas coinciden en que es necesario que el profesor sepa qu¨¦ exigir a los alumnos. "Si se le encarga un dossier de 200 p¨¢ginas sobre un tema determinado, es probable que el estudiante recurra a El Rinc¨®n del Vago
[una web que suministra trabajos acad¨¦micos] o que lo corte y pegue de cualquier enciclopedia sin mirarlo". Existe un abanico de buenas pr¨¢cticas, como el que recoge Marqu¨¨s en su web, para evitar tales abusos. "A veces es tan sencillo como pedir al alumno que exponga su tema ante sus compa?eros", a?ade Segura.
La posibilidad de trabajar en grupo es una de las grandes oportunidades desaprovechadas. M¨¢s del 70% del alumnado de Bachillerato responde que fuera del centro emplea el ordenador para la comunicaci¨®n (email y chats) entre una vez al mes y todos los d¨ªas. Todo ese uso reservado para el tiempo extraescolar podr¨ªa reconducirse para clase. "Internet se ha de aplicar de manera creativa en las aulas, aconseja Mill¨¢n, especialista en TIC. En este nuevo panorama educacional, no s¨®lo los profesores jugar¨¢n el papel clave que siempre han desempe?ado. Ahora los estudiantes tambi¨¦n podr¨¢n asesorar al profesor en el uso de las TIC. "Aqu¨ª hay una cuesti¨®n m¨¢s profunda y que consiste en comprender y respetar la competencia de los estudiantes. Esto no est¨¢ de moda en muchos centros, donde se supone que son los profesores los que dan las respuestas a los alumnos. Pero la mayor¨ªa de las investigaciones muestran que los estudiantes tienen ideas excelentes, s¨®lo hay que escucharles", observa DiSessa. El trabajo con las TIC en las escuelas se plantea como una necesidad. Hasta ahora los chicos aprenden el uso de las TIC mayoritariamente con la familia (el 30%), seguido por el manejo que adquieren ellos solos (28%), ense?ados por los profesores (17%) y con los amigos (10%), seg¨²n el informe de Educaci¨®n. Si contin¨²a dejando tanto peso a la formaci¨®n en el hogar, se puede incrementar el desnivel de competencias digitales, porque los hijos de padres con estudios superiores parten con ventaja en acceso a ordenadores, en conectividad a Internet y en conocimiento del medio.
Internet, junto a las dem¨¢s TIC, no ha hecho m¨¢s que llegar a las aulas, pero ya se?ala el camino de una profunda transformaci¨®n del modelo educativo que implicar¨¢ no s¨®lo a los alumnos y los profesores, sino tambi¨¦n a los centros y a la Administraci¨®n.
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