Cuando el cliente no tiene nunca raz¨®n
La ¨²ltima moda en los autobuses de Barcelona es que el conductor lleve una radio a toda pastilla. Si se oye m¨²sica, es de ¨ªnfima calidad, acorde con la capacidad reproductora del transistor, pero las m¨¢s de las veces se oyen programas deportivos en los que predominan el grito y el exabrupto. La empresa TMB (gestionada por el Ayuntamiento de Barcelona) reconoce que a veces hay quejas sobre este comportamiento. El a?o pasado hubo ocho. En ninguna de ellas se dio la raz¨®n al usuario porque, una vez preguntado el conductor, ¨¦ste dijo que el cliente no dec¨ªa la verdad. La empresa siempre crey¨® al empleado, nunca al usuario.
?Qu¨¦ puede hacer un ciudadano que sube a un autob¨²s y tiene que soportar el ruido de una radio que lleva el conductor, no siempre a una potencia razonable? Pedirle que lo baje, respondi¨® un portavoz de TMB a esta pregunta. ?Y si el conductor no acepta? Quejarse a TMB, dijo el mismo portavoz. ?De qu¨¦ sirve quejarse si la empresa no lo cree?
TMB es una empresa que funciona la mar de bien, seg¨²n sus dirigentes, que, por supuesto, utilizan coches en vez del transporte p¨²blico. P. E., una de las personas que se ha quejado de la imposici¨®n de tener que escuchar la radio en un autob¨²s, se?ala que una medida muy eficaz para mejorar el transporte p¨²blico ser¨ªa que los directivos de la empresa tuvieran que viajar obligatoriamente en metro y autob¨²s. En cambio, tienen hasta aparcamiento reservado junto a las oficinas de la empresa. Esa misma direcci¨®n, apunta M. G., parece incapaz de saber si sus empleados est¨¢n enfermos o lo dicen y se van de vacaciones, como lo indica que hasta el 25% de la plantilla coincida en darse de baja cuando hay huelgas. Una empresa con d¨¦ficit (si no se contabiliza la aportaci¨®n p¨²blica) del que nadie parece responsable. Y a todo ello, los derechos del consumidor quedan en nada. Ni siquiera puede viajar leyendo.
En la columna de la pasada semana se dec¨ªa que el vertido de Palol d'Onyar afectaba a Barcelona. No es cierto, llega al Ter por debajo de los embalses que abastecen al ¨¢rea metropolitana, seg¨²n anota Antoni Puigverd. Quede constancia.
Para quejas sobre las administraciones y empresas p¨²blicas pueden dirigirse a catalunya@elpais.es a la atenci¨®n de Francesc Arroyo.
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