Los l¨ªmites de sacar buenas notas

La inteligencia no lo es todo. Los encargados de recursos humanos aseguran que en el mundo laboral el mayor ¨¦xito no est¨¢ ligado a esa inteligencia sobre la que unos temidos test arrojan coeficientes sino al conjunto de actitudes, destrezas y habilidades que cada persona es capaz de desarrollar a lo largo de su vida, es decir, a la inteligencia emocional. "El 80% del ¨¦xito laboral depende de las actitudes y el otro 20% de nuestra inteligencia", asegura el psic¨®logo Jes¨²s Ruiz a los padres que acuden a las charlas que organiza Florida Universit¨¤ria, un centro adscrito a la Universidad Polit¨¦cnica de Val¨¨ncia y a la Universitat de Val¨¨ncia, para orientar a los padres sobre el futuro de sus hijos, ya universitarios.

"Un expediente brillante no implica tener ¨¦xito laboral", dice el psic¨®logo

"El colegio se centra en el talento, y olvida educar el talante"

El psic¨®logo otorga a la suerte "una importancia m¨ªnima" puesto que se llega a ella "trabajando diariamente" m¨¢s que de forma fortuita como se suele creer. Y concede a la inteligencia emocional, la forma de comportarnos y relacionarnos a trav¨¦s de nuestras emociones, un papel preponderante para la satisfacci¨®n laboral y personal.

"Es importante que los padres sepan que las calificaciones acad¨¦micas no predicen el ¨¦xito profesional, expedientes acad¨¦micos brillantes fracasan en el mundo de la empresa porque son personas poco h¨¢biles para relacionarse", explica Ruiz.

En la familia "es donde se cuajan los cimientos de la inteligencia emocional, especialmente durante los cinco primeros a?os de la vida", de ah¨ª que esa etapa primigenia sea esencial porque "condiciona toda la vida". Pero el papel de la familia, seg¨²n arguye, es fundamental en todo el proceso para "hacer que nuestras emociones sean inteligentes". Tambi¨¦n en padres con una capacidad de influencia menor porque sus hijos ya han rebasado la mayor¨ªa de edad. "Nacemos con un cierto componente gen¨¦tico, pero las personas cambiamos y modelamos nuestra personalidad a trav¨¦s de nuestras experiencias y por reflexi¨®n", aclara. En rom¨¢n paladino: nunca es tarde porque las personas nacemos pero nunca dejamos de hacernos.

Los padres, en palabras del psic¨®logo, deben ense?ar a sus hijos los cincos principios b¨¢sicos sobre los que se sustenta la inteligencia emocional: el autoconocimiento, el autocontrol, la automotivaci¨®n, la empat¨ªa y el fomento de las habilidades sociales. Alentar al hijo a ser el n¨²mero uno en la escala profesional que se proponga no es negativo porque se basa en la cultura del esfuerzo y la productividad. Eso s¨ª, siempre que ser el mejor no se consiga a cualquier precio, como por ejemplo, acosando al compa?ero. Y en este sentido declara que uno de cada cuatro trabajadores abandona el trabajo por no entenderse con el jefe o con los compa?eros. As¨ª es que la educaci¨®n para las emociones, algo que mejora la comunicaci¨®n, es rentable para evitar estos conflictos que tambi¨¦n cuestan dinero.

En su opini¨®n, familias y centros docentes tienen que formar un matrimonio de conveniencia para mejorar la educaci¨®n de los hijos. Una complicidad necesaria para evitar problemas emergentes como el mobbing a profesores y escolares. Dice que a menudo los padres de hoy, abrumados de cargas profesionales, delegan la funci¨®n de la educaci¨®n en la escuela, algo que hay que corregir. En cualquier caso, es partidario de implantar una asignatura pendiente todav¨ªa en el sistema, Educaci¨®n para las emociones, o algo similar. "M¨¢s all¨¢ de los debates pol¨ªticos que ha habido con Educaci¨®n para la ciudadan¨ªa", se?ala, "cualquier padre responsable debe apoyar una asignatura que promueve los valores, las actitudes y las emociones, es decir, el saber estar, necesarios para mejorar la existencia y evitar conflictos".

"Normalmente, los centros educativos se han centrado en el talento y, en ocasiones, han dejado aparte la educaci¨®n del talante, algo que tiene que ver con la buena educaci¨®n, el respeto y las emociones, y sobre el que deben trabajar a la par familias y profesores", reflexiona.