"Me preocupa la soledad en Pek¨ªn"

Maider Unda (Vitoria, 1977) no reh¨²ye el reto de conseguir una medalla en los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn. Ser¨ªa la primera medalla en la lucha ol¨ªmpica del deporte espa?ol. "Parece que toca, aunque tambi¨¦n parec¨ªa que tocaba en los Campeonatos de Europa y mira lo que pas¨®. Fui la duod¨¦cima", afirma entre el entrenamiento de la ma?ana y el de la tarde. "Maider est¨¢ en categor¨ªa de medalla", reafirma su entrenador, Luis Crespo, "porque est¨¢ entre las primeras del mundo, aunque luego influye el d¨ªa que tengas, el sorteo, esas cosas". A ella le preocupa, m¨¢s que competir, "la estancia en la Villa Ol¨ªmpica": "All¨ª voy a estar sola y la relaci¨®n con el resto de competidoras es escasa. Ni ellas ni yo hablamos mucho ingl¨¦s. As¨ª que te saludas y punto. Y as¨ª del 6 al 26 de agosto. Es duro".

"Para entrenarme bien necesito estar con gente que conozca, no con gente nueva"

Maider es productora de quesos de Idiazabal en su caser¨ªo de Olaeta

Tan duro debe de ser que Maider incluso abandon¨® su estancia de dos a?os en Madrid, en la residencia Blume. "Yo soy diferente. Necesito estar con gente que conozca, no con gente nueva. Para entrenarte bien tienes que tener la cabeza en condiciones y fuera de mi casa no me encontraba a gusto. All¨ª, en el caser¨ªo de Olaeta, ten¨ªa a mis padres, mis ovejas y mis quesos. En Madrid lo ¨²nico que hac¨ªa era entrenarme. Y, cuando tienes lesiones, se te cae el mundo encima porque no puedes ejercitarte. No era mi vida", recuerda. Maider comparte su dedicaci¨®n a la lucha con la dedicaci¨®n a los quesos de Idiazabal que produce en su caser¨ªo con la leche de sus ovejas.

Ahora, para hacer frente a la soledad de la Villa, Maider ha encontrado el principal ant¨ªdoto: la lectura. "A Pek¨ªn me llevar¨¦ sobre todo libros, especialmente novelas, que es lo m¨¢s desengrasante y entretenido". Maider lee principalmente literatura en euskera y su autor favorito, en este territorio, es Bernardo Atxaga: "Su ¨²ltimo libro, El hijo del acordeonista, me lo le¨ª en un mes, y eso que no tengo mucho tiempo para la lectura". Atxaga ser¨¢ su lazarillo en Pek¨ªn entre combate y combate mientras la competici¨®n, en menos de 72 kilos, siga.

Maider Unda lleg¨® a la lucha a trav¨¦s del sambo, una modalidad con mucho auge en el Pa¨ªs Vasco, que lleg¨® a disponer de federaci¨®n propia y a competir internacionalmente ajena a la espa?ola. "Yo estudiaba en Otxandiano (Vizcaya) y apareci¨® un se?or que daba clases de sambo cuando se produjo un cierto boom en Euskadi. Entonces la lucha no ten¨ªa mucha salida. El sambo, tampoco, pero parec¨ªa que vend¨ªa m¨¢s y ah¨ª comenc¨¦ esta aventura a los nueve a?os".

Una aventura que tiene para ella su primera cita ol¨ªmpica en los Juegos de Pek¨ªn despu¨¦s de que la lucha femenina fuera reconocida como deporte ol¨ªmpico en los pasados Juegos de Atenas de 2004. All¨ª, Maider no pudo competir. Ahora tiene su primer reto ol¨ªmpico tras haber sido quinta en los Campeonatos del Mundo de Bak¨², en 2007, y duod¨¦cima en los Europeos de Francia, adem¨¢s de sus diez t¨ªtulos de Espa?a.

Cuando empez¨®, "era un bicho raro, como una marimacho a la que miraban de forma extra?a. Ciertamente, no era un deporte para una mujer, pero es que la mujer no s¨®lo ha llegado tarde a este deporte, sino a todo. En esto no iba a ser distinto". Tanto es as¨ª que su reconocimiento ol¨ªmpico tiene apenas cuatro a?os, lo que convertir¨¢ a Maider Unda en la primera luchadora ol¨ªmpica espa?ola. La propia denominaci¨®n de la disciplina lucha femenina la distingue no ya por el sexo de sus practicantes, sino por la propia disciplina deportiva -la lucha grecorromana y la lucha libre ol¨ªmpica se sobrentiende que son masculinas.

Quiz¨¢s por eso el estilo de esta mujer es el de "una luchadora con un car¨¢cter y un poder de sacrificio espectaculares", asegura Luis Crespo; "¨¦ste es un deporte duro, sacrificado, en el que hay que combinar la fuerza, la preparaci¨®n f¨ªsica, la t¨¢ctica y la buena cabeza".

La fuerza es una de las caracter¨ªsticas de Maider "porque est¨¢ acostumbrada al trabajo y a las obligaciones del campo, del caser¨ªo, el cuidado de las ovejas, la elaboraci¨®n de los quesos. Sin duda, la disciplina y el sacrificio los ha mamado en el caser¨ªo".

Fiel a su estilo, se entrena 11 veces a la semana, a un promedio de dos entrenamientos por d¨ªa, con vistas a Pek¨ªn: "Por la ma?ana, pesas y trabajo f¨ªsico; por las tardes, t¨¢ctica y t¨¦cnica", se?ala Crespo. Su sparring principal es su propio entrenador. "A¨²n estoy para algunos trotes", dice el ex luchador, "y algunos chicos del gimnasio que pueden asimilarse a su peso. Lo recomendable son chicos de unos 62 kilos. Ahora, con la gente que se ha quedado fuera de las calificaciones, quiz¨¢s podamos contar con otros sparrings que permitan afianzar nuestro trabajo". En un deporte minoritario como la lucha, Euskadi ha tenido un cierto protagonismo, m¨¢s all¨¢ de la apuesta deportivo-institucional del sambo. "En 1992, cuatro de los principales luchadores eran de aqu¨ª. Ahora la cosa est¨¢ un poco floja", recuerda su preparador.

Todo, para hacer frente a las principales competidoras, las luchadoras de la Europa del Este (Rusia, Bielorrusia, Bulgaria), "pero no s¨®lo ¨¦sas, tambi¨¦n las chinas, japonesas y, en menor medida, las estadounidenses forman equipos que son igualmente muy fuertes", afirma Maider. Su entrenador tambi¨¦n incluye dentro de la lista de rivales a algunas luchadoras suecas o alemanas, pero siempre sobre la base de que, en su categor¨ªa, Maider "debe tener como objetivo la medalla". "Yo me veo con las ganas suficientes para conseguirlo. Luego, ser¨¢ lo que tenga que ser", ratifica la propia luchadora. Mientras tanto, el caser¨ªo seguir¨¢ siendo su refugio. Cuando viaje a Pek¨ªn, Bernardo Atxaga y la novela vasca en general ocupar¨¢n su lugar durante 20 d¨ªas.

Luego, el futuro est¨¢ por decidir: "Mi cuerpo dir¨¢ hasta d¨®nde puedo llegar. Quiz¨¢s me queden dos a?os de competici¨®n. No s¨¦..., depende tambi¨¦n de las lesiones". En 2001, sufri¨® la rotura de un p¨®mulo. En 2003, la del menisco y el ligamento cruzado. Y en 2004, una bursitis. "Pero no es un deporte de grandes lesiones, contra lo que pueda parecer", advierte.