La fiebre de la telefon¨ªa m¨®vil hace estragos en Cuba
Largas colas en la isla para disponer del servicio autorizado por Ra¨²l Castro
"Ya lo tengo a mi nombre", exclama exultante el sumiller de un conocido restaurante de La Habana, blandiendo un tel¨¦fono m¨®vil en la mano derecha y una botella de Rioja en la otra. "He pasado de ser nativo a ser nacional", bromea para resumir lo que significa para ¨¦l ser titular del tel¨¦fono que paga todos los meses, pues hasta ahora estaba a nombre de un amigo extranjero que le hac¨ªa el favor.
Como este gastron¨®mico, que prefiere no dar su identidad, decenas de miles de cubanos dispon¨ªan del servicio de telefon¨ªa m¨®vil por v¨ªa indirecta, pero desde ayer en la isla se acab¨® esta prohibici¨®n absurda.
El problema es el precio: un sueldo medio sirve para hablar 38 minutos
Por disposici¨®n del nuevo presidente cubano, Ra¨²l Castro, ayer abrieron sus puertas en la isla 30 oficinas en la que se venden tel¨¦fonos m¨®viles y donde los cubanos pueden contratar directamente el nuevo servicio. Tambi¨¦n se han habilitado locales para que los que ya poseen cuentas abiertas a nombre de extranjeros, traspasen al suyo la titularidad. En La Habana, donde se han habilitado cinco locales, las colas ayer eran considerables. "Ya era hora. Hoy el m¨®vil es una necesidad, no un lujo, pero hace falta que bajen los precios", dice Suylen, de 25 a?os, en una de las oficinas abiertas de Miramar.
De los cerca de 200.000 m¨®viles que existen en la isla (con una poblaci¨®n de 11 millones de habitantes), la mayor parte est¨¢ en manos de residentes extranjeros, empleados de empresas y funcionarios autorizados. Cerca de 50.000, seg¨²n informa la empresa mixta de telecomunicaciones Etecsa, las tienen cubanos por la v¨ªa indirecta. Fuentes de la compa?¨ªa dijeron que se han realizado los estudios de capacidad y se han comprado los equipos necesarios. Todo est¨¢ listo, dicen, para dar de alta "cientos de miles" de l¨ªneas, si existe la demanda.
El problema es el de siempre: los precios. Los cubanos han de pagar 111 pesos cubanos (CUC), que equivalen a 75 euros, para activar su l¨ªnea. Tras dar de alta su equipo, ¨¦ste funcionar¨¢ con tarjetas prepagadas; el minuto de llamada cuesta aproximadamente 50 centavos de d¨®lar (31 c¨¦ntimos de euro), seg¨²n la tarifa, un precio prohibitivo, ya que supone que un trabajador con un sueldo medio se lo gaste en s¨®lo 38 minutos de conversaciones por su m¨®vil.
Para las autoridades, este c¨¢lculo es enga?oso. Hoy el diario Trabajadores critica las "cuentas disparatadas que realiza la prensa extranjera sobre el salario que ganamos los cubanos", sin tomar en consideraci¨®n los subsidios del Estado a la alimentaci¨®n y a necesidades b¨¢sicas como "la salud, educaci¨®n y seguridad social en niveles que quisieran para s¨ª los trabajadores de la mayor¨ªa de los pa¨ªses".
Aunque son cada vez m¨¢s los cubanos que tienen acceso a divisas, hasta los m¨¢s militantes admiten que la medida de los m¨®viles, como la de la venta de DVD y ordenadores y el acceso de los cubanos a los hoteles, s¨®lo beneficia hoy a una minor¨ªa privilegiada. Para el sumiller, que no tiene problemas graves de dinero, lo m¨¢s importante de todo es que poco a poco ¨¦l y sus compatriotas dejan de ser ciudadanos de segunda. "Y por eso s¨ª hay que brindar".
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