El pacto del agua

La soluci¨®n finalmente adoptada de llevar agua del Ebro a Barcelona para evitar restricciones en el suministro el pr¨®ximo oto?o responde a una emergencia; ser¨¢ la soluci¨®n correcta si se cumple el plazo previsto de unos cuatro meses para instalar la tuber¨ªa. Esta f¨®rmula no supone mayor extracci¨®n, pues se trata de recuperar el agua que hoy se pierde al circular por viejas acequias abiertas. La Administraci¨®n estima ese caudal en un m¨ªnimo de 50 hect¨®metros c¨²bicos anuales.

Eso s¨ª, aunque menor, es un trasvase, pese al absurdo inter¨¦s del tripartito catal¨¢n y del PSOE por evitar esa palabra, anatematizada desde su oposici¨®n a ese aspecto del Plan Hidrol¨®gico Nacional, votado en su momento por PP y CiU y parcialmente derogado luego por el PSOE. Es tan trasvase como el del Segre que propon¨ªa el Gobierno catal¨¢n. Pero con una salvedad, que el agua a trasladar no afecta al caudal de r¨ªo.

La conducci¨®n ir¨¢ soterrada por la zona de servidumbre lateral de la autopista AP-7. Alguien deber¨¢ explicar por qu¨¦ una empresa privada anuncia ahora que puede hacer en cuatro meses una obra que la Administraci¨®n catalana hab¨ªa estimado en 21 meses. La primavera pr¨®xima, cuando las desalinizadoras est¨¦n en condiciones de abastecer a la conurbaci¨®n barcelonesa, se podr¨¢ prescindir incluso de ese caudal. Y el trasvase ser¨¢ entonces obturado.

Aunque la obra sea temporal, est¨¢ bien que no se desmonte: m¨¢s vale conservarla, aunque no se utilice, como garant¨ªa complementaria ante un cambio clim¨¢tico acelerado. Tambi¨¦n es bueno que se acometa el estudio sobre el trasvase del R¨®dano, como propone CiU, por m¨¢s que la duraci¨®n de las obras, un m¨ªnimo de siete a?os, lo har¨ªa inservible para la actual emergencia.

El agua del Ebro sigue envenenando las relaciones entre comunidades aut¨®nomas, y ahora tambi¨¦n entre el Gobierno central y el de Catalu?a y de los partidos catalanes entre s¨ª. Algunos atribuyen al r¨ªo un valor simb¨®lico rayano en la ridiculez: la izquierda catalana y el PSOE lo usaron como arma arrojadiza contra PP y CiU por el Plan Hidrol¨®gico. Ahora esos dos partidos acusan de incoherencia a quienes avalan la soluci¨®n del trasvase desde Tarragona.

Aunque no son situaciones equiparables, no estar¨ªa de m¨¢s que tanto el Gobierno central como el Tripartito reconocieran que se equivocaron, al menos por falta de previsi¨®n; pero hablar de "humillaci¨®n" del pueblo valenciano, como ha hecho el presidente de esa comunidad, e incluso llevar la protesta a la calle junto con los murcianos, es cavilar fuera del tiesto.

Que algunos pol¨ªticos hayan sido dogm¨¢ticos primero e inconsecuentes despu¨¦s es criticable; pero ante una emergencia que afecta a cinco millones de personas, lo primero que hay que hacer es buscar una soluci¨®n viable y no agitar las aguas con la bandera del agravio. ?No estaremos perdiendo el sentido del rid¨ªculo?