El Apocalipsis, seg¨²n Peter Bagge
El ¨¢cido autor de 'Odio', estrella en el Sal¨®n del C¨®mic de Barcelona que se abre hoy
Tiene pinta de pap¨¢ responsable, pero enseguida asoma esa mordacidad gamberra que le convirti¨® en un pope del c¨®mic alternativo gracias a la serie Odio (Hate en ingl¨¦s), una cr¨®nica imprescindible de la ¨¦poca dorada de la escena grunge de Seattle protagonizada por el mediocre y fe¨²cho Buddy Bradley. Los a?os pesan, pero Peter Bagge ni se rinde ni da tregua.
Su pr¨®ximo trabajo ser¨¢ una novela gr¨¢fica basada en 'Second Life'
Mientras que los superh¨¦roes de tebeos acaban multiplic¨¢ndose en un sinf¨ªn de figuritas para coleccionistas, el careto de su criatura m¨¢s famosa engalana una bizarra marca de preservativos. "Los condones de Odio son un fracaso, pero es normal. ?Qui¨¦n va a querer tener la cabeza de Buddy en la polla?", espeta Bagge, uno de los invitados-estrella del Sal¨®n del C¨®mic de Barcelona, que comienza hoy. "Tengo muchos fans espa?oles. Me siento como David Hasselhof".
Eso s¨ª, como siempre, la realidad est¨¢ alejad¨ªsima del mito. La juventud de Bagge fue totalmente opuesta a la de sus personajes: nunca ha sido un juerguista. "Los tipos de mis c¨®mics son mucho m¨¢s locos que yo", asiente. Pero en el Seattle de principios de los noventa era imposible escaparse de una movida musical y de un estilo de vida que te encontrabas a cada paso. "Conoc¨ªa a mucha gente que tocaba en grupos de grunge o que trabajaba en discogr¨¢ficas independientes como Sub Pop. No iba a conciertos, pero me pasaban maquetas para pintar las portadas. La mayor¨ªa de aquellas bandas sonaba fatal, la verdad".
Bagge tambi¨¦n le da a los acordes rockeros, aunque toque con amigos en "una banda de viejos gordos". Les van las leyendas de los sesenta, The Beatles y cosas as¨ª. "Pero sin pasarse de cl¨¢sicos. Detesto la ¨®pera", aclara a golpe de carcajada. Si bien se reconoce como disc¨ªpulo de Robert Crumb, prefiere etiquetar sus c¨®mics de alternativos, en vez de disfrazarse de underground. "Empec¨¦ a dibujar c¨®mics porque me gustaban las obras de Crumb. So?aba con ser un artista underground, pero cuando me defin¨ª as¨ª algunos de ellos se enfadaron conmigo, porque dec¨ªan que quer¨ªa apropiarme del t¨¦rmino", lamenta.
El autor de Sudando tinta, su singular homenaje a la industria de la historieta, ya ha tenido ocasi¨®n de ver algunos de los dibujos que Crumb est¨¢ realizando para ilustrar el libro del G¨¦nesis. "Son unos dibujos maravillosos. Crumb siempre ha sido m¨¢s espiritual que yo. Antes me reprochaba mi falta de espiritualidad, pero despu¨¦s de leerse el Antiguo Testamento reconoce que est¨¢ lleno de machistas y hom¨®fobos. Algo es algo", se felicita con sorna.
Es la misma iron¨ªa que despliega en su t¨ªtulo m¨¢s reciente, la miniserie Apocalipsis Friki. La primera entrega de esta paranoia en vi?etas estar¨¢ disponible en el Sal¨®n, publicada en espa?ol -como toda su obra- por Ediciones La C¨²pula. "La trama de Apocalipsis Friki se me ocurri¨® porque escuch¨¦ en la radio a un diplom¨¢tico de Corea del Norte que dec¨ªa que su pa¨ªs ten¨ªa suficientes armas nucleares para borrar del mapa a Seattle, que es donde vivo. ?Hostia! Eso me afect¨® mucho. Con una amenaza as¨ª, ?Seattle arrasada!, y Estados Unidos perdiendo el tiempo en Irak...", defiende Bagge.
Muy distinto ser¨¢ el trabajo que le ocupar¨¢ durante los pr¨®ximos a?os, una extensa novela gr¨¢fica basada en Second Life y poblada por unos denostados personajes que no saben distinguir entre la realidad y el mundo virtual. El libro lo publicar¨¢ DC C¨®mics, la casa de Batman y Superman. Pese a ser una gran editorial, que se dirige a un p¨²blico masivo, Bagge espera no tener problemas. "Editoriales como la Marvel o DC pertenecen a grandes corporaciones con legiones de abogados que eliminan todo lo que pueda resultar ofensivo y provoque demandas. Que si quita a este se?or de esa jugueter¨ªa porque alguien puede pensar que es un ped¨®filo, que si... No s¨¦, a ver qu¨¦ pasa".
Adem¨¢s, seguir¨¢ con su plan de sacar un n¨²mero anual de Odio, aunque no siempre puede cumplir con los plazos. En cualquier caso, Buddy y la hist¨¦rica Lisa seguir¨¢n envejeciendo, como su autor. "El ¨¦xito lo veo como una recompensa a los a?os en los que estuve trabajando duro sin que nadie me hiciera caso. Pero, ojo, no he cruzado la frontera. A veces me ofrecen encargos muy bien pagados que rechazo, como cuando me pidieron que hiciera los carteles de Padre de familia. Dije que no, porque esa serie me parece una mierda". Puro Bagge.
Babelia
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