Rajoy trata de calmar a sus diputados
S¨¢enz de Santamar¨ªa reparte portavoc¨ªas y habla con todos para bajar la tensi¨®n - Costa y Pizarro muestran su desinter¨¦s por cargos en el Congreso y en el partido
Mientras la posible candidatura de Esperanza Aguirre se anima ante el entusiasmo de sus consejeros, en el otro lado, Mariano Rajoy empieza lentamente a mover sus fichas. Este fin de semana ha comenzado una campa?a por Espa?a para reforzar su liderazgo y buscar apoyos, adelant¨¢ndose as¨ª a su rival, que no puede hacer ese trabajo hasta que no decida si presenta y lo anuncie.
Costa rechaz¨® ser el secretario general del grupo porque no le parec¨ªa adecuado
Algunos destituidos, como Pujalte, han aceptado premios de consolaci¨®n
Pero hacer campa?a no es suficiente. Rajoy es consciente de que debe arreglar cuanto antes los problemas que generaron sus primeras decisiones en el grupo parlamentario -con Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa como portavoz y Jos¨¦ Luis Ayll¨®n como secretario general-, y sobre todo, las formas. El l¨ªder renov¨® pr¨¢cticamente el cien por cien de la direcci¨®n del grupo y nadie llam¨® ni siquiera a los destituidos, que se enteraron en la reuni¨®n en la que se anunciaban los nuevos.
La frialdad y la tensi¨®n de esa cita, en la que hubo aplausos obligados pero nadie habl¨® para apoyar los nombramientos -tampoco para criticarlos- dio paso a un estallido de cr¨ªticas en los pasillos que a¨²n no se han acallado del todo. "Al renovar al cien por cien, de alguna manera est¨¢ diciendo que la culpa de la derrota es de lo mal que lo hicimos los anteriores", se?ala una de las personas que conformaron el equipo de Eduardo Zaplana.
Tanto Rajoy como muy especialmente S¨¢enz de Santamar¨ªa han decidido arreglar esa situaci¨®n. Por eso en los ¨²ltimos d¨ªas la portavoz ha hablado con casi todos los diputados para ver qu¨¦ quieren, tranquilizarles y se?alar que habr¨¢ trabajo para todo el mundo. Las portavoc¨ªas no est¨¢n del todo cerradas, porque los cambios de ministerios har¨¢n que cambien algunas comisiones en el Congreso -ahora hay 30- pero algunas de las m¨¢s importantes ya est¨¢n asignadas.
Rajoy y su mano derecha tienen intenciones de dar cobijo ah¨ª a algunos pesos pesados que han quedado fuera del equipo de j¨®venes. Es el caso de Crist¨®bal Montoro, ex ministro de Hacienda, que ya ejerce, aunque no ha sido nombrado, como portavoz de Econom¨ªa. Montoro ya ocup¨® este puesto entre 1993 y 1996. El ex ministro tard¨® en recoger su acta de diputado y varios parlamentarios se?alan que amenaz¨® con no hacerlo si no le daban un puesto digno, como el que ha tenido.
Algunos de los destituidos, como Vicente Mart¨ªnez Pujalte -que estaba en la direcci¨®n del grupo con Zaplana-, han aceptado premios de consolaci¨®n como la portavoc¨ªa de la Comisi¨®n de Presupuestos, que s¨®lo se re¨²ne durante unos meses, cuando se elaboran. Gustavo de Ar¨ªstegui ha aceptado la portavoc¨ªa de Exteriores, su especialidad.
Sin embargo, Rajoy no est¨¢ obteniendo la misma respuesta de todos los pesos pesados. Los casos m¨¢s significativos son los de Juan Costa y Manuel Pizarro, ambos colocados en la zona trasera de la bancada popular. Costa fue la gran apuesta de Rajoy el verano pasado, cuando le convenci¨® para que dejara su puesto en Ernst&Young para hacerse cargo del programa electoral. El diputado castellonense, de la absoluta confianza de Rodrigo Rato, se convirti¨® enseguida en un dirigente clave del entorno de Rajoy. Su nombre sonaba para portavoz en el Congreso, pero Rajoy opt¨® por S¨¢enz de Santamar¨ªa.
El mismo d¨ªa que el l¨ªder anunci¨® ante la Junta Directiva -la c¨²pula del partido-, el nombramiento de S¨¢enz de Santamar¨ªa, llam¨® por la tarde a Costa y le pidi¨® que fuera el secretario general del grupo, esto es, n¨²mero dos. Costa, que ha sido ministro, dirigente del FMI y hasta el a?o pasado lideraba un despacho de 100 abogados, le respondi¨®, seg¨²n fuentes cercanas a ambos dirigentes, que el puesto no le parec¨ªa adecuado para ¨¦l. Y ha decidido quedarse como diputado raso, como Zaplana.
Fue el segundo gran fracaso de Rajoy. Porque antes hab¨ªa sufrido lo mismo con Manuel Pizarro, ex presidente de Endesa, a quien el l¨ªder convenci¨® en enero para dejar el Consejo de Telef¨®nica, donde acababa de ser nombrado, y ser su n¨²mero dos en Madrid. Le ofreci¨® ser portavoz de Econom¨ªa o "lo que quisiese", pero siempre a las ¨®rdenes de S¨¢enz de Santamar¨ªa. Varias personas que han hablado con Pizarro en las ¨²ltimas semanas se?alan que est¨¢ molesto porque parece que el l¨ªder s¨®lo ten¨ªa reservadas para ¨¦l "labores de j¨²nior". Tambi¨¦n est¨¢ muy preocupado por la situaci¨®n del PP, aunque creen que no optar¨¢ por Aguirre ni Rajoy porque lleva poco tiempo en el partido y entiende que no debe entrar en batallas internas. Nadie descarta que ¨¦l o Costa dejen el esca?o en meses.
En el PP se especula con la posibilidad de que ambos sean designados para alg¨²n cargo (secretario general, Costa y vicepresidente econ¨®mico, Pizarro) en el pr¨®ximo congreso de junio. Fuentes pr¨®ximas a ambos aseguran que ninguno tiene inter¨¦s en ocupar un cargo en el partido porque no corresponde con su perfil.
Con estos dos, todo parece perdido. S¨¢enz de Santamar¨ªa est¨¢ hablando con todos los dem¨¢s para tratar de repartir juego. Ella insiste en que quiere colocar a un diputado detr¨¢s de cada ministro y cada secretario de Estado importante. En realidad, con 30 comisiones, otros tantos portavoces y adjuntos, y dos miembros de cada mesa de comisi¨®n que corresponden al PP, ella tiene un puesto casi para cada diputado, aunque est¨¢ por ver si eso s¨®lo servir¨¢ para calmar los ¨¢nimos.
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