Un movimiento colectivo, an¨®nimo, subterr¨¢neo
Fue como si la gente en general, en todos los niveles sociales, se hubiera propuesto parar, hacer una pausa y volver a partir en una direcci¨®n diferente", escribi¨® Mavis Gallant en Los sucesos de mayo. Par¨ªs 1968, que Alba publicar¨¢ en Espa?a dentro de unos d¨ªas. Se trata de una suerte de diario que la novelista canadiense redact¨® por encargo de The New Yorker. No se puede sospechar, en su caso, de connivencia o complicidad con los revoltosos, con esos izquierdistas furibundos que lanzaban adoquines para desencadenar la revoluci¨®n total. "La alucinaci¨®n colectiva consisti¨® en creer que la vida puede cambiar, de repente y para mejor", apunt¨® Gallant. La escritora lleg¨® al barullo, sali¨® a la calle, habl¨® con la gente, tom¨® notas. Algo muy parecido hizo William Klein, el imponente fot¨®grafo estadounidense c¨¦lebre por sus im¨¢genes de Nueva York, s¨®lo que recorri¨® Par¨ªs con una c¨¢mara. Su pel¨ªcula (Grands soirs et petits matins, 1978), que forma parte del ciclo Con y contra el cine que coordinan Amador Fern¨¢ndez-Savater y David Cort¨¦s dentro del proyecto Mayo del 68: el comienzo de una ¨¦poca (www2.unia.es/arteypensamiento/), recoge la intensidad de aquellas jornadas. Gente y gente y gente, muchos de ellos trajeados y con corbata, fascinados por la acci¨®n y enloquecidos por una extra?a pasi¨®n que los hace barruntar que ya nada va ser igual.
La revuelta desencaden¨® "una fragmentaci¨®n de la identidad social que permiti¨® la irrupci¨®n de lo pol¨ªtico", dice Kristin Ross
Klein se para, pone la c¨¢mara, deja que adolescentes, j¨®venes, adultos y ancianos se expresen. Filma a los obreros en las f¨¢bricas, a los m¨¦dicos voluntarios, a las improvisadas ni?eras que se ocuparon de los m¨¢s peque?os en una ciudad que, estrictamente hablando, hab¨ªa cerrado. En todas partes, como ocurre tambi¨¦n en el libro de Gallant, c¨ªrculos de personas en torno a un transistor (la radio fue decisiva como medio de comunicaci¨®n). Hay discursos que son un galimat¨ªas de propuestas revolucionarias. Hay otros, como el de un mocoso, que son toda una declaraci¨®n de intenciones: "Si quiero comerme un pl¨¢tano, me lo como; si no quiero com¨¦rmelo, lo tiro". ?se era el esp¨ªritu. Tambi¨¦n lo recoge Mavis Gallant, cuando cuenta de la hija de diecisiete a?os de una amiga que apareci¨® en su casa con un melenudo y pregunt¨®: "?Mam¨¢, ?me das permiso para pasar la noche en el Barrio Latino? Hay barricadas".
Aglomeraciones y murallas de polic¨ªas armados hasta los dientes. Manifestaciones, heridos, algunos muertos. Cr¨ªticas a los sindicatos y a los partidos de la izquierda tradicional, que quieren parar aquello. Mezcla: coinciden en las calles gentes que, por sus posiciones en el entramado social, no hab¨ªan coincidido nunca. Eso es precisamente lo que destaca Kristin Ross en Mayo del 68 y sus vidas posteriores. Escribe all¨ª que lo que ocurri¨® "tuvo mucho m¨¢s que ver con el abandono de las determinaciones sociales, con desplazamientos que sacaron a la gente de su ubicaci¨®n en la sociedad, con el divorcio de la subjetividad pol¨ªtica y el grupo social". Subtitulado Ensayo contra la despolitizaci¨®n de la memoria, el libro forma parte de un gran proyecto de las editoriales Acuarela & A. Machado. Es el primero de los cuatro t¨ªtulos que van a publicar siguiendo la estela del aniversario. Su objetivo es el de devolver la palabra a la gente que estuvo all¨ª, a cuantos cuestionaron los canales establecidos de hacer pol¨ªtica y se lanzaron a la calle.
Se olvida a menudo, piensa Ross, que lo que el Mayo franc¨¦s desencaden¨® fue "una fragmentaci¨®n de la identidad social que permiti¨® la irrupci¨®n de lo pol¨ªtico". No fue, por tanto, simplemente la revuelta de unos j¨®venes que cambiaron las costumbres, ni tampoco una algarada que s¨®lo ocurri¨® en el Barrio Latino de Par¨ªs, ni siquiera se limit¨®, como critica Ross de la versi¨®n oficial del evento, a ser un proceso que llev¨® a Francia "de un Estado burgu¨¦s autoritario a una nueva burgues¨ªa financiera, liberal y moderna".
Hubo tres blancos incontestables de la protesta, dice Ross: "El capitalismo, el imperialismo estadounidense y el gaullismo". Pero recuerda que el caldo de cultivo donde se fraguaron esos enemigos ven¨ªa de atr¨¢s, de una generalizada oposici¨®n a la guerra de Argelia, y que se combin¨® con "un marxismo muy din¨¢mico", que alimentaba a los movimientos obreros y a sectores muy distintos de la intelectualidad (althusserianismo, mao¨ªstas, trotskistas y anarquismos de variado pelaje). Un poco m¨¢s all¨¢, lo relevante fue la voluntad de los que participaron de dinamitar los marcos tradicionales de hacer pol¨ªtica: la especializaci¨®n, la rigidez funcionarial, los cuadros de los partidos. En este af¨¢n por devolver la voz a lo que all¨ª empez¨® a gestarse, Acuarela & A. Machado publicar¨¢n tambi¨¦n Palabras an¨®nimas sobre Mayo del 68, de Nicolas Daum, que re¨²ne testimonios de los que se involucraron en la lucha; Mayo reencontrado, de Jacques Baynac, que da cuenta de la actividad de los comit¨¦s de acci¨®n y se sumerge en las relaciones entre obreros, campesinos y estudiantes y en la organizaci¨®n diaria de la revuelta, y el cat¨¢logo del ciclo de cine antes mencionado. Un abanico de propuestas para reencontrarse con la multiplicidad de voces que se dieron cita all¨ª, y sus respectivas batallas.
Tambi¨¦n Debate propone un acercamiento al Mayo franc¨¦s en Par¨ªs rebelde, de Ignacio Ramonet y Ram¨®n Chao, un recorrido at¨ªpico por los distintos momentos revolucionarios por los que ha pasado la capital francesa.
Mavis Gallant abr¨ªa su libro refiri¨¦ndose a un peque?o recuadro que ley¨® en Le Monde a principios de la primavera de 1968. Daba noticia de una protesta de los estudiantes de Nanterre ante la amenaza de expulsi¨®n de un estudiante jud¨ªo alem¨¢n. Ese estudiante era Daniel Cohn-Bendit, que luego particip¨® activamente en los sucesos de Mayo. Estos d¨ªas aparece en Global Rhythm La rebeli¨®n del 68, un libro en el que Cohn-Bendit junto a R¨¹diger Dammann re¨²nen un pu?ado de textos muy diversos sobre lo que sucedi¨® entonces y lo que vino despu¨¦s. Los an¨¢lisis, que los editores comentan en unas glosas, van m¨¢s all¨¢ de la huelga que sacudi¨® Francia y se sumergen en las cuestiones que abri¨®: la necesidad de la utop¨ªa, el movimiento feminista, el antiautoritarismo en la ense?anza, la revoluci¨®n sexual... ?Qu¨¦ pas¨® realmente? ?Qu¨¦ puede recuperarse de aquello? ?C¨®mo se ha desactivado su energ¨ªa cr¨ªtica? -
Los sucesos de Mayo. Par¨ªs, 1968. Mavis Gallant. Traducci¨®n de Pilar V¨¢zquez. Alba. Barcelona, 2008. 216 p¨¢ginas. 22 euros. Mayo del 68 y sus vidas posteriores. Ensayo contra la despolitizaci¨®n de la memoria. Kristin Ross. Traducci¨®n de Tom¨¢s Gonz¨¢lez Cobos. Acuarela & A. Machado. Madrid, 2008. 438 p¨¢ginas. 22 euros. La rebeli¨®n del 68. Daniel Cohn-Bendit y R¨¹diger Dammann. Traducci¨®n de Pablo ?lvarez Ellacur¨ªa. Global Rhythm. Barcelona, 2008. 320 p¨¢ginas. 19,68 euros.
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