Los Trocks dinamitan el ballet
Les Ballets Trockadero acaban hoy sus actuaciones en Valencia
Sus zapatillas de raso son de la talla 44. Y logran el equilibrio sobre las puntas de los dedos de sus enormes pies con una envidiable soltura. Son los bailarines de la compa?¨ªa Les Ballets Trockadero de Montecarlo, una at¨ªpica formaci¨®n surgida en 1974, en el off-off Brodway. Integrada s¨®lo por hombres que, con la iron¨ªa como filosof¨ªa, desempe?an los roles femeninos, que aparecen aqu¨ª comprimidos y quintaesenciados, de las coreograf¨ªas m¨¢s emblem¨¢ticas del repertorio cl¨¢sico pasados por la thermomix de la cultura camp. Algo as¨ª como el universo femenino elevado al cuadrado.
Los Trocks, que son un mont¨®n, han desembarcado por primera vez en Valencia, desde el d¨ªa 16 y hasta hoy en el Teatre Principal, con el inolvidable El Lago de los Cisnes y la m¨¢gica partitura de Chaikovsky, lo que ha ofrecido una buena dosis de arabesques e infinidad de pirouettes, sacando un buen partido a las situaciones delirantes de la trama. Go for Barocco con m¨²sica de Bach y la inolvidable Paquita, las reducen al absurdo por v¨ªa de la redundancia. Adem¨¢s, de un Pas-de-deux, que procura los suficientes fuegos artificiales para inflamar el rancio patio de butacas.
Son como una pi?ata de colores en un velatorio. Los Trocks combinan el clasicismo a pies puntillas y cierto gusto barroco por la farsa y el surrealismo con el deseo de jugar con la identidad de g¨¦nero. Eso s¨ª, en la exacta medida de la sofisticada crueldad. Los bailarines parodian los movimientos de las delicadas f¨¦minas enfundados en sus trasl¨²cidos tut¨²s. Y, con las puntas en sus pies, los int¨¦rpretes acent¨²an las debilidades esdr¨²julas, los accidentes agudos y las incongruencias pros¨®dicas de la danza. Los Trocks han hecho una producci¨®n de su propio chiste, revistiendo la burla de las primas bailarinas, enfatizando sus pesta?azos, refinando lo ir¨®nico de sus gestualidades. Los Trocks son, por tanto, un chiste que cubre otro chiste (el de las divas de la escena) rebas¨¢ndolo por la fuerza del puro exceso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.