Machos, chulos y otros animales
La semana arranc¨® alegre, confiada, republicana y callejera. Bebimos un vino, o dos, por Azcona, en un d¨ªa muy poco cruel del mes de abril. Un buen d¨ªa, el 14, para seguir brindando como alegres ilusos de una novela de Rafael. Y lleg¨® Zapatero y brind¨® moderadamente por el guionista. Es sobrio, tiene control y al d¨ªa siguiente promet¨ªa, en compa?¨ªa de los/las suyas. Y ante el monarca que supo perder con el Getafe y ganar con el Valencia. Los reyes nunca pasan sed.
Y llegaron los machos, chulos, quintacolumnistas de lo ca?¨ª, camisas nuevas del viejo mundo, y se pusieron a escribir chistes de casino. Como pat¨¦ticos mozos muy jaraneros. No estaban solos, estaban tomando ca?as con Berlusconi. Tambi¨¦n de chulo te?ido, subido en sus calzas y con sus televisiones de mujeres neum¨¢ticas, de salsas rosas y mamachichos. Flor de la chuler¨ªa, compa?ero de viaje de lo peor de esa degradaci¨®n italiana que vive entre nosotros.
Lleg¨® Zapatero y brind¨® moderadamente por Azcona. Es sobrio. Al d¨ªa siguiente promet¨ªa junto a los/las suyas
Periodistas de pellizcos furtivos, de acosos en despachos o expertos en misses. Tropa de machotes, chulos con tirantes, morcilleros, peque?os, o altos, escribidores con tribunas pagadas y bendecidas por la reacci¨®n. Con ellos el berlusconismo se encuentra en casa. Batall¨®n de modistillos que hacen un ruido incapaz de movilizar a hombres, a mujeres que merezcan la pena. Siguen encerrados en el nicho de los chulos. Una vieja historia.
Hay otros hombres, otros espa?oles que han escrito desde sus ant¨ªpodas. Que supieron retratar a los mezquinos en verso. Fuimos a la presentaci¨®n de la m¨¢s completa biograf¨ªa de Luis Cernuda, premio Comillas de biograf¨ªa, escrita por Rivero Taravillo. Historia de un espa?ol, un sevillano amante del norte, del crep¨²sculo, la niebla, el sherry y el jazz. A?os espa?oles al poeta que quiso ser ingl¨¦s, que termin¨® en M¨¦xico deseando volver a su querida y malquerida tierra. Entre la realidad y el deseo nos dej¨® algunos de los mejores poemas de nuestro idioma. Esteta hasta en el frente, hasta en el batall¨®n de la sierra de Guadarrama, donde tom¨® armas y uniforme. Soldado de poca fortuna, de pocas semanas. La homofobia no conoce ideolog¨ªas. Pero no pudieron impedir que su pluma valiera muchas pistolas. Les dedic¨® -pod¨ªa haber pensado en machistas de hoy- una respuesta en verso: "Lo cretino, en ti, /No excluye lo ruin. / Lo ruin, en tu sino, /No excluye lo cretino. / As¨ª que eres en fin, / Tan cretino como ruin".
Y recordando a otro poeta que tambi¨¦n sufri¨® y huy¨® de la soldadesca, Jos¨¦ Miguel Ull¨¢n, que estrena obras completas, y entender cu¨¢les son nuestras cadenas antes de hacernos los graciosos tabernarios: "Mero ahorro se?or, Se?or, hubiera sido hacernos todo desmemoria y sexo". Lo malo es que algunos de los animales, a¨²n desmemoriados, escriben. -
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