Los regantes tienen la llave

No son due?os del agua, sino titulares de una concesi¨®n. Pero eso no impide que cualquier gobierno que haya siquiera intentado extraer agua del Ebro termine por pactar con ellos. Son los regantes del delta del Ebro: 9.500 personas repartidas en dos comunidades (una para cada margen del r¨ªo) que en el pasado apoyaron el Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN) y ahora rechazan la interconexi¨®n de las redes del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) con las tuber¨ªas de Aguas del Ter-Llobregat.

Las comunidades del r¨ªo s¨ª apoyaron el Plan Hidrol¨®gico Nacional

Los regantes estudian ahora si el decreto del Gobierno se ajusta a la ley

Toneladas de arroz. En casi toda la superficie del delta -m¨¢s de 22.000 hect¨¢reas, como otros tantos campos de f¨²tbol- crece el 98,5% del arroz que se produce en Catalu?a, el 20% del total estatal, seg¨²n la cooperativa Arrossaires del Delta de l'Ebre. El agua de los regantes sirve para eso y, en menor medida, para regar c¨ªtricos y huerta.

El origen de los regantes se remonta al siglo XVIII cuando, bajo el reinado de Carlos III, se construy¨® el canal de la derecha, ideado para favorecer la navegaci¨®n y el transporte de mercanc¨ªas. En 1867 obtuvieron su primera concesi¨®n. Era a un plazo de 99 a?os. Cuando ¨¦ste termin¨®, en 1966, el r¨¦gimen franquista renov¨® la licencia.

La comunidad de la derecha dispone hoy de una concesi¨®n de 26 metros c¨²bicos por segundo. La de la izquierda -uno de los tres canales de riego de Espa?a que no son de propiedad estatal- dispone de 19.

El CAT -cuya ley en 1981 fue votada por UCD y CiU con la oposici¨®n del PSOE y cont¨® con el apoyo de los regantes, que lograron cobrar los cuatro millones de euros anuales que hoy reciben- extrae de ambos canales 3,85 metros c¨²bicos por segundo, lo que equivale a 121 hect¨®metros c¨²bicos anuales. De ¨¦stos, en 2007 emple¨® s¨®lo 80. Una cantidad suficiente para abastecer regularmente a medio mill¨®n de personas en 71 municipios del Camp de Tarragona, adem¨¢s del turismo de temporada de la Costa Dorada, y el mayor complejo petroqu¨ªmico del sur de Europa.

"Los regantes no siempre han defendido los mismos intereses que el territorio, aunque tampoco es su funci¨®n", se?alan fuentes del PSC. De hecho, los regantes y la Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) mantuvieron un agrio conflicto p¨²blico que incluso lleg¨® a los tribunales durante el ¨²ltimo mandato de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en plena efervescencia de aquel movimiento social sin precedentes en Catalu?a, que termin¨® con la derogaci¨®n del PHN nada m¨¢s acceder el PSOE al poder. Fuentes de CiU consideran a los regantes "una oportunidad, aunque desaprovechada" para una buena gesti¨®n del agua. Y recuerdan que all¨¢ donde hay riego sin comunidad que lo controle, la gesti¨®n del agua es nefasta. "Podr¨ªan regar menos hect¨¢reas, gastar menos agua, y ayudar a proteger un delta sobreexplotado", se?alan esas fuentes.

La plataforma acusa a las directivas de los regantes de ejercer, hist¨®ricamente, de "mercaderes". Ambas comunidades estuvieron de acuerdo con el trasvase del Ebro que propuso el entonces ministro socialista Jos¨¦ Borrell a principios de los noventa. Tambi¨¦n ambas formaron parte del Consorcio para la Protecci¨®n Integral del Delta del Ebro, ¨®rgano que deb¨ªa organizar las compensaciones que recibir¨ªa del Estado por un PHN que preve¨ªa la extracci¨®n de 1.050 nuevos hect¨®metros c¨²bicos. La mayor¨ªa, hacia Valencia, aunque tambi¨¦n a Barcelona.

Hoy, Barcelona precisa menos de 50 hect¨®metros, que adem¨¢s no supondr¨¢n extraer m¨¢s agua del r¨ªo: la cantidad saldr¨¢ de lo que no consume el CAT. Sin embargo, la ley de 1981 fija que el agua no puede salir de la provincia de Tarragona, por lo que los regantes estudian el decreto que el viernes autoriz¨® la conexi¨®n para determinar si puede ser un fraude de ley. En el conflicto actual, la plataforma ha felicitado a ambas comunidades por oponerse a la interconexi¨®n de redes. Los regantes arguyen que no se les ha tenido en cuenta y, aun oponi¨¦ndose, son favorables al di¨¢logo. "Hablando se entiende la gente", dice el presidente de la comunidad de la izquierda, Llu¨ªs Pegueroles.

La composici¨®n sociol¨®gica de las comunidades es f¨¢cil de explicar. Cada voto en cada comunidad no corresponde a una persona, sino a la cantidad de tierra de que disponga. Por eso, los grandes empresarios de la zona han mantenido siempre el control en las juntas. Sin embargo, durante la pasada guerra del agua el movimiento social facilit¨® una renovaci¨®n en la comunidad de la izquierda, que hoy es cercana a los postulados de las PDE, aunque mantiene un pacto con los regantes de la derecha para ofrecer una misma posici¨®n negociadora. "Sin el apoyo de los terratenientes, dif¨ªcilmente puede alguien presidir las comunidades", dice un representante pol¨ªtico de Tortosa. "Son siempre los interlocutores", sentencia un dirigente de CiU, quien a?ade: "No deber¨ªan ser los ¨²nicos. Hace falta un gran acuerdo territorial: hay m¨¢s usuarios del agua".

Los regantes ya reciben una compensaci¨®n por los 121 hect¨®metros c¨²bicos anuales que ceden al CAT: cuatro millones de euros. El consejero de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, asegura que estudiar¨¢ "compensaciones" para los regantes y que la Generalitat comprar¨¢ derechos de agua, aunque ¨¦stos no ceder¨¢n m¨¢s l¨ªquido del que ya prestan en la actualidad.

"Cada vez que se ha intentado legislar en serio sobre el agua, surgen guerras territoriales, que se complican al convertirse en guerras pol¨ªticas", se?ala un dirigente de CiU, que sostiene que esta situaci¨®n convierte de hecho a los regantes en los gestores omnipotentes del agua. Ni los municipios que se abastecen del Ebro para uso dom¨¦stico, ni la C¨¢mara de Comercio de Tortosa, han tenido en ning¨²n proceso de trasvase tanto peso pol¨ªtico como los regantes.