Un becario que deja ver datos de clientes

Otro de los casos sancionados por la Agencia de Protecci¨®n de Datos tiene su origen en las actividades de un alumno en pr¨¢cticas de un despacho de abogados. Usaba el eMule en sus ratos libres, y no se dio cuenta de que, en una de estas operaciones l¨²dicas en su puesto de trabajo, puso a disposici¨®n de quien quisiera verlo un fichero con datos personales de clientes del despacho. Entre ellos, nombres, apellidos, DNI, tel¨¦fonos, domicilios y observaciones. En total hab¨ªa 1.500 registros en una tabla de nombre "Implicados". El becario tambi¨¦n puso a la vista de todos otra tabla, llamada "Hacienda", que inclu¨ªa datos contables, nombres y apellidos y NIF de clientes.

Una vez m¨¢s, fue la polic¨ªa local de Ourense la que descubri¨® el desaguisado e hizo las comprobaciones pertinentes. Como en casi todos los casos, no hab¨ªa sido algo voluntario, sino un "desafortunado error", en palabras del responsable del despacho, originado por la falta de conocimientos inform¨¢ticos del becario que usaba eMule. En este caso hab¨ªa copiado estos ficheros en una carpeta temporal que se encontraba en otra que a su vez era compartida por el programa p2p.

Protecci¨®n de Datos sancion¨® al responsable del despacho por haber infringido el deber de confidencialidad, de secreto y de sigilo. Como no hab¨ªa "intencionalidad ni reincidencia" -el despacho subsan¨® el problema de inmediato- la sanci¨®n impuesta por la Agencia, el 20 de febrero de 2008, fue finalmente de 3.000 euros, por falta grave. La multa no ha sido recurrida. La pel¨ªcula o la m¨²sica descargadas, desde luego, han salido caras al abogado y al alumno en pr¨¢cticas.