Signo de impotencia

Incapaces de resolver los entuertos que se les presentaron en las dos ¨¢reas, el Espanyol y el Zaragoza firmaron las tablas sin ning¨²n pudor. De chiripa, Riera soliviant¨® un duelo insulso y falto de f¨²tbol. Por fortuna y porque Rufete puso las manos donde no deb¨ªa, Oliveira respondi¨® a la afrenta desde el punto de penalti. El Espanyol se sonroj¨® cuando deb¨ªa liquidar el partido; el Zaragoza, inerte desde que supo que su pelea se centra en evitar el descenso, se encontr¨® con el empate que le sit¨²a en la zona de descenso, pero que no le descabalga de la lucha por evitarlo.

El Zaragoza ha perdido toda identidad con respecto al curso anterior porque ha regalado la pelota, ausente a la hora de sacar el bal¨®n con criterio e indolente en la fase constructiva. Su juego es simple; aguarda en campo propio, a¨²na las l¨ªneas y tiene el contragolpe en el entrecejo, para exprimir la punta de velocidad de Oliveira. El problema, en cualquier caso, es que la pelota apenas alcanz¨® su posici¨®n y cuando lo hizo fue en las peores circunstancias.

El cuadro aragon¨¦s ha perdido la identidad del curso anterior porque regala la pelota

Saneado en defensa, los apuros del Espanyol se centran en la zona de tres cuartos, donde adolece de un pasador -De la Pe?a se ha perdido todo el curso por distintas lesiones musculares-. Luis Garc¨ªa se ha desbravado en grado superlativo; Tamudo no rinde desde hace tiempo; y Riera y Valdo son un espejismo de lo que fueron. Languidecido el Espanyol, el ejercicio ofensivo result¨® un espanto, tan descuajeringado como nulo.

El gol del Zaragoza lleg¨® de penalti, despu¨¦s de unas manos ingenuas de Rufete. Antes hab¨ªa anotado Riera, que traz¨® desde el costado un centro cerrado que acab¨® por envenenarse y superar a C¨¦sar, que se la trag¨®. Desgastado el Espanyol por salvarse demasiado pronto y por no aguantar la competitividad que exige alcanzar Europa, y obnubilado el Zaragoza ante su imprevista lucha por no perder la categor¨ªa, Montju?c atendi¨® a un partido que fue una casta?a tremenda y que se sald¨® con un empate insatisfactorio.