Del j¨²bilo a las l¨¢grimas

De la fiestaza al funeral. De un d¨ªa para otro, los 132.600 aficionados que se dieron cita en el circuito de Montmel¨® experimentaron el cataclismo emocional que lleva emparejado el triunfo y el infortunio de un ¨ªdolo de masas. Las mismas gradas rebosantes de entusiasmo del s¨¢bado se convirtieron en un valle de l¨¢grimas el domingo. Cuando el motor del Renault de Fernando Alonso, en la vuelta n¨²mero 34, empez¨® a echar humo, la marea azul, esos miles de incondicionales, muchos de ellos de Asturias, muchos tan apasionados como para pagar m¨¢s de 300 euros por un asiento, meterse m¨¢s de 2.000 kil¨®metros entre pecho y espalda y pasarse entre seis y ocho horas en el circuito, enmudecieron. Algunos no pudieron evitar las l¨¢grimas. "Ha sido triste, una desilusi¨®n. No lo esper¨¢bamos", dec¨ªa Ra¨²l, de la Pe?a F1-Oviedo, que flet¨® 19 autobuses hasta Montmel¨® y colg¨®, en la barandilla de la grada N, una de las banderas gigantes de apoyo al piloto asturiano. Tras retirarse, Alonso continu¨® recibiendo el apoyo del p¨²blico. Agradecido, el bicampe¨®n mundial trep¨® por uno de los mont¨ªculos adyacentes al trazado y se abraz¨® con algunos aficionados. Acto seguido enfil¨® el camino del paddock.

Todos estuvieron con Alonso. El rey Juan Carlos, muy aficionado al deporte del motor, lleg¨® al circuito en helic¨®ptero una hora antes de la carrera y le dese¨® suerte, al igual que el presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Montilla. Tambi¨¦n presenciaron la carrera en directo deportistas como Jorge Lorenzo, Carlos Sainz, Isidre Esteve, Severiano Ballesteros o David Nalbandian, entre otros muchos.

No se bati¨® el r¨¦cord de asistencia al circuito, establecido el a?o pasado con 140.700 personas, pero s¨ª las previsiones iniciales. Las colas en las carreteras de acceso, tanto antes como despu¨¦s de la carrera, resultaron inevitables, aunque los espectadores llegaron de forma escalonada y el abandono de Alonso tambi¨¦n supuso un efecto positivo: muchos espectadores, decepcionados, se fueron antes de que concluyera la prueba. Fue un jarro de agua fr¨ªa.