Ingrid Bethancourt y las FARC
Al ver la foto de Ingrid Bethancourt, junto con la de otros secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, colgando de la fachada de la Casa de Am¨¦rica en Madrid, he sentido una enorme tristeza. Esta guerrilla ya no tiene ning¨²n rumbo ideol¨®gico ni de otra naturaleza, por si en alg¨²n momento de dudosa existencia lo hubiese tenido. El negocio de la droga ha convertido a las FARC en una banda de asesinos sin ninguna piedad.
La imagen de Ingrid simboliza la impotencia del condenado a morir injustamente -ojal¨¢ no sea as¨ª-, de la mano de un verdugo inmisericorde, inhumano, incapaz de escuchar, y por ende de representar a nadie con tanta cobard¨ªa. Esta fotograf¨ªa, es una imagen parecida a la de las v¨ªctimas de los campos de concentraci¨®n nazi.
Creo que cada espa?ol tiene el deber moral de pedir al Gobierno de la naci¨®n que haga todo lo posible, con todos los medios de los que dispone, desde los canales diplom¨¢ticos hasta los contactos extraoficiales, de forma coordinada a ser posible por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperaci¨®n, para que Espa?a desempe?e un papel de peso en la liberaci¨®n de todos y cada uno de los rehenes de la guerrilla colombiana.
Los colombianos son gente de paz, marcados con un estigma injusto. Ingrid Bethancourt est¨¢ muy enferma y representa simb¨®licamente a un pa¨ªs entero que necesita de nuestra ayuda urgente.
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