Amor en puntos suspensivos

La comedia rom¨¢ntica es un g¨¦nero que suele describir la experiencia humana como aquello que orbita alrededor del coraz¨®n. Un coraz¨®n entendido como la versi¨®n multisalas de su idea plat¨®nica. En Definitivamente, quiz¨¢s, su protagonista descubre que su idea plat¨®nica del ser humano -que es nada menos que Bill Clinton- es, como dir¨ªa Gil de Biedma, "un coraz¨®n infiel, / desnudo de cintura para abajo", y en ese descubrimiento traum¨¢tico encuentra la pel¨ªcula de Adam Brooks su considerable toque de distinci¨®n. Desde su t¨ªtulo (de resonancias indie), Definitivamente, quiz¨¢s... enfrenta la ortodoxia del g¨¦nero con el contrapeso de lo inconcluso, el horizonte de posibilidades que abren unos puntos suspensivos.

Ryan Reynolds encarna a Will Hayes, un tipo que tuvo el sue?o juvenil de convertirse en presidente de EE UU y ha acabado refugi¨¢ndose en el l¨ªquido amni¨®tico del mundo corporativo. En plenodivorcio, el antih¨¦roe rom¨¢ntico reformula su memoria sentimental en forma de cuento de buenas noches para su hija (la magn¨¦tica Abigail Breslin de Peque?a Miss Sunshine).

Alma y verdad

Tres arquetipos femeninos con cuerpo, alma y verdad -la novia del instituto (Elizabeth Banks), la fotocopiadora bohemia en perpetuo aplazamiento de la responsabilidad (Isla Fisher) y la femme fatale cultural (Rachel Weisz)- entran y salen de este relato oral con desenlace sorpresa: s¨®lo al final, la receptora de esta autobiograf¨ªa a pie de cama descubrir¨¢ la identidad de su madre.

El laberinto sentimental crece y se ramifica sobre un estimulante tel¨®n de fondo: el desencanto pol¨ªtico del protagonista, pe¨®n en la campa?a a la presidencia de Clinton, a medida que se van desvelando los esc¨¢ndalos sexuales que culminaron con el affaire Lewinsky. La pel¨ªcula de Brooks se convierte, as¨ª, en la historia de un tipo que pierde la confianza en su padre simb¨®lico y no tiene otro remedio que construir su identidad sentimental sin modelos. Lo estimulante es que todo eso sucede y se cuenta en el interior de una pel¨ªcula que no oculta su destino para el gran p¨²blico, pero tiene el detalle de recordar que, en ocasiones, ese p¨²blico es adulto, exigente y no idiota.