Blasco enreda (a Camps)

"Amigo Blasco, con la Iglesia hemos topado". ?Qui¨¦n lo iba a decir? Pero s¨ª. El caballero Francisco Camps, gran pr¨ªncipe de la cristiandad del siglo XXI y excelso presidente de la Comunidad Valenciana, la reserva espiritual de occidente, ha venido a chocar con la doctrina de la Iglesia en materia de emigraci¨®n, merced al exceso de ingenio de Rafael Blasco, consejero de Inmigraci¨®n y Ciudadan¨ªa. Blasco anunci¨® la semana pasada que el Gobierno de Francisco Camps preparaba una ley para que los inmigrantes no comunitarios suscriban un documento por el que se comprometen a respetar "las leyes, los principios y las costumbres espa?olas y valencianas". La vicepresidenta del Gobierno, Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, no se anduvo por las ramas en la r¨¦plica: "En Espa?a el cumplimiento de la ley no es negociable y por lo tanto no puede ser objeto de contrato". A partir de ah¨ª se sucedieron las respuestas por parte de las asociaciones de inmigrantes, partidos de la oposici¨®n, sindicatos y gentes de bien. De momento, todo formaba parte de un gui¨®n previsto por el sempiterno conseller y sus aprendices de brujo. A un profesional del poder como Blasco, que ha recorrido todo el arco pol¨ªtico desde la extrema izquierda a la derecha pura y dura y que ha ocupado casi todas las carteras, lo que menos le importaba en esta historia era la cuesti¨®n de la inmigraci¨®n. El objetivo del escudero Blasco en este asunto ha sido colocar de nuevo al caballero Camps como adalid de la derecha en medio de la batalla interna que se libra en el PP. La letra de esta copla va de inmigrantes, como la de hace unas semanas iba del agua, pero la m¨²sica es siempre la misma: mientras Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre se pelean, Francisco Camps es el quijote del PP que reivindica el programa de su partido frente a los malandrines de los socialistas y el rufi¨¢n de Zapatero.

Pero, hete aqu¨ª (siempre hay un hete aqu¨ª en las andanzas de caballer¨ªa) que el responsable de Migraciones de la Conferencia Episcopal y obispo de Sig¨¹enza-Guadalajara, monse?or Jos¨¦ S¨¢nchez, sal¨ªa el viernes a la palestra para criticar el contrato que impulsa Camps y asegurar que no cree que el "compromiso de integraci¨®n" anunciado por la Generalitat est¨¦ pensado "principalmente" en el bien del inmigrante "sino en la garant¨ªa de nuestros derechos e intereses". Un pecado venial del que, sin duda, su cardenal arzobispo de cabecera, Agust¨ªn Garc¨ªa-Gasco, le absolver¨¢ sin necesidad de que tenga que manifestar p¨²blicamente su arrepentimiento.

Si embargo, quien ni olvida ni perdona es Esperanza Aguirre, que aprovech¨® una entrevista en la SER para desmarcarse, diciendo lo mismo que Fern¨¢ndez de la Vega: "El compromiso que tienen que asumir los que viene de fuera es el mismo que los de aqu¨ª; cumplir las leyes". Y a la pregunta de si ve a Camps como un posible candidato a la presidencia del PP a largo plazo, Aguirre no solo dijo que s¨ª, sino que a?adi¨® que "ser¨ªa excelente". Respuesta que implica mucho: el congreso del PP se cierra en falso; Rajoy es un presidente de tr¨¢nsito; ella y el destapado Camps son ?ya! los candidatos a la sucesi¨®n.

As¨ª las cosas es posible que el caballero Camps, tras este lance del que ha salido un tanto trasquilado, recuerde el consejo cervantino seg¨²n el cual "las esperanzas dudosas han de hacer a los hombres atrevidos, pero no temerarios".