"Las cifras no cuentan nada. El horror es toparse a las v¨ªctimas"
Conoci¨® a Sof¨ªa cuando ella ten¨ªa 14 a?os. Hac¨ªa tres que una mina antipersona le hab¨ªa destrozado las dos piernas en un bosque mientras buscaba le?a. Le acompa?aba su hermana Mar¨ªa, de ocho a?os, que result¨® afectada por una esquirla de metralla en el vientre y s¨®lo sobrevivi¨® mes y medio.
Gervasio S¨¢nchez ha seguido la trayectoria vital de Sof¨ªa desde entonces. Cada vez que viaja a Mozambique se acerca a saludarla e interesarse por su evoluci¨®n m¨¦dica. Ya ha cambiado de pr¨®tesis cinco veces. La ¨²ltima vez que la vio fue a primeros de marzo de 2007, en v¨ªsperas de su 25? cumplea?os. Hac¨ªa calor y Sof¨ªa estaba cansada. Se tumb¨® boca abajo y se qued¨® dormida. Su hija Alia, de dos a?os, revoloteaba alrededor hasta que, rendida, se recost¨® junto a su madre. All¨ª estaba Gervasio S¨¢nchez, fot¨®grafo cordob¨¦s de 49 a?os, que ha recorrido medio mundo en busca del rostro de las guerras. "La foto simboliza el dolor de las v¨ªctimas, la belleza de la vida y la lucha por la supervivencia y la dignidad de esas mismas v¨ªctimas", asegur¨® ayer S¨¢nchez, horas antes de recibir el Premio Ortega y Gasset a la mejor fotograf¨ªa.
No utiliza c¨¢mara digital. Es un fot¨®grafo a la vieja usanza. "Present¨ª que la foto ten¨ªa fuerza, pero no lo comprob¨¦ hasta dos semanas despu¨¦s, cuando revel¨¦ el rollo fotogr¨¢fico". La imagen, en blanco y negro, se public¨® en El Heraldo de Arag¨®n y el Magazine de La Vanguardia y form¨® parte del gran proyecto de S¨¢nchez que, bajo el t¨ªtulo de Vidas minadas, ha buscado v¨ªctimas de la guerra por medio mundo y las ha seguido en los ¨²ltimos 10 a?os. Implicado muy personalmente en su trabajo, el fot¨®grafo critica que los medios de comunicaci¨®n reduzcan los conflictos armados a n¨²meros. "Las cifras no cuentan nada, emborrachan las conciencias y provocan la indiferencia. El horror verdadero es cuando te topas con el nombre de las v¨ªctimas".
La fotograf¨ªa de Sof¨ªa y Alia es, para su autor, una imagen pl¨¢cida que esconde un problema grave. S¨¢nchez seguir¨¢ en los pr¨®ximos a?os pendiente de lo que les pase a esas v¨ªctimas sin nombre. "Dentro de 25 a?os, seguir¨¦ buscando a Sof¨ªa y a Alia, a sus hijos y a sus nietos. Son la verdadera historia de la guerra".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.