Tres biberones
El salario del miedo es una pel¨ªcula tremenda, estremecedora, que se estren¨® en Madrid el a?o cincuenta y seis o cincuenta y siete del siglo pasado. La dirigi¨® Clouzot, el protagonista fue Yves Montand. No he vuelto a verla y bien que lo siento.
En los carteles de San Isidro del a?o 1959 -el 18 de mayo- estaban anunciados Pepe Luis V¨¢zquez, Antonio Bienvenida y Julio Aparicio. El p¨²blico, el que siempre tiene raz¨®n, porque paga -menuda trampa-, tom¨® a guasa aquella corrida a la que llamaron, amablemente, "el salario del miedo" o el cartel de los 102 a?os, cifra que juntaban los tres matadores, ya reunidos en el patio de cuadrillas y liados en los capotes de paseo. Los m¨¢s pr¨®ximos, los m¨¢s enrabietados o los m¨¢s chistosos aficionados se burlaban de los tres maestros: ?A ver si os arrim¨¢is! ?Os vamos a mandar a un asilo de ancianos y a daros sopitas y buen caldo! Grandes risas. Pepe Luis se acerc¨® a Antonio y le dijo entre dientes: Como se equivoquen los toros esos nos sacan a hombros y adem¨¢s nos dan el biber¨®n.
Sali¨® el quinto toro, un sobrero de Juan Antonio ?lvarez, de afilados pitones, nervioso. Antonio Bienvenida lo brind¨® a Conchita Cintr¨®n. Se fue a los medios y lo cit¨®, de frente, para darle el pase cambiado, el de verdad. Conchita Cintr¨®n se puso en pie y creo que no volvi¨® a sentarse, hasta que se abri¨® de capa Julio Aparicio.
Entre los tres maestros -los de los ciento dos a?os- cortaron seis orejas, compitieron en quites, mataron por derecho, el p¨²blico los sac¨® a hombros, los pase¨® por la calle de Alcal¨¢ y los llev¨® a un asilo de urgencia, donde las monjitas ya ten¨ªan preparados tres biberones de oro.
Jaime de Armi?an es director de cine y escritor.
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