Huida a 1.700 kil¨®metros del 'sheriff' para trabajar
Se acerc¨® al grupo equivocado. Al menos as¨ª se lo hac¨ªa ver Gin¨¦s Jim¨¦nez Buend¨ªa, el presunto jefe de la trama de corrupci¨®n policial de Coslada, a cuyas ¨®rdenes sirvi¨® esta agente de 32 a?os antes de marcharse a Tenerife.
Es el testimonio de una polic¨ªa, que no quiere desvelar su nombre porque su familia reside en la regi¨®n, que abandon¨® Coslada por las amenazas de Jim¨¦nez.
Sac¨® las oposiciones a polic¨ªa en Coslada en 1998 y no tuvo problemas hasta que se junt¨® con los cr¨ªticos de Jim¨¦nez. Entonces vino el acoso: gritos continuos, interrogatorios sobre ella a sus compa?eros, amenazas verbales, humillaciones p¨²blicas...
Nueve meses de baja por ansiedad a causa de su trabajo no acabaron con la presi¨®n laboral que sufr¨ªa, y decidi¨® alejarse 1.700 kil¨®metros de su oficial jefe para continuar trabajando.Agarr¨® la maleta y el coche y subi¨® a un barco lo m¨¢s lejos posible. Hu¨ªa de Coslada. Lejos de su familia, de sus amigos y de la casa que acababa de comprar en el municipio en el que hab¨ªa logrado una plaza de polic¨ªa local. Acab¨® ejerciendo de agente municipal en un pueblo de Tenerife. La ansiedad que le causaba estar bajo las ¨®rdenes de Gin¨¦s Jim¨¦nez era tal que en ocasiones acab¨® su turno en un ambulatorio y con una receta de tranquilizantes.
Seg¨²n explica, los primeros a?os en el cuerpo fueron tranquilos. Ahora recuerda que todo empez¨® de forma absurda. A finales de 2005, Gin¨¦s Jim¨¦nez tuvo un enfrentamiento con un sargento de su cuerpo, al que quiso "hacer el vac¨ªo". Ella no apoy¨® esa actuaci¨®n.
"Desde entonces siempre se dirig¨ªa a m¨ª grit¨¢ndome. Me dec¨ªa que iba a reencauzarme. Cuando trabajaba de noche, se esperaba a que no hubiese nadie para decirme: 'Te sigo de cerca', 'as¨ª no vas bien', 'ten cuidado con lo que haces'. Y empec¨¦ a tener miedo".
"Llam¨¦ a Gin¨¦s desde la jefatura para preguntarle por qu¨¦ se me hab¨ªa denegado un cambio de turno. Dijo: 'll¨¢mame cuando est¨¦s sola'. Estaba asustada", relata. Volvi¨® a llamar a su jefe desde el despacho de un sargento frente a ¨¦l, que confirma su versi¨®n, pero no consigui¨® respuesta. "Gin¨¦s me llam¨® despu¨¦s diciendo que por qu¨¦ le hab¨ªa llamado desde el despacho, que qu¨¦ pretend¨ªa. Se puso a gritarme en tono amenazante. Solt¨®: 'Sube para arriba (a la jefatura) que te vas a enterar' y colg¨®. Yo me agarr¨¦ al asiento y no pude moverme". Sus compa?eros le llevaron a un hospital con una fuerte crisis de ansiedad. Estuvo nueve meses de baja, medicada y en tratamiento psicol¨®gico.
El d¨ªa antes de reincorporarse tras la baja, recibi¨® una llamada an¨®nima en el contestador de su casa: "Te voy a matar", dec¨ªa el mensaje. "Lo denunci¨¦, por supuesto. Se investig¨® y quien hab¨ªa llamado lo hab¨ªa hecho desde un piso vecino al de uno de los agentes que casualmente ha sido detenido en la Operaci¨®n Bloque", explica. Volvi¨® pensando que la situaci¨®n mejorar¨ªa, pero no fue as¨ª. Empez¨® a recibir notas amenazantes e insultantes en la taquilla. Volvieron las llamadas, esta vez con voz de mujer: "Ten cuidado cuando salgas de casa, que tienes una sorpresita", "voy a ir a por ti", "baja a la calle si te atreves", dec¨ªan. Ella tem¨ªa que le destrozasen el coche. Denunci¨®, pero nunca supo de d¨®nde ven¨ªan esas llamadas. Se march¨® de su casa y volvi¨® a la de sus padres del p¨¢nico que sufr¨ªa. Seg¨²n cuenta, en comisar¨ªa continuaban los gritos y las humillaciones p¨²blicas por parte del oficial jefe.
La despreciaba por ser mujer y por la ansiedad que hab¨ªa sufrido. "Decid¨ª marcharme lejos, donde no llegase su mano", explica. "Por eso me fui a una isla, me consta por compa?eros que se han marchado que ¨¦l -Gin¨¦s Jim¨¦nez- tiene mucha influencia en la Pen¨ªnsula". Las ¨²ltimas detenciones no le hacen pensar en volver a su puesto, aunque tiene en la regi¨®n a toda su familia. "No estoy preparada. Son demasiados recuerdos negativos", masculla, con la mirada perdida.
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