Bush pide a los ¨¢rabes que impidan un Ir¨¢n nuclear

"No debemos permitir que Ir¨¢n tenga armas nucleares", defendi¨® ayer el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ante el Foro Econ¨®mico Mundial sobre Oriente Pr¨®ximo, reunido en Sharm el Sheij (Egipto). No hubo reacci¨®n entre los 1.500 asistentes. Aunque las ambiciones de Ir¨¢n tambi¨¦n preocupan a los dirigentes ¨¢rabes, Teher¨¢n se ha erigido en defensor de la causa palestina, dej¨¢ndoles en evidencia ante la falta de avances del proceso. "Podemos alcanzar un acuerdo de paz este a?o", declar¨® Bush ante el escepticismo general.

Hace tiempo que EE UU ha perdido credibilidad en Oriente Pr¨®ximo

Por m¨¢s que su lenguaje se mostrara m¨¢s favorable a las aspiraciones de los palestinos, las palabras de Bush sonaron vac¨ªas para quienes unos d¨ªas antes le escucharon celebrar en Israel el 60? aniversario de la creaci¨®n de ese Estado, sin hacer un solo reproche a sus gobernantes. "Debemos ayudar a los palestinos. Apoyo firmemente la soluci¨®n de dos Estados", dijo ayer mientras muchos se preguntaban en voz baja en qu¨¦ se ha traducido ese apoyo. En esta parte del mundo, hace ya mucho tiempo que EE UU ha perdido credibilidad como mediador.

Antes de su intervenci¨®n, tanto el anfitri¨®n del Foro, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, como el rey Abdal¨¢ de Jordania, hab¨ªan hecho un llamamiento a solucionar la situaci¨®n de los palestinos. "Las celebraciones de independencia resultan hueras mientras se impide la paz por los errores del pasado", declar¨® un emotivo Abdal¨¢. Mubarak asegur¨® que la cuesti¨®n palestina constituye el principal problema de la regi¨®n. "Se equivocan quienes piensan que alguien va a respaldar un acuerdo que no satisfaga las reivindicaciones palestinas", advirti¨®.

La referencia de Bush a esa causa, que est¨¢ en el coraz¨®n de todos los ¨¢rabes y que sus Gobiernos manipulan convenientemente, fue una mera alusi¨®n en medio de un discurso con el que dio la impresi¨®n de estar leyendo la cartilla a disc¨ªpulos poco aplicados. Bush insisti¨® en la necesidad de que los pa¨ªses de la zona profundicen las reformas econ¨®micas, las extiendan a la pol¨ªtica y a¨ªslen a los Estados patrocinadores del terrorismo que, en su opini¨®n, son los que est¨¢n impidiendo el desarrollo de la regi¨®n.

Bush identific¨® a Ir¨¢n y Siria como responsables de los males de Oriente Pr¨®ximo, y pidi¨® al mundo isl¨¢mico que se una a EE UU en su determinaci¨®n de impedir que Teher¨¢n se haga con armas nucleares. "Ser¨ªa una traici¨®n imperdonable a las generaciones futuras", asegur¨®. Su insistencia en este asunto, que reforz¨® con una inflexi¨®n de voz, pone de relieve la preocupaci¨®n que despierta en Washington la creciente influencia regional iran¨ª. Tanto la Administraci¨®n norteamericana como los Gobiernos ¨¢rabes aliados acusan a la Rep¨²blica Isl¨¢mica de haber fomentado los recientes disturbios en L¨ªbano.

"Ha quedado m¨¢s claro que nunca que las milicias de Hezbol¨¢ se oponen a un L¨ªbano libre, y a todos los pa¨ªses, en especial a los vecinos en la zona, les interesa ayudar a que triunfen los libaneses", afirm¨® Bush. Pero sobre el terreno las cosas son m¨¢s complicadas. Aunque algunos dirigentes ¨¢rabes compartan el temor al ascenso chi¨ª (los pa¨ªses ¨¢rabes son mayoritariamente sun¨ªes, pero tienen minor¨ªas chi¨ªes), sus gobernados perciben a Hezbol¨¢ como un grupo de resistencia que planta cara a Israel. Y ah¨ª de nuevo, la pol¨ªtica descaradamente proisrael¨ª de EE UU no les ayuda.