Ibarretxe ante Zapatero

Una caracter¨ªstica de ETA es la tendencia a la reiteraci¨®n: a que cada cohorte de terroristas repita lo que hicieron y dijeron sus hermanos mayores antes de ser detenidos. El de ayer es el sexto atentado de ETA en Getxo -zona residencial pr¨®xima a Bilbao- en los ¨²ltimos ocho a?os, y el cuarto directamente dirigido contra el Club Mar¨ªtimo del Abra. El primero fue realizado a fines de los a?os sesenta, y hubo otros dos en la d¨¦cada siguiente. La justificaci¨®n siempre ha sido que era un castigo contra la oligarqu¨ªa vasco-espa?ola.

Con independencia de cu¨¢l sea el pretexto que ahora invoquen, lo seguro es que su motivaci¨®n primera es el deseo de ETA de imitarse a s¨ª misma; para imaginarse que contin¨²a la lucha contra la dictadura, y convencerse de que, como nada ha cambiado, hay razones para seguir.

Para acabar con el terrorismo, en Espa?a como en Irlanda o en cualquier otro pa¨ªs, la condici¨®n necesaria es la eficacia policial y judicial; la tarea del resto de los ciudadanos, encabezados por los pol¨ªticos, consiste en la "deslegitimaci¨®n activa del terrorismo", como dijeron los representantes de las asociaciones de v¨ªctimas que participaron en un acto institucional celebrado el domingo en San Sebasti¨¢n. Esa idea se ha ido abriendo paso entre la poblaci¨®n, pero algunos dirigentes pol¨ªticos hacen lo contrario.

Por ejemplo, los partidos que forman el Gobierno vasco y que el pasado viernes -dos d¨ªas despu¨¦s del asesinato del guardia civil Juan Manuel Pi?uel- votaron, junto a los sucesores de Batasuna y a Aralar, una moci¨®n parlamentaria en la que se acusa a la Guardia Civil y a la polic¨ªa de practicar la tortura, y al Gobierno, de ampararla "de forma sistem¨¢tica".

La tortura es un delito que fue habitual durante el franquismo. Se le combate mediante la actuaci¨®n de jueces que investigan los casos denunciados, como el de Igor Portu y Mattin Sarasola, presuntos autores del atentado de la T-4, invocado en la moci¨®n. Lo ins¨®lito es que se pretenda sentenciar si hubo o no torturas mediante votaci¨®n parlamentaria: por mayor¨ªa. El mensaje etarra de que todo sigue igual que en el franquismo encuentra as¨ª el aval de esos partidos obsesionados por compensar su condena de ETA con la de quienes la combaten.

Tampoco contribuye a deslegitimar a ETA, sino todo lo contrario, el certificado de equidistancia que persigue obtener Ibarretxe de su entrevista de hoy en La Moncloa. Si Zapatero acepta su propuesta soberanista, inspirada en el intento fracasado de Loiola, se dar¨ªa a ETA la prueba de que es posible desbordar los l¨ªmites constitucionales con la presi¨®n terrorista; y si no hay acuerdo y consigue que los de las Tierras Vascas aprueben su propuesta de convocar una consulta ilegal, que el Gobierno tendr¨¢ que impedir por v¨ªa judicial, crear¨¢ las condiciones sobre las que alertaba Imaz en julio pasado: "ETA matando en nombre de una presunta voluntad popular no atendida". Zapatero tendr¨¢ ocasi¨®n de dec¨ªrselo hoy cara a cara.