Un cisma en el grupo Mondrag¨®n

Mondrag¨®n Corporaci¨®n Cooperativa (MCC), el primer grupo empresarial del Pa¨ªs Vasco y el s¨¦ptimo de Espa?a, con presencia en cuatro continentes, atraviesa uno de los inciertos momentos de sus m¨¢s de 50 a?os de historia. El s¨®lido entramado cooperativo que ha logrado ensamblar en todo este tiempo comienza a resquebrarjase cuando dos de sus integrantes, la firma de autobuses Irizar y la fabricante de v¨¢lvulas Ampo Poyan, podr¨ªan decidir este mes abandonar el grupo Mondrag¨®n.

Irizar y Ampo piden un relevo generacional en la c¨²pula del grupo

"Es la primera vez que ocurre algo semejante en MCC. Ha causado mucha conmoci¨®n", reconoce un representante de la corporaci¨®n. La asamblea de Ampo votar¨¢ ma?ana si contin¨²a en MCC o inicia una andadura en solitario; los socios de Irizar tomar¨¢n una decisi¨®n el pr¨®ximo d¨ªa 29 de mayo. Este mismo debate tambi¨¦n se est¨¢ produciendo en la empresa Urola, que conforma con las dos anteriores una divisi¨®n propia dentro de MCC llamada Goikide. La posible marcha de Irizar y Ampo, que ya ha provocado un enorme revuelo en el conjunto del grupo, ha contagiado a otras cooperativas de renombre, como Ulma y Orona, en cuyo seno tambi¨¦n se est¨¢ sopesando, aunque de un modo a¨²n incipiente, tomar el mismo rumbo de salida.

La crisis abierta tiene un gran calado. MCC podr¨ªa perder a uno de sus emblemas: Irizar, con sede en Ormaiztegi, es el primer fabricante de autobuses de Espa?a y el segundo de Europa. Ampo, radicada en Idiazabal, tiene un peso m¨¢s modesto, aunque atraviesa una situaci¨®n boyante. Ambas cooperativas, que el pasado ejercicio facturaron en conjunto algo m¨¢s de 600 millones de euros, han dado este paso por las discrepancias que mantienen con el modelo de gesti¨®n empresarial y el reparto de los dividendos que rige en MCC.

Tanto Irizar como Ampo han aplicado en sus factor¨ªas el modelo que en su d¨ªa puso en marcha el consultor Koldo Saratxaga, coordinador de la empresa de autobuses durante 14 a?os hasta colocarla como l¨ªder en su sector. Inspirador de la "democratizaci¨®n" de la empresa, implant¨® un esquema organizativo basado en dar protagonismo y capacidad de decisi¨®n a las personas (trabajadores).

Irizar y Ampo, que siguen estando asesoradas por Saratxaga, han pretendido sin ¨¦xito trasladar su filosof¨ªa al resto del grupo cooperativo y sugerido la necesidad de acometer un profundo relevo generacional en la c¨²pula de MCC, lo que ha producido un fort¨ªsimo choque con los directivos de esta organizaci¨®n. Tambi¨¦n existen discrepancias de fondo con el r¨¦gimen econ¨®mico que rige entre las cooperativas. El reglamento interno establece la obligaci¨®n de aportar un 10% de los beneficios al fondo central de intercooperaci¨®n, que sirve para ayudar a financiar grandes inversiones de las cooperativas, y destinar entre un 15% y un 35% de los dividendos para a una bolsa de "solidaridad", empleada en reflotar a las compa?¨ªas que atraviesan una situaci¨®n delicada.

El debate que han abierto Irizar y Ampo se ha trasladado a otros dos s¨ªmbolos de MCC como Ulma (O?ati), un grupo con siete unidades de negocio, y la firma de ascensores Orona (Hernani). Estas dos cooperativas tambi¨¦n comparten la idea de afrontar una renovaci¨®n del grupo Mondrag¨®n.

La direcci¨®n de MCC no va a pronunciarse sobre la posible salida de Irizar y Ampo. Lo har¨¢n previsiblemente en la asamblea general que celebra el pr¨®ximo martes. Admite la existencia de un modelo de gesti¨®n diferente y reconoce que todas las cooperativas son soberanas para decidir su salida del grupo.