Obama busca en Florida el voto jud¨ªo
El senador dem¨®crata se reunir¨¢ hoy con la comunidad cubana
En la sinagoga de la congregaci¨®n B'nai Torah, en Boca Rat¨®n, a una hora en coche de Miami, Obama se encontraba anoche con una de las audiencias m¨¢s dif¨ªciles de su campa?a, una de las m¨¢s infrecuentes para ¨¦l y una de las que m¨¢s tiene que aprender sobre su vida y sus ideas: los jud¨ªos. Si alguien ha sido leal en el voto dem¨®crata en las ¨²ltimas d¨¦cadas, ¨¦sos han sido los jud¨ªos. Pero si alguien acumula hoy sospechas sobre el candidato dem¨®crata por quien les toca votar esta vez, ¨¦sos son tambi¨¦n los jud¨ªos.
Muchos creen que el candidato es musulm¨¢n, ¨¢rabe o enemigo de Israel
Florida es un Estado vital para conquistar la presidencia
Una larga campa?a de intoxicaci¨®n sobre la biograf¨ªa de Obama, unida a algunos errores de la campa?a del propio senador, han extendido entre la comunidad jud¨ªa norteamericana una imagen nefasta del senador de Illinois, tanto que muchos de ellos aqu¨ª en Boca Rat¨®n, uno de esos c¨¢lidos para¨ªsos para el retiro, est¨¢n dispuestos por primera vez en su vida a votar por un candidato republicano.
"Jam¨¢s pens¨¦ que lo har¨ªa, pero la verdad es que yo y muchos de mis vecinos estamos muy descontentos con Obama por su posici¨®n sobre Israel", opina Leslie Zeleny mientras toma un caf¨¦ con sus amigas a la espera de que el marido, un jubilado de Nueva Jersey, concluya su partida de golf.
La idea de que Obama es un enemigo de Israel y un amigo de los palestinos, con los que, por lo que se dice aqu¨ª, colabor¨® estrechamente durante su etapa de activista social en Chicago, se considera en Boca Rat¨®n un hecho indiscutible. Las habladur¨ªas entre los c¨ªrculos jud¨ªos locales incluyen que, si es presidente, Obama va a meter en la Administraci¨®n a miembros de la organizaci¨®n extremista Naci¨®n del Islam, de Louis Farrakhan. Muchos creen que el propio Obama es musulm¨¢n y acudi¨® de ni?o a escuelas cor¨¢nicas. Otros piensan que es ¨¢rabe, y algunos incluso temen que est¨¦ apoyado por Al Qaeda.
Naturalmente, Obama ha desmentido ya muchas veces todos esos bulos que circulan por Internet y que, en algunos lugares, propaga incluso el Partido Republicano. En una declaraci¨®n, la semana pasada, el candidato dem¨®crata expres¨® su m¨¢ximo compromiso con la seguridad de Israel, que consider¨® "vital para los intereses norteamericanos", y calific¨® como "una prioridad" la defensa de ese pa¨ªs.
Pero todo eso es, por ahora, insuficiente. Obama, que nunca hab¨ªa visitado este Estado a lo largo de su campa?a presidencial, va a tener que hacer mucho m¨¢s para revertir el actual estado de opini¨®n entre los jud¨ªos, que representan casi el 7% del voto en Florida -el m¨¢s alto porcentaje del pa¨ªs- y que es tambi¨¦n numeroso y muy influyente en Estados que los dem¨®cratas est¨¢n obligados a ganar en noviembre, como Nueva York, Nueva Jersey y California.
Obama no hab¨ªa venido antes a Florida en cumplimiento de las reglas marcadas por el Partido Dem¨®crata, que anul¨® las elecciones primarias celebradas aqu¨ª a finales de enero por haber incumplido el calendario oficial aprobado por el partido.
Como resultado de esa ausencia, Hillary Clinton, con la que los votantes estaban mucho m¨¢s familiarizados, gan¨® c¨®modamente y Obama sigui¨® siendo un desconocido entre un electorado de por s¨ª muy dif¨ªcil para ¨¦l. Ahora se le plantea, por tanto, un doble problema: recuperar el tiempo perdido entre los votantes y resolver un conflicto interno que puede acabar dinamitando la convenci¨®n dem¨®crata del pr¨®ximo agosto en Denver.
Para recordar este conflicto, siguiendo a Obama, vino el mi¨¦rcoles a Florida Hillary Clinton, quien se ha comprometido ante sus seguidores a presionar hasta el ¨²ltimo momento para que los delegados que fueron elegidos en aquellas elecciones anuladas sean finalmente aceptados en Denver. Ni siquiera as¨ª Clinton podr¨ªa sobrepasar a Obama en n¨²mero total de delegados, pero el asunto encierra en todo caso una enorme carga explosiva.
Los dem¨®cratas necesitan encontrar una soluci¨®n porque Florida es un Estado vital para ellos, el mayor de todos esos llamados Estados p¨¦ndulos, que unas veces votan dem¨®crata y otras republicano, y que suelen decidir el nombre del presidente.
Mucho trabajo tiene por delante Obama. Ayer, entre los jud¨ªos. El d¨ªa anterior, entre los jubilados -otro sector pro Clinton- y hoy ser¨¢ el primer candidato dem¨®crata en la historia que se re¨²na con la comunidad cubana, otro miura para el joven senador.
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