Los n¨²meros cuentan en la gran fiesta de las letras
Con un presupuesto de 2,5 millones de euros, el Hay recibe 150.000 visitantes
A las muy venerables efigies del pante¨®n literario brit¨¢nico que adornan las 39 librer¨ªas de viejo de Hay-on-Wye se une esta semana la de la reina de Inglaterra, m¨¢s prosaica, pero m¨¢s agradecida en el corto plazo.
Hablamos, claro, de los billetes que cambian de manos en los pubs, casas de hu¨¦spedes y taxis del encantador condado -medio gal¨¦s, medio ingl¨¦s- de Herefordshire, donde la tan espa?ola expresi¨®n de "hacer el agosto" deber¨ªa traducirse por "hacer la ¨²ltima semana de mayo", fecha del festival desde hace 21 a?os.
As¨ª lo atestigua el trasiego en las taquillas del evento, mezcla de feria de ganado y gozo intelectual. No dan abasto. Incluso ayer que los vientos de hasta 90 kil¨®metros por hora y la lluvia pertinaz amenazaron con elevar (literalmente por los aires) el tono del encuentro.
Sus empleados (hay 200 voluntarios) no s¨®lo deben despachar las 150.000 entradas que dan acceso por 10 euros de media a cada uno de los 477 eventos de la semana, tambi¨¦n se afanan en colocar carteles de "no hay billetes" para charlas como la de ayer de Bor¨ªs Spassky, "gran maestro" de ajedrez, sobre la fiebre sovi¨¦tica por el deporte ol¨ªmpico y el d¨ªa de 1972 en que Bobby Fischer se cruz¨® en su camino.
Acerca de las finanzas del Hay, su fundador, Peter Florence, en¨¦rgico hombrecillo que parece estar en todas partes, explicaba ayer: "El presupuesto es de 2,5 millones de euros; el 75% se sufraga con las entradas" -que van de cero a 50 libras (63 euros)-, "el 20%, con patrocinadores" -29, desde las patatas fritas Tyrrell's al rotativo The Guardian- y "un 5% de donantes".
?Y los escritores? La mayor¨ªa act¨²a gratis. Para muchos, es un "honor" estar aqu¨ª, otros son "viejos amigos" y los hay remunerados. Tanto si presentan un acto, como si son Jimmy Carter o Bill Clinton, a quien pagaron 100.000 libras en 2001, seg¨²n The Independent.
Lo que une a hombres de Estado y autores minoritarios es el ritual de firma de libros que sigue a sus intervenciones en la librer¨ªa autorizada del festival. Di, la due?a, almacena unos 50.000 vol¨²menes. "Vendemos un 60% [30.000 libros en 10 d¨ªas]. La mitad de nuestro negocio anual", explica en la trastienda entre cajas y cajas. Un lugar tan improbable como el resto de los 45.000 metros cuadrados de campi?a donde se desarrolla esta deliciosa anomal¨ªa.
?La prueba de que la literatura puede ser un gran negocio despu¨¦s de todo?
Eso quiere pensar el banco que patrocina el escenario principal. A su entrada, sentencias de inmortales autores sirven para vender productos financieros. Est¨¢ Oscar Wilde (?qu¨¦ ser¨ªa de los libros de citas sin ¨¦l?), Virginia Woolf o el bueno de Spike Milligan, autor de la frase "s¨®lo pido la oportunidad de comprobar que la riqueza no da la felicidad".
Babelia
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