La hermosa obstinaci¨®n
Con 59 a?os, Frascuelo mantiene viva su pasi¨®n por torear y lo confirm¨® en Las Ventas, a pesar de la cogida
La del pasado domingo era su tarde, sin duda. All¨¢ que se llev¨® a los medios a ese pavo de San Mart¨ªn, no sin antes pegarle unos trincherazos llenos de sabor, confiado y agradecido por todo el cari?o que momentos antes le hab¨ªa mostrado la afici¨®n vente?a al finalizar el pase¨ªllo. Algo que pudo facilitar la cogida fue, precisamente, esa necesidad de corresponder en forma de toreo a todo ese afecto depositado en su persona por el p¨²blico. Hab¨ªa que hacer las cosas perfectas, entreg¨¢ndose y en pureza, de la manera limpia y sentida en que Frascuelo ha entendido siempre el toreo.
Tras la operaci¨®n, pas¨® la primera noche malamente, entre fuertes dolores, aunque la recuperaci¨®n de las dos cornadas en sendos muslos parece encauzada, a pesar de que haya aparecido tambi¨¦n en un posterior reconocimiento alguna molestia cervical: "Lo que me da m¨¢s rabia de todo esto es que no haya podido devolverle a la gente todo ese cari?o que me dio", comenta el maestro desde la cama de la cl¨ªnica en la que se encuentra ingresado. "Me encuentro muy bien y a¨²n espero no dar una, sino muchas tardes buenas de toros. Esto es mi vida y mi lucha".
Carlos Escolar Frascuelo es actualmente el matador de toros m¨¢s veterano del escalaf¨®n. Lo que llama la atenci¨®n es su voluntad irrenunciable de seguir si¨¦ndolo, a pesar de que en los ¨²ltimos a?os firmaba los contratos con cuentagotas y de que, a sus 59 a?os, ya no es precisamente un novillerote que empieza. Nunca ha querido "coger los palos" para engrosar las cuadrillas de subalternos, ni mucho menos, cortarse la coleta. No s¨®lo eso, sino que su carrera la afronta desde septiembre con una renovada ilusi¨®n, debido en gran parte a su nuevo apoderado, Eduardo Mart¨ªnez. Se trata de un jovenc¨ªsimo empresario taurino de tan s¨®lo veinte a?os, que fue capaz de pasarse tres d¨ªas en Las Ventas, dej¨¢ndose ver ante la empresa para que ¨¦sta accediera a incluir a su matador en San Isidro: "Carlos y yo somos un par de rom¨¢nticos y por eso nos entendemos perfectamente", comenta Mart¨ªnez. "Yo voy desde peque?o a Las Ventas y desde entonces se convirti¨® en mi ¨ªdolo; es un torero distinto a todos".
El respeto y la admiraci¨®n que siente Eduardo Mart¨ªnez por el torero son inmensos: "Frascuelo es antes que nada matador de toros y no quiere ser otra cosa. Vive por y para los toros y est¨¢ seguro de que va a acabar por triunfar". En este sentido, la comprensi¨®n y el apoyo de su mujer, Conchi, le ha resultado fundamental. Carlos se pasa el d¨ªa entrenando en la plaza de toros de Parla, donde vive, y acude a todo tipo de actos y tertulias taurinas, a las que le convocan los aficionados de Madrid. Su confirmaci¨®n de alternativa en la plaza de M¨¦xico est¨¢ cerrada para la pr¨®xima temporada. Mientras tanto, existe la posibilidad de torear una tarde en Barcelona y alguna que otra corrida en las plazas que regenta Eduardo Mart¨ªnez (las de Cadalso de los Vidrios y Boadilla), que sigue confiando en el inminente regreso de su matador al ruedo de Las Ventas."Me da rabia no haber devuelto a la gente el cari?o que me dio"
Babelia
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